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Washington dijo el viernes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se iba a pensar durante dos semanas si iba a intervenir en la operación militar de Israel contra Irán. Finalmente, han sido solo dos días los que ha necesitado el jefe de la Casa Blanca para tomar la decisión de atacar instalaciones nucleares del régimen islamista iraní, algo que ha llevado a cabo este domingo de madrugada, tal y como el propio Trump anunció poco después.
"Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordo, Natanz e Isfahán. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní", escribió Trump en su perfil de su red social, Truth Social.
"Este es un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo. Irán debe ahora aceptar poner fin a esta guerra. ¡Gracias!", concluyó el presidente de Estados Unidos, que anunció en concreto que la base de Fordo "ha desaparecido" ("It's gone"): "Una carga completa de BOMBAS fueron lanzadas en el lugar principal", dijo el presidente de EEUU.
Fordo el principal centro de enriquecimiento de uranio en Irán, y el Ejército de los Estados Unidos lanzó sobre la instalación varias bombas anti-búnker GBU-57, que hasta ahora nunca antes habían sido usadas en combate real.
Dos horas después, Trump compareció acompañado de su vicepresidente, JD Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio. En su intervención, Trump dijo: "Irán, el matón de Oriente Medio, ahora debe hacer la paz. Si no lo hacen, los futuros ataques serán mucho más grandes y más fáciles".

El presidente de Estados Unidos dice que ahora Teherán debe elegir entre "la paz o una tragedia más grande que la que han visto en los últimos ocho días" y agregó que hay otros muchos objetivos en Irán que podrían atacar si lo deciden. "Si la paz no llega rápido, iremos tras esos otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad", dijo Trump, en una intervención más breve de lo que acostumbra.
El presidente de Estados Unidos también dejó claro que su ataque de este fin de semana se ha hecho con la colaboración de Israel. De hecho, dijo que ha trabajado codo con codo con su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, "como un equipo como quizá no se ha visto antes".
Según la Casa Blanca, Washington DC informó a Tel Aviv de los ataques y de hecho, Donald Trump mantuvo una conversación telefónica directa con Netanyahu para abordar detalles sobre la operación. En su discurso, Trump quiso "agradecer al Ejército israelí por el maravilloso trabajo que han hecho y, lo que es más importante, quiero agradecer a los grandes patriotas estadounidense que pilotaron esas magníficas máquinas esta noche".
Más en detalle, Trump explicó que "nuestro objetivo era la destrucción de la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y detener la amenaza que suponía para el mundo el principal estado patrocinador del terrorismo. Esta noche puede reportar al mundo que los ataques fueron un espectacular éxito militar. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completa y totalmente destruidas".

Trump ha recordado que Teherán "ha estado matando a (sus) pueblos" durante más de 40 años, haciendo de la muerte su "especialidad", y ha decidido que "no dejará que esto siga sucediendo". "No continuará", ha sentenciado.
Decisión sorprendente
La intervención militar de Estados Unidos en Irán ha sido una maniobra sorprendente no solo porque la Casa Blanca se había dado un plazo de dos semanas para decidir si atacar o no, sino también porque este mismo sábado, realizó una maniobra de despiste: la Fuerza Aérea permitió que los observadores detectaran varios B-2 camino del Pacífico procedentes de la base de Whiteman, en Missouri, cuando al mismo tiempo otro contingente partía hacia el este, con destino Oriente Medio.
Además de la presencia de los B-2, para la operación Estados Unidos desplegó aviones de abastecimiento, grupos de ataque con portaviones y destructores con tecnología de radar avanzada y los submarinos de propulsión nuclear. En concreto, además del ataque de los B-2 sobre la base nuclear de Fordo, se lanzaron 30 misiles Tomahawk desde submarinos de la clase Ohio contra las bases de Natanz e Isfahán.
La decisión de Trump también rompe con su política de America First y con las críticas que el propio presidente había lanzado sobre el intervencionismo estadounidense en el extranjero en general y en Oriente Medio en particular. La intervención ha despertado algunos recelos en el seno del Partido Republicano, como el del congresista Thomas Massie, que ha calificado el ataque de este domingo como una violación de la Constitución, que restringe el poder de declarar la guerra al Congreso.
Los detalles del 'Martillo de Medianoche'
Ya este domingo por la mañana, hora de la costa este de Estados Unidos, el vicepresidente JD Vance concedió una entrevista para la NBC en la que dio explicaciones acerca de la operación contra el régimen islamista, que fue bautizada como Midnight Hammer ('Martillo de medianoche').
"La decisión final, por supuesto, se tomó justo antes. Me refiero a minutos antes de que se lanzaran las bombas. Y, por supuesto, eso fue anoche", detalló Vance.
"No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con el programa nuclear iraní. Y estamos increíblemente agradecidos y orgullosos de los pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense que hicieron un trabajo increíble anoche", agregó Vance.
El vicepresidente subrayó que Estados Unidos no tiene intención de "desplegar tropas sobre el terreno" y advirtió que Irán se enfrentará a "una fuerza abrumadora" si ataca a militares estadounidenses en la región.
Asimismo, Vance marcó distancia entre el ataque ordenado por el presidente Donald Trump y la guerra de Irak, iniciada por el también republicano George W. Bush en 2003.
"Me solidarizo con los estadounidenses exhaustos tras 25 años de conflictos en Oriente Medio. Entiendo su preocupación. Pero la diferencia es que entonces teníamos a un presidente estúpido y ahora tenemos uno que sí sabe cómo lograr los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos", expresó.
Planificado durante meses
Fuentes del Pentágono revelaron también que la operación fue planificada durante meses, a la espera de que el presidente autorizara su ejecución. Su preparación coincidió con las fallidas negociaciones entre Washington y Teherán de las últimas semanas, en un intento por alcanzar un nuevo acuerdo nuclear.
Este domingo, el Pentágono ha confirmado que todos los blancos fueron alcanzados, aunque Estados Unidos sigue evaluando la magnitud de los daños provocados contra las instalaciones nucleares iraníes.
"La evaluación de los daños provocados sigue en curso, pero nuestro análisis inicial es que toda nuestra munición de precisión impactó donde queríamos que impactara y tuvo el efecto deseado", declaró en una rueda de prensa el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
"El análisis final de los daños tardará algún tiempo, pero las evaluaciones iniciales indican que los tres sitios sufrieron daños y destrucción extremadamente severos", insistió el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine.
"La operación no tuvo como objetivo a las tropas iraníes ni al pueblo iraní. Trump ha declarado desde hace más de 10 años que Irán no debe obtener un arma nuclear, punto final. Gracias a su liderazgo audaz y visionario y a su compromiso con la paz a través de la fuerza, las ambiciones nucleares de Irán han sido destruidas", dijo Hegseth.
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