sábado, 21 de junio de 2025

La mejor piscina natural de Valencia (con embarcadero y aguas cristalinas) que recomienda National Geographic

 

La Comunitat Valenciana esconde tesoros más allá de sus conocidas playas. Uno de ellos es un paraíso de interior en la provincia de Valencia que ha captado la atención de 'National Geographic' por su singular belleza.

Ubicado en Chulilla, un pintoresco pueblo de origen medieval, este enclave combina naturaleza y patrimonio. Las casas blancas encaladas, sus calles empinadas y su castillo componen el escenario perfecto para una escapada con encanto mediterráneo.

El Charco Azul se encuentra entre las hoces del río Turia, en el Paraje Natural Municipal Los Calderones. Este embalse de aguas turquesas destaca por su embarcadero de madera, uno de los rincones más fotografiados. "Uno de esos paisajes que podrían hacerse pasar por un destino del Sudeste Asiático", describe 'National Geographic'.

Este rincón es el desenlace de la ruta de los puentes colgantes, conocida también como ruta de Los Calderones o de Los Pantaneros, que comienza en Chulilla. La senda es apta para todos los públicos, con dificultad baja y un recorrido circular de menos de dos horas.

Durante el trayecto, los senderistas atraviesan barrancos, embalses y miradores como el de Compuertas y el de la Carrucha. Los protagonistas de la excursión son los dos puentes colgantes, que alcanzan los 15 metros de altura y 20 de longitud.

Su historia se remonta a los años 50, cuando los trabajadores del embalse de Loriguilla recorrían más de cinco kilómetros diarios desde Chulilla. Con los años, el río ha formado las impresionantes paredes del cañón, que superan los 80 metros de altura.

Más allá de su paisaje, este enclave es también un referente para los aficionados a la escalada. Las paredes rocosas que rodean el cañón del Turia ofrecen rutas reconocidas internacionalmente, atrayendo a deportistas de varios países.

Para quienes buscan un plan más relajado, el Charco Azul ofrece una alternativa refrescante en los meses de calor. Sus aguas invitan al baño, rodeados de naturaleza y de las imponentes formaciones rocosas.

'National Geographic' destaca el magnetismo de su embarcadero, una pasarela de madera que parece fundirse con el agua turquesa y las montañas. "Algo tendrán para atraer a tantos transeúntes y amantes de la fotografía", señalan, en referencia al encanto cinematográfico del lugar, similar al que aparece en series como 'El Embarcadero' o 'Dawson crece'.

Chulilla, como otros destinos de interior como Montanejos, Bolbaite o Callosa d'en Sarrià, demuestra que el Levante es mucho más que playa. Su combinación de naturaleza, rutas accesibles e historia convierte al Charco Azul en una visita imprescindible para quienes buscan descubrir otro rostro de Valencia.

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