sábado, 21 de junio de 2025

Santiago, el cocinero de 30 años que duerme en el aeropuerto de Barcelona: "Llevo aquí dos meses porque no podía pagar el alquiler"

 Metropoli 


Personas sin hogar se refugian en el aeropuerto de Barcelona

A medio camino entre las llegadas y las salidas, la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat se ha convertido en una especie de refugio improvisado para Santiago —nombre ficticio puesto a petición del entrevistado—, un joven colombiano de 30 años que, como tantos otros, llegó a Barcelona en busca de una vida mejor.

Hoy, sin casa y sin trabajo, su “hogar” es una terminal aérea, según ha contado en conversación con Metrópoli.

Pertenencias de Andrés en la zona en la que duerme del aeropuerto de Barcelona

Pertenencias de Andrés en la zona en la que duerme del aeropuerto de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Santiago vino solo. En Colombia dejó a sus dos hijos pequeños y a su familia. “Quería encontrar un trabajo para poder ayudarles, para darles algo mejor”, explica con voz tranquila, mientras deja su mochila en el suelo de lo que es ahora su cama. Y durante un tiempo, lo logró.

Sin trabajo y a la calle, literalmente

Trabajó como cocinero en diferentes restaurantes, también en la cocina de un hospital. Alquiló una habitación, pagó sus gastos, mantenía contacto con su familia a distancia. Pero un día lo despidieron. Y todo empezó a tambalearse.

“No pude seguir pagando el alquiler. Y de un día para otro estaba en la calle”, dice sin dramatismo, como si lo asumiera con una resignación aprendida.

Desde entonces, duerme donde puede: en el aeropuerto, en estaciones, a veces en la playa —aunque esta última opción la evita porque “hay muchos robos y problemas” y él prefiere mantenerse al margen de todo eso, dice.

Pertenencias de Andrés en el aeropuerto de Barcelona

Pertenencias de Andrés en el aeropuerto de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Un centro de día lleno y pocas respuestas

Cada mañana, acude al centro de día de Zona Franca, donde puede ducharse y asearse, aunque, asegura que cada vez hay más gente. "Está lleno. Muchos estamos en la misma situación”, explica.

La demanda de estos servicios ha crecido en los últimos años, y aunque desde el Ayuntamiento se han implementado dispositivos para personas sin hogar, "los recursos se ven sobrepasados".

Derecho a paro

Santi no culpa a nadie directamente. Sabe que hay profesionales que se esfuerzan desde los servicios sociales, pero insiste en que "faltan manos" para poder gestionar la situación de los miles de personas que hoy en día duermen en las calles de la capital, según datos del Ayuntamiento. 

El joven ha trabajado en España durante más de un año y se enteró hace unos días gracias a los servicios sociales que visitan de vez en cuando el aeropuerto, que le corresponde el paro.

“Me explicaron que me corresponde un subsidio por haber trabajado más de un año, pero no sé cómo pedirlo. Todo es muy complicado si no sabes ni por dónde empezar, confiesa.

Una estafa que lo dejó sin ahorros

Antes de acabar durmiendo al raso, intentó alquilar una habitación en Terrassa. Contactó con un supuesto casero a través de un portal de búsqueda de vivienda, pagó 600 euros de fianza y la primera mensualidad... pero la habitación no existía. “Fue una estafa. Di todo el dinero que tenía”, lamenta. 

El joven, asegura que cuando supo que le habían estafado, al llegar al supuesto piso para dormir después de trabajar, llamó a los Mossos d'Esquadra, pero no recibió una solución.

Personas sin hogar se refugian en el aeropuerto de Barcelona

Personas sin hogar se refugian en el aeropuerto de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

A pesar de todo, no pierde la esperanza. Cada día busca trabajo en su móvil, desde el suelo de las instalaciones del aeropuerto, mientras carga su teléfono, mira anuncios. 

El joven, quien ve cada vez las cosas más difíciles, pone el foco ahora en conseguir llegar a Ibiza este verano, donde quizás hay más oportunidades laborales en la temporada de verano".

Una ciudad con luces... y sombras

Desde las instituciones se han dado pasos, pero el aumento de personas en situación de vulnerabilidad --especialmente en tiempos postpandemia y con una presión creciente sobre el mercado de la vivienda-- pone a prueba la capacidad de respuesta del sistema.

Personas sin hogar se refugian en el aeropuerto de Barcelona

Personas sin hogar se refugian en el aeropuerto de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

En la T1, los días de Santi transcurren entre anuncios de embarque y esperas largas. La terminal no es un hogar, pero al menos, como él dice, "es un lugar donde puedo cargar el móvil y seguir buscando trabajo". 

Y él sigue ahí, aferrado a la esperanza de un empleo, de un cambio y de poder volver a hablar con sus hijos sin tener que fingir que todo va bien. “Yo sigo buscando. A lo mejor mañana hay suerte”, concluye. 

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