Metropoli
Un contenedor a rebosar de basura en la calle Consell de Cent
Basura desbordada, bolsas a pie de calle y un olor que no hace falta describir. La escena, captada este lunes al mediodía en el cruce de Passeig Maragall con Indústria, se repite en otros puntos del Eixample: contenedores reventando sin que nadie los vacíe. ¿Estamos ante un simple retraso del servicio o ante un síntoma de algo más profundo?
Barcelona se vende como una ciudad verde, amable y sostenible, pero la gestión de los residuos empieza a oler a chamusquina.
¿Hay falta de personal? ¿Recortes encubiertos? ¿Descoordinación? Las preguntas se acumulan igual que las bolsas fuera del contenedor.

Contenedor desbordado de basura en Passeig Maragall con Indústria
Todo esto ocurre mientras los trabajadores de la limpieza soportan temperaturas infernales para que la ciudad no se convierta en un vertedero al aire libre.
La semana pasada, una operaria del servicio municipal murió por un golpe de calor mientras barría las calles. Una tragedia que debería haber encendido todas las alarmas.
Mientras tanto, los vecinos se preguntan si los nuevos ejes verdes también traen un servicio más lento o invisible. Y la Barcelona que presume de smart city parece incapaz de detectar una montaña de basura en pleno centro.
¿Quién limpia la ciudad cuando el sistema falla? ¿Y quién responde?
No hay comentarios:
Publicar un comentario