lunes, 21 de julio de 2025

Trucos y mejoras para aumentar la velocidad de Windows 11

 

Windows 11 ha introducido novedades que han impactado directamente en el funcionamiento y la velocidad de los ordenadores. Sin embargo, muchos usuarios han notado que el sistema puede ralentizarse, especialmente en equipos con hardware exigente o tras varios meses de uso. Optimizar la velocidad es uno de los temas más discutidos entre quienes buscan una experiencia más fluida, ya se trate de ordenadores nuevos o antiguos.

Con el avance de las actualizaciones y la llegada de nuevas funciones, surgen trucos y ajustes para exprimir al máximo el rendimiento de Windows 11. Desde modificar configuraciones ocultas hasta aprovechar herramientas nativas y consejos poco conocidos, existen alternativas eficaces para que el sistema operativo responda mejor, evitando los molestos parones o la sensación de lentitud.

Desactivar los efectos visuales y animaciones para obtener mayor fluidez

Uno de los ajustes más efectivos consiste en quitar los efectos de animación que incorpora Windows 11 por defecto. Aunque estas transiciones hacen atractiva la interfaz, pueden provocar que el sistema se perciba pesado incluso en equipos potentes. Desactivarlos es sencillo:

  • Accede a Configuración con Windows + I.
  • Entra en Accesibilidad > Efectos visuales y apaga la opción de «Efectos de animación».

Otra vía para conseguir un entorno más ágil es utilizar la herramienta «sysdm.cpl» desde el menú de ejecución, ir a la pestaña Avanzado > Rendimiento, y allí desmarcar las opciones relacionadas con animaciones.

Actualizaciones constantes: sistema operativo y controladores

El mantenimiento del sistema es crucial para su velocidad y estabilidad. Mantener Windows 11 actualizado, junto a los drivers, ayuda a evitar cuellos de botella y problemas de compatibilidad que pueden ralentizar la máquina. Desde el panel de Windows Update es posible buscar nuevas versiones y, en las opciones avanzadas, instalar actualizaciones opcionales de los controladores.

No solo mejora el rendimiento, sino que también refuerza la seguridad y previene fallos inesperados tras instalar nuevas aplicaciones o periféricos.

Herramientas para optimización y limpieza

Hay utilidades externas y nativas que favorecen el buen funcionamiento. Por ejemplo, el Sensor de Almacenamiento permite borrar archivos temporales y liberar espacio automáticamente, evitando la acumulación de datos innecesarios que puede hacer que el PC vaya más lento.

Otras herramientas como Autoruns o PowerToys permiten gestionar qué programas arrancan junto al sistema y desactivar procesos ocultos que consumen recursos. Poder controlar estos elementos desde su origen ayuda a optimizar la velocidad de inicio y el uso diario.

Mejora el almacenamiento y gestiona las redes

Disponer de un disco SSD NVMe y asegurarse de que funciones como TRIM están activas es fundamental para que la transferencia de datos sea rápida. Windows 11 realiza el mantenimiento de forma automática, pero también es posible forzar esta acción con comandos sencillos desde la consola.

Por otro lado, la gestión de las redes puede influir en el rendimiento si el sistema comparte ancho de banda con otros dispositivos. Desactivar la opción de «Permitir descargas de otros dispositivos» dentro de Windows Update > Opciones avanzadas > Optimización de distribución puede evitar que el equipo se sobre cargue innecesariamente.

La inteligencia artificial se suma a la velocidad: Mu, el nuevo agente local

Recientemente, Microsoft ha presentado Mu, un modelo de IA integrado localmente en Windows 11 para equipos Copilot+. Esta tecnología actúa como un asistente en la configuración, interpretando peticiones en lenguaje natural y ejecutando cambios rápidamente sin depender de la nube.

Gracias a una arquitectura optimizada, Mu destaca por su baja latencia y alta velocidad de respuesta, permitiendo gestionar funciones internas de Windows 11 con mayor rapidez y eficiencia. Se ejecuta en la unidad de procesamiento neuronal (NPU) del PC, lo que reduce el consumo de recursos y agiliza la interacción con las opciones del sistema, sobre todo cuando se trata de acciones complejas o personalizadas.

Lograr que Windows 11 vaya más rápido está al alcance de cualquier persona, siguiendo una serie de ajustes sencillos y consejos que cubren desde configuraciones visuales hasta el aprovechamiento de nuevas herramientas y tecnologías implementadas por Microsoft. El equilibrio entre estética, funcionalidad y rendimiento es posible aplicando estos trucos.

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