viernes, 15 de agosto de 2025

La historia se repite: 16 horas de espera en Santiago por una ambulancia

 

Nueva situación de estrés para la familia de una paciente del Complexo Hospitalario Clínico de Santiago como consecuencia de la larga demora de la ambulancia que debía trasladarla a su domicilio, en este caso en el casco urbano de Santiago, una vez recibida el alta hospitalaria.

Y es que, según explica su hija Mari González Fernández en conversación con EL CORREO GALLEGO, «la ambulancia no llegó a por mi madre hasta las 06:15 horas del martes, pese a que la médica nos había dado el alta el lunes a las 14:00 horas».

Ha presentado una reclamación en Fontiñas

Dieciséis horas de espera durante las que deja claro que «el trato por parte de todo el personal del Clínico, y también de los de la ambulancia cuando llegaron, fue muy bueno, no tengo ninguna queja sobre ellos», pero muestra su absoluta incomprensión por semejante demora y afirma que ayer mismo «presenté una reclamación en el centro de salud de Fontiñas pidiendo explicaciones sobre lo sucedido». «Quiero que algún responsable me diga qué haría si fuera su madre la que se encuentra en esta situación».

Mari González relata que su madre es una mujer de 80 años «con problemas de movilidad, con un grado tres de dependencia y con tantas patologías que, como había que hacerle un TAC con contraste, decidieron ingresarla el domingo para realizárselo el lunes». Añade que «su doctora me dijo que todo había salido bien, que nos mandaba a casa y nos daba la cita para ver los resultados en septiembre, y entonces fue cuando le comenté si podíamos llevarla en ambulancia porque en casa no hay ascensor, ella estaba muy débil y se pidió».

«Volvimos a meterla en la cama porque no llegaba»

Ya con todos los informes, apunta que «empezaban a pasar las horas y seguíamos esperando, y hasta pregunté si la médica se habría olvidado de solicitar la ambulancia o habría sucedido algún imprevisto, pero me confirmaron que estaba pedida, con lo que hacia las 18:00 horas volvimos a meterla en la cama de la habitación porque se encontraba muy nerviosa y llorando, y hasta vinieron las enfermeras a ver si podían tranquilizarla».

Una tensa espera que fue prolongándose, a pesar de que según ella «trasladaron a su compañera a otra habitación porque una celadora nos dijo que iban a subir dos ingresos de Urgencias y Reanimación, pero que mientras estuviera mi madre allí no podían preparar la habitación para que fueran instalados en ella los nuevos pacientes».

En mayo sufrieron una demora de siete horas

Recuerda que en el pasado mes de mayo, en una de las ocasiones en las que su madre tuvo que ser hospitalizada en Santiago, «nos dieron el alta a las doce de la noche y la ambulancia no llegó hasta las siete de la mañana; pero entonces, como se veía que había mucha gente en el hospital, tampoco le di demasiada importancia».

Asegura entender que «tiene que haber unas prioridades, que no es por orden de petición y que tampoco por ser de Santiago vas a ser el primero, porque no lo veo justo, pero me parece increíble tener que esperar 16 horas», e incide en que «puede haber un margen de entre dos y cuatro horas de demora», pero subraya que «tampoco me parece conveniente sacar a una persona como mi madre de madrugada, desorientada».

Personas de avanzada edad y salud delicada

Comenta que esa noche alguien mencionó que había hasta «doce personas en el Clínico esperando por una ambulancia», e incide en que generalmente los usuarios de este servicio son «personas mayores con una salud delicada, que lo único que quieren es poder llegar a su casa cuanto antes y estar con los suyos».

El caso de la madre de Mari González se suma al de la progenitora de Manuel Herrero, también de avanzada edad, y quien esperó por una ambulancia para el traslado a su domicilio de Lalín durante un período de catorce horas el pasado domingo.

Traslado formal de una queja desde el CHUS

Desde la Gerencia del CHUS se han comprometido a trasladar formalmente una queja sobre una situación que admitían desconocer, así como a activar los mecanismos habilitados para este tipo de casos, además de lamentar los retrasos y los problemas que ello haya podido ocasionar.

El Complexo Hospitalario Universitario de Santiago recuerda también que actualmente y desde el mes de octubre del año pasado se encuentra en vigor un nuevo contrato del servicio de ambulancias de transporte sanitario no urgente. Un servicio que vio la luz tras un nuevo proceso de licitación pública, en el que se incluían considerables mejoras, tanto laborales como a nivel económico, que había fijadas en el último convenio colectivo aprobado para el sector en la comunidad gallega.

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