El emblemático horno centenario Can na Juanaineta de Alaró continúa endulzando la vida del municipio mallorquín tras más de cien años de historia. Fundado en 1923, este establecimiento ubicado en la transitada calle de Enmig ha logrado mantener vivas las recetas tradicionales de la gastronomía balear mientras se adapta a los nuevos tiempos. Tras cuatro generaciones bajo la dirección de la familia Guasp, desde 2021 Gabriel Enric Vidal Carreres y Francisca Maria Vidal Canyelles han tomado las riendas de este negocio que conecta el pasado con el presente en el corazón de Alaró.

La esencia de Can na Juanaineta reside en su producción artesanal de panes y repostería mallorquina, tanto dulce como salada, elaborada siguiendo métodos tradicionales. Entre sus especialidades más demandadas destacan las ensaimadas, la coca de patata y la coca de albaricoque, junto con otros productos típicos como las panades, cocarrois y cocas de verdura. El establecimiento también ofrece una variada selección de postres isleños como el gató d'ametla, el cardenal y las duquesas, todos elaborados con ingredientes de primera calidad y siguiendo recetas centenarias que han pasado de generación en generación.

La calidad y autenticidad de sus productos está avalada por su pertenencia a la marca «Pa d'aquí, forn i tradició», un distintivo que reconoce a aquellos establecimientos comprometidos con la elaboración de pan siguiendo los métodos tradicionales de las Illes Balears. Esta certificación supone un reconocimiento a la labor de conservación del patrimonio gastronómico que realiza el horno, manteniendo vivas recetas que forman parte de la identidad cultural mallorquina.

Un espacio que conserva la esencia del pasado

El local de Can na Juanaineta no solo destaca por sus productos, sino también por la preservación de elementos arquitectónicos y decorativos originales que transportan a los clientes a otra época. El portal de piedra viva y las puertas de olivo son testigos silenciosos de más de un siglo de historia, mientras que la decoración interior, repleta de herramientas y utensilios antiguos relacionados con el oficio panadero, crea un ambiente único que combina tradición y autenticidad.

A pesar de mantener esta estética tradicional, los actuales propietarios han realizado importantes inversiones en maquinaria y mobiliario para modernizar el proceso de producción. Esta combinación de respeto por la tradición y adaptación a las nuevas tecnologías ha permitido que el negocio siga siendo viable en pleno siglo XXI sin perder su esencia. El antiguo horno, aunque actualmente en desuso, permanece en el establecimiento como símbolo de las raíces y la historia del negocio.

Un referente gastronómico para toda la comunidad

La clientela de Can na Juanaineta abarca diferentes generaciones de vecinos de Alaró y visitantes que acuden atraídos por la calidad y autenticidad de sus productos. La venta diaria se intensifica notablemente durante los fines de semana, cuando muchas familias mantienen la tradición de comprar pan y dulces recién horneados para sus reuniones y celebraciones. Este incremento en la demanda es un reflejo del cariño y la confianza que la comunidad deposita en este centenario establecimiento.

Además de los productos tradicionales, en los últimos años el horno ha incorporado postres más contemporáneos como el lemon pie y el pastel de chocolate, adaptándose así a los nuevos gustos sin abandonar su esencia. Esta capacidad para evolucionar sin perder la identidad es una de las claves que explican la longevidad del negocio, que en 2023 celebró su primer centenario y ahora, en 2025, continúa siendo un pilar fundamental en la vida social y gastronómica de Alaró.

Can na Juanaineta representa un ejemplo de resistencia frente a la desaparición del comercio tradicional que afecta a muchos pueblos y ciudades. En un contexto donde las grandes superficies y las cadenas de panadería industrial ganan terreno, establecimientos como este demuestran que existe un espacio para negocios familiares que apuestan por la calidad, la tradición y la cercanía con el cliente.

El horno centenario forma parte del patrimonio cultural e histórico de Alaró, contribuyendo a preservar sabores y técnicas artesanales que corren el riesgo de perderse. Su presencia en la calle de Enmig, conectando Los Damunt con la plaza central, va más allá de lo comercial para convertirse en un punto de encuentro y socialización para los habitantes del municipio, reforzando los lazos comunitarios y el sentimiento de pertenencia.