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Ya ha comenzado la temporada de baño en Barcelona, pero aunque el mar es una opción de ocio y de disfrute también arrastra las problemáticas derivadas de la actividad humana. El mar acaba siendo el destino final de toneladas de plástico. Así lo confirma un estudio elaborado por investigadores de la UPC y la UB, que han concluido que cada año se asoman a la costa de Barcelona siete toneladas de residuos plásticos.

Durante dos años, se ha monitoreado la costa de Barcelona para cuantificar los desechos marinos flotantes e identificar cómo se transportan y dónde se acumulan los residuos plásticos. El resultado indica que la concentración de microplásticos flotantes en algunas playas de Barcelona es muy elevada, con valores que llegan a 44 fragmentos por metro cuadrado, una magnitud superior a la que se registra en zonas que tienen una gran acumulación de desechos marinos, como el Giro del Pacífico Sur.

"Las playas donde más cantidad de plástico encontramos son la Barceloneta, Sant Sebastià y Sant Miquel, principalmente porque los puntos de drenaje de aguas residuales y pluviales están muy cerca", ha explicado José Alsina, investigador del Laboratorio de Ingeniería Marítima (LIM) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en una entrevista al básicos.

Plásticos que derivan sobre todo del río Llobregat

El estudio apunta que en los últimos años, la cantidad de micro y macroplásticos que salen de los ríos Llobregat y Besòs y de las descargas de sistemas unitarios (DSU) es de aproximadamente de 40.000 millones de partículas por año, equivalentes a unas siete toneladas.

La mayor parte de estos residuos provienen del río Llobregat, que vierte unos 28.000 millones de partículas anuales (4,4 toneladas), seguido del río Besòs, con 11.000 millones de partículas (1,7 toneladas). Precisamente en el Llobregat, se ha detectado que cerca de un 15 % de los microplásticos que transporta provienen del césped artificial: "Son fibras que se descuelven del rozamiento y que son muy fáciles de identificar cuando hacemos los análisis", explica Anna Sánchez Vidal, del grupo de investigación Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona (UB). Las fibras de césped artificial representan unas entradas anuales de 12 millones.

Los tipos de plástico más frecuente son fragmentos y films de color transparente, sobre todo de polietileno y polipropileno. También son importantes los desechos de toallitas húmedas.