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Cientos de jueces y fiscales se concentraron este sábado a las puertas del Tribunal Supremo para protestar por la reforma legislativa del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que modifica las condiciones de acceso a ambas carreras, bajo el lema "Sin Estado de derecho no hay democracia".
Este acto reivindicativo ha sido el preludio de una huelga convocada por jueces y fiscales para la semana que viene: el martes 1, el miércoles 2 y el jueves 3 de julio.
Durante la concentración se dio lectura a un comunicado que fue leído por los portavoces de las cinco asociaciones de jueces y fiscales convocantes: María Jesús del Barco, presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM); Sergio Oliva Parrilla, portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV); Fernando Portillo, presidente del Foro Judicial Independiente (FJI); Cristina Dexeus, presidenta de la Asociación de Fiscales (AF) y Miguel Pallarés, presidente de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).
El manifiesto asegura que la protesta "no es contra el Poder Ejecutivo" ni tampoco "contra el Poder Legislativo: es un acto a favor del Poder Judicial. Estamos aquí para defender lo de todos".
Los convocantes recordaron que la Constitución de 1978 implantó en España el Estado de derecho basado en el imperio de la ley, la separación de poderes y la existencia de un Poder Judicial independiente de "toda injerencia política", que es "clave para hablar de una democracia real".

"Riesgo de selección idelógica"
Entienden los convocantes que los proyectos de reforma del Poder Judicial y del Estatuto Fiscal "no responden a demanda social alguna" y se tramitan por el procedimiento de urgencia "sin ninguna razón para ello".
A su entender, estos proyectos rebajarán la excelencia de conocimientos en el acceso a las carreras judicial y fiscal, introduciendo pruebas "más subjetivas y susceptibles de filtración".
Critican también el intento de crear un centro de preparación de opositores dependiente directamente del Gobierno, "con el consiguiente riesgo de selección ideológica de los futuros jueces y fiscales del país". Además, se convertirá a 1.000 jueces y fiscales sustitutos en jueces y fiscales cuando acumulen cinco años de experiencia, violentando "los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, perjudicando a las promociones más jóvenes y a los miles de opositores que se están sacrificando para alcanzar su sueño de ser juez o fiscal".
Bolaños: no afectará a la independencia judicial
Tras la manifestación, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha asegurado que "ni una sola línea" de la reforma judicial que impulsa el Gobierno afecta a la independencia de jueces y fiscales.
En una comparecencia ante los medios, Bolaños ha respondido así a los jueces y fiscales que hoy se concentraron ante el Tribunal Supremo, ha considerado "infundadas" las críticas de estos colectivos contra esa reforma judicial y ha pedido respeto al poder legislativo.
Bolaños ha comparado esta reforma judicial con la aprobación hace dos décadas del matrimonio igualitario, y ha pronosticado que "con el tiempo, como ha ocurrido con el matrimonio igualitario, las críticas se mostrarán injustificadas".
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