Metropoli

Centro penitenciario Brians 1 (Sant Esteve Sesrovires)
Enfado entre los funcionarios de prisiones por la medida adoptada por la dirección de la penitenciaría de Brians 2 de suministrar papel de plata sin plomo a los internos.
El objetivo de la medida es el de garantizar un consumo seguro de drogas por la vía de la inhalación, evitando intoxicaciones por este metal pesado.
Según ha explicado CSIF, la autorización de esta medida "contradice las funciones de seguridad y disciplina propias del ámbito penitenciario".
Afean, en este sentido, que la cárcel apueste por "un modelo de apoyo logístico al consumo" de sustancias en vez de "reeducación, tratamiento y reinserción".
"Normalizar el consumo"
“Esta nueva medida es la prueba evidente de una estrategia errónea que normaliza el consumo de drogas en lugar de combatirlo”, añaden.
La medida, desgranan, se suma al Programa de Intercambio de Jeringuillas (PIX), vigente desde hace más de dos décadas y por el que se suministran jeringuillas seguras para evitar el contagio de enfermedades.

Interior del Centro Penitenciario Brians 1
Objetos punzantes
No obstante, supone un riesgo para internos y trabajadores, pues brinda acceso a los primeros a objetos punzantes.
Por ello, la medida "no hace más que institucionalizar el fracaso del sistema penitenciario, ya que parte de la premisa de que el consumo de sustancias es inevitable, a pesar de ser ilegal".
Y exigen un modelo en el que se garantice tratamientos efectivos y asistencia psicológica para la población reclusa en situación de drogodependencia.

Exterior de la prisión de Brians 1 (Sant Esteve Sesrovires)
"Los internos tienen derecho a la atención sanitaria y al apoyo psicológico, pero también tienen
deberes, y drogarse no es —ni debe ser— un derecho a proteger dentro de las prisiones" sentencian.
El sindicato reclama un cambio de rumbo inmediato que "ponga fin a esta deriva permisiva y ponga el foco en la seguridad, la responsabilidad institucional y la verdadera rehabilitación de la población reclusa"
"Los trabajadores penitenciarios no pueden seguir asumiendo los riesgos derivados de decisiones políticas y técnicas tomadas desde los despachos. Es urgente recuperar el sentido común, el orden y la coherencia en las prisiones catalanas", concluye el sindicato.
Supervisión del CAS
Fuentes de la Generalitat, por su parte, explican que es una medida que acompaña a los programas de rehabilitación para los internos. Cerca del 40% de la población reclusa de Brians 1 sufre algún tipo de drogodependencia.
La iniciativa, propuesta y supervisada por el Centre d'Atenció i Seguiment (CAS) del centro, sirve para evitar intoxicaciones y contagios a causa de los consumos y consideran que, al favorecer el consumo por la vía nasal, se reduce también el riesgo de sobredosis.

La prisión de Brians 2 / EUROPA PRESS
Aun así, recuerdan que la distribución de este papel de plata no es libre "ni pretende facilitar el consumo", sino que está restringida bajo autorización previa del propio CAS.
Estas medidas se aplican en todos los centros a pie de calle distribuidos por Catalunya y que tratan a los ciudadanos con problemas de adicción.
Con todo, aseguran que se trata de una medida complementaria con los programas de seguimiento y rehabilitación que persigue "trabajar por la eliminación de la drogodependencia en la población reclusa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario