sábado, 21 de junio de 2025

Últimos movimientos sísmicos en Oaxaca: magnitudes, epicentros y prevención

 

Durante los últimos días, el estado de Oaxaca ha vuelto a ser el centro de atención debido a la actividad sísmica registrada a lo largo de junio de 2025. Diferentes municipios han experimentado movimientos telúricos que, aunque no han causado daños materiales ni víctimas según los primeros reportes, han recordado la importancia de estar prevenidos ante este tipo de fenómenos naturales.

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha confirmado varios temblores, los cuales han sido percibidos principalmente en zonas como Matías RomeroRío Grande y áreas cercanas a Salina CruzEstos acontecimientos han puesto en alerta a la población local, que sabe bien que vivir en una región sísmica implica estar siempre preparados.

Magnitudes y ubicaciones de los temblores recientes

Entre el 13 y el 18 de junio de 2025, se han detectado varios movimientos sísmicos de diferentes magnitudes:

  • El viernes 13 de junio, un sismo de 4.1 sacudió la zona de Matías Romero, con epicentro a unos 60 km al noreste de este municipio y a una profundidad de 136.2 km.
  • El 15 de junio, se reportó un temblor de 4.2 de magnitud también al noreste de Matías Romero, a 55 km de la población, con 128.9 km de profundidad.
  • El 16 de junio, la región de Río Grande fue epicentro de un movimiento sísmico de 4.0 de magnitud, localizado a 17 km al noroeste de la localidad y a 23.4 km de profundidad.
  • Esa misma jornada, otro evento de 4.7 sacudió el sur de Salina Cruz, a 91 km del municipio y con una profundidad de 15 km.
  • El 18 de junio, se detectó un nuevo movimiento de 4.0 al suroeste de Matías Romero, con el epicentro a apenas 11 km y una profundidad de 91 km.
  • Además, en fechas cercanas se notificó un sismo de 5.0 al sureste de Salina Cruz, a tan solo 10 km de profundidad.

En ninguno de estos casos, las autoridades han informado sobre daños relevantes o víctimas, sin embargo, la vigilancia y la información oportuna siguen siendo esenciales.

¿A qué se deben los constantes sismos en Oaxaca?

El territorio mexicano, y especialmente Oaxaca, se localiza en una zona de alta actividad tectónica. El país se encuentra sobre la confluencia de varias placas: la de Norteamérica, Cocos, Pacífico, Rivera y del Caribe. Esta situación genera la acumulación y liberación de energía en forma de sismos que, en la mayoría de los casos, son leves pero de vez en cuando pueden alcanzar magnitudes preocupantes.

Los expertos subrayan que no es posible predecir con precisión cuándo ni dónde sucederá el siguiente gran terremoto. Aunque la tecnología permite monitorear la actividad sísmica casi en tiempo real, hasta ahora ningún método puede anticipar estos movimientos de manera fiable.

Prevención y recomendaciones básicas ante los sismos

Dado que los sismos no se pueden evitar ni predecir, el mejor escudo es la prevención. Las autoridades recomiendan a la población mantener actualizado un plan familiar de emergencia y saber cómo actuar antes, durante y después de un temblor. Algunas pautas importantes incluyen:

  • Antes del sismo: elabora un plan de protección civil en familia, identifica las zonas seguras de tu casa y participa en simulacros. Tener a mano una mochila de emergencia con agua, alimentos, linterna, medicamentos y documentos clave puede marcar la diferencia.
  • Durante el sismo: mantén la calma, refúgiate bajo muebles sólidos, aléjate de ventanas y objetos que puedan caer. Si vas conduciendo, detén el vehículo lejos de puentes y postes.
  • Después del sismo: revisa el estado de la vivienda, no enciendas cerillas hasta comprobar que no hay fugas de gas, y mantente informado solo a través de fuentes oficiales.

Muchos ciudadanos de Oaxaca ya han interiorizado estos consejos, pero nunca está de más practicarlos y actualizarlos.

Historia sísmica de Oaxaca y grandes terremotos

Oaxaca ha sido escenario de temblores históricos que han marcado la memoria colectiva. El 28 de marzo de 1787, se produjo el terremoto más potente registrado en México hasta hoy, con una magnitud estimada de 8.6 y epicentro en la costa oaxaqueña, un evento que incluso provocó un tsunami capaz de avanzar varios kilómetros tierra adentro.

Estudios como los realizados por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) advierten que la región, especialmente la Brecha de Guerrero, sigue acumulando energía suficiente para generar sismos de gran magnitud en el futuro, lo que obliga a la población a estar en constante alerta.

Otros episodios trágicos, aunque no exclusivos de Oaxaca, como los terremotos de 1985 y 2017, refuerzan la necesidad de no bajar nunca la guardia.

Tener presentes estas lecciones históricas, junto con las modernas recomendaciones de protección civil, permite a la población oaxaqueña convivir con una naturaleza impredecible pero no invencible, siempre desde la preparación y la prudencia.

La actividad sísmica recentísima en Oaxaca pone de manifiesto la importancia de mantener una postura vigilante y responsable ante los sismos. Aunque la mayoría de los temblores han sido de baja o moderada intensidad y sin consecuencias graves, nunca está de más revisar nuestro plan de emergencia y estar atentos a las comunicaciones de las autoridades. Vivir en una zona sísmica implica adaptarse, informarse y seguir aprendiendo a protegerse a uno mismo y a los suyos.

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