
A Coruña y Santiago de Compostela acaban de dar luz verde a la tasa turística. Ambas ciudades gallegas se incorporan al creciente grupo de municipios españoles que cobran este gravamen a los visitantes para compensar el impacto del turismo y financiar servicios e infraestructuras públicas. Este impuesto, que se aplica habitualmente por pernoctación en alojamientos turísticos, ya es una realidad en Cataluña y Baleares. Pero también se prepara su entrada en vigor en otros lugares, como Vigo, Toledo o todo el País Vasco.
A Coruña será la primera ciudad gallega en estrenar la tasa turística. El pleno municipal aprobó el jueves 31 de julio su implantación, que se aplicará en septiembre con tarifas que oscilarán entre uno y 2,25 euros por noche y persona. Los pasajeros de cruceros estarán exentos hasta el 1 de enero de 2026. En Santiago de Compostela, los alojamientos deberán empezar a cobrar este suplemento a partir del 1 de octubre, con tarifas similares a las de la ciudad herculina.
Las pioneras de la tasa turística en España
Cataluña fue la primera comunidad autónoma en aplicar una tasa turística en 2012. Desde entonces, el impuesto se ha convertido en una fuente de financiación para el mantenimiento de infraestructuras y la gestión del turismo. La cuantía varía según la categoría del alojamiento y la ubicación. Barcelona ya ha anunciado un acuerdo para duplicar el importe actual. A partir de 2029, la tasa en la capital podría situarse entre los 10 y 15 euros por persona y noche. Otros municipios catalanes también podrán incorporarlo por primera vez en los próximos años.
Baleares también aplica desde 2016 esta 'ecotasa'. En temporada alta, la tarifa oscila entre uno y cuatro euros por persona y noche, mientras que en temporada baja se reduce en un 75%. A partir de la novena noche, también se aplica una reducción del 50%, con el fin de incentivar estancias más largas.
Nuevos destinos con tasas pendientes de aprobación
Toledo se prepara para introducir a lo largo de 2025 una tasa dirigida a los visitantes que llegan en viajes organizados en autobús sin pernoctar. El coste será de entre uno y 1,5 euros por persona. Y la misma intención tiene Vigo. Su alcalde, Abel Caballero, ha confirmado que la ciudad olívica aplicará un impuesto turístico que afectará tanto a los huéspedes de hoteles como a quienes se alojen en pisos turísticos o lleguen en crucero. Según la normativa, la tasa se situará entre uno y 2,5 euros por persona y noche, con un máximo de cinco días.
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