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Buscar piso de alquiler a un precio más o menos razonable en Barcelona se ha convertido casi en misión imposible y cuando sale alguno en el mercado hay situaciones surrealistas como la de este lunes. Decenas de candidatos se acumularon frente a un piso del número 485 de la calle de Còrsega, en el barrio de El Camp d'en Grassot, para poder alquilarlo. El joven Gregorio Moscato es uno de ellos y afirma que nunca se había encontrado un hecho similar.

Según ha podido saber el presidentede betevé, la inmobiliaria anunció la vivienda en Idealista y convocó a todos los interesados en la misma franja horaria. El piso en cuestión tiene 50 m² y tres habitaciones y se alquila por 923 € al mes. No es una ganga, pero lo cierto es que por menos de 1.000 € ahora se encuentran muy pocos. La fórmula de visita abierta generó caos en el edificio y el trabajador de la agencia optó por cantar en voz alta los papeles requeridos, como las últimas nóminas o el contrato de trabajo.

L’escala comunitària de Còrsega, 485, plena de candidats al lloguer

Requisitos dudosos y un piso a medio hacer

De hecho, más allá de la gente, Moscato ha explicado a los básicos que incluso algunos de los requisitos para entrar a vivir eran abusivos. En un vídeo al que ha tenido acceso betevé se ve cómo se exige pagar el ITP, el impuesto de transmisiones patrimoniales, y eso que el inquilino de una vivienda habitual está exento. Además, critica que el piso todavía está a medio reformar y que se ha enseñado sin luz ni en el comedor ni en dos habitaciones porque la instalación eléctrica no está lista.

Todo ello ha causado revuelo entre el vecindario, que quedó del todo sorprendido con la cantidad de personas que se presentaron. La presidenta de la comunidad de propietarios narra que al salir de casa se encontraron la escalera comunitaria invadida y no pudieron ni coger el ascensor. "Yo creo que debían subir a ver el piso, el 4º 1ª, 150 personas. ¡Muchas, muchísimas!", dice Marta. Moscato afirma que unos 10 minutos antes de la visita la calle ya estaba llena de gente y que el trabajador de la inmobiliaria hacía la visita para 10 o 15 personas de golpe.

Ruido, suciedad y molestias en el vecindario

Marta añade que el propietario del 4º 1ª tiene tres pisos más alquilados en la misma finca. Ha hecho obras en algunos y lamenta que esto ha provocado problemas de ruido y suciedad y otras molestias a los vecinos. El caso de Còsega, 485, lo ha hecho público la Xarxa d'Habitatge d'Horta-Vallès a través de X. Carles Lleida, miembro del colectivo, considera que es una astilla más de la crisis de la vivienda: "Nos encontramos en una situación lamentable y nos intentamos organizar para pararla".

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