"Mi padre fue a rehabilitarse tras la Covid y resultó ser un matadero"

CLAUDIA IBÁÑEZ  ...........   ElCaso   

Miguel Maeso Martínez, de 74 años, ingresó en el hospital de campaña La Fe de Valencia con coronavirus.

Su familia intentó sacarlo para seguir su recuperación en casa y no les dejaron. El hombre murió semanas más tarde. Su hija Mayka, de 39 años, revela ahora su historia.

La hija de Miguel, muerto de coronavirus, relata su historia

El padre de Mayka Maeso, Miguel, ingresó en este hospital de campaña, apodado 'la vieja Fe', el pasado 23 de diciembre, tras pasar 18 días en el Hospital Clínico de Valencia. Lo hacía con un muy buen pronóstico.

Según relata la hija en una entrevista con el medio El Español, "nos llegaron a decir en el Clínico que le iban a dar el alta con oxígeno domiciliario, porque la neumonía apenas aparecía.

Pero finalmente nos dijeron que mejor pasar unos días en la vieja Fe, porque era como un centro de rehabilitación del que ya podría salir valiéndose por sí mismo".

"Resultó ser un matadero"

Sin embargo, "lo que iba a ser un lugar para rehabilitarse resultó ser un matadero", denuncia en la misma entrevista.

Según Mayka, tras un día en la antigua Escuela de Enfermería convertida en hospital de campaña por la pandemia del coronavirus, el propio Miguel les dijo por teléfono que estaba muy mal.

El hospital improvisado, apodado 'la vieja Fe', era una antigua escuela de enfermería que se recuperó para aliviar otros centros durante la pandemia / Google Maps

Ante esto, la familia, pensando que la estancia en el centro de rehabilitación se trataba de algo voluntario, fue a recoger al hombre de 74 años el día de Nochebuena.

"Íbamos a llevárnoslo a la sanidad privada. Tenía ya el sitio reservado y todo. Pero no nos dejaron, nos dijeron que no podía salir de forma voluntaria. Ahí empezamos a darnos cuenta de dónde estaba realmente".

"Se quedó dos veces sin comer y no había agua caliente"

Durante su última semana de vida, que pasó en este centro, la familia escuchaba horrorizada los testimonios de Miguel por teléfono.

"Llamo y no vienen, llamo y no vienen, me decía mi padre. Se quedó dos veces sin comer. Una porque se le rompió el cubierto de plástico y el chico se fue a por otro, pero ya no volvió. Otra, porque le dijeron que no daban abasto y que no podían darle la comida. Le pidieron que lo intentara, pero él no tenía fuerzas. Se quedó sin comer delante de la comida" denuncia su hija al medio mencionado.

"También nos dijo que le lavaban con agua fría porque no había agua caliente en el hospital, que tampoco tenían televisión ni nada para entretenerse".

Un personal "totalmente sobrepasado por la situación"

La mujer describe al personal del centro como "totalmente sobrepasado por la situación". Tampoco había suficiente personal auxiliar: "Mi padre hacía pipi o caca y tardaban hora y media en ir a cambiarle el pañal. Yo misma le oí al personal el día 25 que llegaron a quedarse sin empapadores".

Miguel empeoró seriamente en Nochevieja. El 1 de enero fue trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Valencia, e ingresado en la UCI. Y diez días más tarde murió.

Tampoco recibieron ningún informe tras su muerte, tan solo algunas pertenencias y su dentadura postiza.

Mayka concluye advirtiendo que la familia "no descarta emprender acciones legales contra la Conselleria de Sanidad" porque "no entendemos que mi padre haya pasado de irse a casa a acabar muerto tras pasar por la vieja Fe".