El número de miembros de las bandas latinas en la Comunidad de Madrid se 

ha 

duplicado en apenas dos años por la pandemia del coronaviruspasando de

 unos

 1.200 a los 2.500 que habría adscritos a estos grupos en la actualidad. Son 

datos del Segundo Observatorio de Bandas Latinas en la Comunidad de 

Madrid 

realizado por el Centro de Ayuda Cristiano, que revela además que se ha 

adelantado la edad de incorporación a estas organizaciones a los 11 años de 

edad. 

"Con la aparición de las redes sociales y la facilidad de acceso, la edad de 

incorporación a las pandillas también se ha adelantado este último año y en 

varias 

de ellas se han detectado jóvenes a partir de los 11 años de edad

aunque el grueso lo componen pandilleros entre 15 y 23 años", señala el 

informe 

realizado por la institución religiosa, que avanza que en las bandas latinas 

que 

operan en Madrid habría unos 500 jóvenes entre los 11 y los 13 años, unos 

1.200 

entre 14 y 18 años y unos 800 entre 19 y 25 años.

"La captación en los centros de enseñanza ha crecido durante la pandemia

 al estar 

cerradas las matiné (sesión de tarde) de las discotecas, que 

históricamente eran puntos de captación de las bandas, en muchas 

ocasiones 

dueñas incluso de los locales", añade el texto.

El documento explica que las bandas están centrando sus esfuerzos en la 

búsqueda de menores que ronden los 11 años puesto que "cuando hay 

una reyerta, son ellos los encargados de portar las armas para, en caso de ser 

detenidos por la policía, evitar ir a la cárcel por su corta edad y, en el peor de 

los 

casos, pasar una breve temporada en los centros de menores". 

En España, la conocida como Ley del Menor se señala en su artículo 3 que 

"cuando el autor de los hechos sea menor de 14 años, no se le exigen 

responsabilidades de acuerdo con esta Ley, sino que se le aplicará lo 

dispuesto en las normas sobre protección de menores previstas 

en el Código Civil y demás disposiciones vigentes". En la práctica, el

 Ministerio 

Fiscal deriva el caso a Servicios Sociales cuando tiene constancia del caso

, pero en ningún momento se puede actuar contra el menor porque judicialmente no 

es responsable.

Radiografía de bandas latinas en Madrid
Radiografía de bandas latinas en Madrid
Carlos Gámez

Ingresan 9,6 millones de euros por el pago de cuotas

El observatorio, cuya información proviene directamente de testimonios de 

adolescentes que han salido o están de proceso de abandonar una banda, 

avanza por primera vez también por primera vez una cifra sobre los ingresos 

que 

obtienen estas bandas juveniles por las cuotas de pertenencia que pagan sus 

miembros. 

Las estimaciones del Centro de Ayuda Cristiano arrojan una media semanal 

solo en 

cuotas de unos 185.000 euros, lo que anualmente supondría unos 9,6 millones 

de euros. Y todo ello sin contar lo que obtienen de los robos, la venta de 

droga o el

 pago que exigen a algunos jóvenes que quieren abandonar la banda, que 

ronda los 

3.000 euros. 

Este dinero se destina a "organizar fiestas para fidelizar al colectivo, ayudar 

a los 

miembros con problemas o en prisión, para la compraventa de droga y 

para 

adquirir las armas", según el informe. 

El montante de las cuotas de pertenencia a las bandas ha aumentado el 

último año. 

Pese a que varía por franjas de edad y por bandas, en términos generales los 

pandilleros entre 11 y 13 años abonan unos 5 euros a la semana, los que tienen 

entre 14 y 18 años unos 20 euros, y a partir de los 19 años alrededor de 

50 euros semanales. El Centro de Ayuda Cristiano también han identificado 

casos semanales de jóvenes que han abonado entre 200 y 500 euros, aunque 

precisa que se trata de "máximos jefes en el rango y de aquellos que han 

profesionalizado su actividad delictiva con robos y vendiendo estupefacientes". 

Las bandas también son un gran negocio.

 

Los más jóvenes no lo saben y se

 

aprovechan los mayores"

"El modo como los jóvenes consigan ese dinero no importa, aunque 

generalmente 

proviene de robos a personas en la vía pública (carteras, relojes, cadenas, 

anillos) o

 en tiendas, si bien también últimamente se están produciendo asaltos a 

domicilios particulares identificando previamente a la víctima haciéndole un 

seguimiento para perpetrar luego el robo. Igualmente es habitual que pidan 

dinero 

generalmente a su madre para adquirir otra cosa con alguna exclusa o 

sencillamente

 que roben el dinero en la propia familia", explica el documento. 

“Las bandas también son un gran negocio. Los más jóvenes no lo saben y

 se aprovechan los mayores”, asegura el pastor Alberto Díaz, director del 

programa 

de bandas latinas del Centro de Ayuda Cristiano. 

Ya hay bandas latinas solo femeninas: las Latin Queens

Otras de las novedades que aporta el observatorio es que desvela la 

existencia de 

bandas exclusivamente femeninas, como las Latin Queens. También habla 

el 

documento de que la incorporación en general de chicas a las organizaciones 

masculinas, como los Dominican Don't Play (DDP) y los Trinitarios, ha 

registrado 

un "incremento significativo".

"Incluidas al principio en las pandillas en calidad de novias o amigas, pronto 

pasan 

a ingresar la nómina de la banda al convertirse en confidentes para obtener 

información de otras bandas. No son raros los casos de chicas que intentan 

ligar en discotecas con algunos jóvenes de otras bandas con el objetivo de 

obtener 

información: dónde se reúnen, cuántos son, cómo consiguen las armas, etc...",

 indica el informe, que precisa que "las mujeres son también muy buscadas 

para portar drogas y armas, dado que no suele haber muchas mujeres

 policías para cachear a las chicas en el momento de una eventual detención".

Aparece la Mara Salvatrucha y resurgen los Kings

En la actualidad, el observatorio señala la existencia de siete bandas que se 

disputan el territorio en la Comunidad de Madrid. Se trata de DDP (Dominican 

Don’t Play), Trinitarios, Ñetas, Blood, Forty Two, Latin Kings y Mara 

Salvatrucha, que en asociación con La 18 estaría implantándose en zonas de 

Villaverde y Vallecas. 

La Mara Salvatrucha es una banda muy

 

minoritaria de origen salvadoreño, pero está

 

considerada como la más violenta

"La Mara Salvatrucha es una banda en estos momentos muy minoritaria de 

origen

 salvadoreño, pero está considerada como la más violenta de todas", destaca

 el 

documento del Centro de Ayuda Cristiano. 

Llama la atención, además, el resurgimiento de los Latin King, organización 

que 

estuvo al borde de la desaparición después del ingreso en prisión de su 

histórico líder Eric Javier Jara Velastegui, conocido con el apodo de King

 Wolverine.

Okupación de inmuebles vacíos

Otro hecho destacable que menciona el informe es que la pandemia ha 

forzado a

 los pandilleros a dejar de reunirse "en parques, polideportivos y plazas 

públicas 

para reubicarse en inmuebles vacíos o abandonados, donde preparan 

sus acciones delictivas".

“La organización de fiestas ilegales en esos enclaves ha representado un 

subidón 

para las bandas”, destaca Alberto Díaz.

También han modificado su indumentaria, normalmente de estilo rapero. 

"Ahora, 

estos jóvenes intentan pasar desapercibidos para no ser identificados por las 

bandas rivales ni por la policía. En sus reuniones más privadas sí muestran 

su 

típica indumentaria basada en colores y cadenas, además de realizar 

saludos y consignas específicas", sentencia el documento. 

Grupos organizados y jerarquizados 

La Fiscalía ha definido a las bandas latinas como grupos organizados y 

jerarquizados, que se rigen por un conjunto de reglas y leyes, conocidos 

como 'la 

Constitución' o 'la Literatura', poseen una fuerte cohesión interna y se 

financian con 

cuotas obligatorios de sus miembros, del botín de los robos con violencia que 

cometen y de la venta de droga a pequeña escala. Sus integrantes se 

agrupan en los llamados capítulos, formados por individuos que oscilan 

entre los veinte y los treinta miembros en diferentes distritos de la capital.