El hombre tiroteado en la Barceloneta, un conocido “capo” de ladrones de la zona
Los padres del niño de ocho años que el pasado sábado se convirtió en la víctima colateral de un posible ajuste de cuentas no olvidarán fácilmente la tarde del 15 de abril. Los vídeos grabados desde los balcones muestran el nerviosismo de la madre y de algunos transeúntes que pasaban por allí en el preciso momento en el que un hombre subido a una moto disparaba, al menos, dos balazos contra otro individuo en la calle Sevilla de la Barceloneta.
UNA VENGANZA PERSONAL
Los Mossos d’Esquadra investigan el suceso como un caso de venganza personal entre delincuentes. Los dos agresores dispararon en el muslo y la pierna de la víctima a modo de advertimiento, según relatan fuentes vecinales. En la Barceloneta conocen bien al hombre de unos 35 años que el sábado sobre las 20.00 horas yacía en la acera malherido. Un hombre lo arrastró hasta el muro de la calle hasta la llegada de una ambulancia que se llevó al herido hasta el Hospital del Mar.
“Es uno de los capos de delincuentes que corren por el barrio. No es una buena pieza. Lo relacionan con atracos y diversos robos”, explican desde el barrio de Ciutat Vella. El hombre sería una especie de “coordinador” de un pequeño grupo de delincuentes que actúan en la zona. “Mucha gente sabe quién es. Aquí lo ven como un tipo peligroso, implicado en peleas con cuchillos. No era un raterillo cualquiera”, insisten las mismas fuentes. La agresión con arma de fuego respondería a una agresión previa de la víctima.
PREOCUPACIÓN VECINAL
Estos días la policía ha tranquilizado a los vecinos, preocupados por un suceso casi insólito. Los agentes trasladan a los residentes que estos disparos podrían haber sucedido en cualquier punto de la ciudad y lo circunscriben a una pelea entre delincuentes.
Los tiros alarmaron a un barrio que disfrutaba de la feria medieval del Port Vell y de un sábado, al fin, primaveral. Desde la Asociación de Vecinos la Barceloneta, su vicepresidente Manel Martínez ubica este incidente como un hecho aislado, pero advierte de que los actos violentos protagonizados por delincuentes adquieren con el tiempo “componentes de violencia superiores y tienen muy poco aprecio por la integridad de las personas”.
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