El ocio nocturno se muestra "preocupado" por los pinchazos a mujeres y ofrece colaboración a los Mossos

El sector espera avances en las investigaciones policiales antes de cambiar los protocolos de seguridad

(ACN) El sector del ocio nocturno está "muy preocupado" por los recientes episodios de mujeres pinchadas en discotecas catalanas. Los Mossos d'Esquadra investigan 14 posibles casos, tres de ellos en Barcelona. Lluís Torrents, presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASACC) y uno de los responsables de la Sala Razzmatazz de Barcelona, ha dicho que no se debe generar "alarmismo" pero admite que no saben qué intenciones tienen las personas que hacen estos pinchazos. De momento no se ha detectado ningún delito asociado a los hechos y la propia policía ha pedido a las salas y discotecas que no cambien ninguno de los protocolos actuales. En todo caso, se ha mostrado predispuesto a ayudar lo máximo posible.

Torrents se muestra preocupado por la seguridad del público pero también por la imagen del sector, que ya está "muy estigmatizado". No obstante, ha querido relativizar las cifras, recordando que cada noche salen unas 200.000 personas en Barcelona y que en toda Europa ha habido un centenar de casos de posibles pinchazos.

La policía catalana no sabe muy bien a qué se enfrenta

El sector se reunió este martes con los Mossos d'Esquadra. La policía catalana no sabe muy bien a qué se enfrenta y está en contacto con cuerpos de otros países. Hay hipótesis que apuntan a un posible juego de rol, a un reto viral de internet o a una manera de "marcar territorio" por parte de hombres machistas que quieran infundir "miedo" a las mujeres.

De momento no se ha detectado droga en ninguna de las afectadas y también consideran poco probable que se introdujera con una jeringa, ya que se requieren pinchazos de dos a tres segundos, más largas que las denunciadas. Se apunta que se puede tratar de punzones, pero tampoco es seguro.

En todo caso, los porteros pueden tener dificultades para localizar objetos tan pequeños e, incluso, se pueden confundir con una jeringa de insulina o de otra sustancia.