El hombre, que se mantiene en negociaciones con la policía desde ayer viernes para liberar a la mujer, ha disparado con una escopeta de perdigones al agente
Varios efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) lleva desde ayer viernes frente a una casa en Murcia tras conocer que un hombre mantenía a una mujer secuestrada en ella. El dispositivo, desplegado en la pedanía de Cañada Hermosa, lleva horas tratando de rescatarla después de que el sujeto le haya herido levemente por desavenencias familiares.
Según varios medios locales, el secuestrador podría ser el hermano de la víctima, que se mantiene atrincherado en el domicilio desde la tarde del viernes. El hombre ha mostrado un comportamiento hostil con los agentes: llegó a herir a uno de ellos tras dispararle con una escopeta de perdigones. El GEO ha necesitado ser trasladado al hospital por un impacto en la cabeza y otro en el brazo.
Mientras tanto, continua la negociación con el secuestrador, que amenaza la integridad física de su presunta hermana. Según fuentes de ese cuerpo, desde la media tarde de este viernes el negociador de la policía intenta disuadir a esta persona desde las cercanías de la casa ubicada en una parcela de tierra con los accesos acordonados a unos 500 metros de distancia.
La policía le pidió que se mantuviera alejado del paraje conocido como El Pedrusco al que sobre las 9:45 horas ha llegado hoy un camión de bomberos y algunos vecinos para dar de comer a sus animales.
Otros testigos señalaron que las desavenencias se deben a la custodia de algún menor, según esa cadena, que relató que con un megáfono se pidió a los vecinos que no salieran de casa ni se aproximaran a las ventanas.
Al tratarse de un área de segundas residencias en su mayoría, con solo un par de ellas habitadas regularmente, al resto de propietarios que podían venir a pasar el fin de semana de Nochebuena y Navidad se les advirtió ayer por la tarde de que no lo hicieran, dado el peligro que podía suponer que el atrincherado tuviera acceso a un arma, añaden fuentes policiales, que hablan de asuntos familiares complejos.
Una reacción inesperada del secuestrador podría ser crítica para la rehén, por lo que se va a agotar la vía psicológica con el negociador antes de plantearse abordar cualquier otra operación, que se adoptaría si hay riesgo para la vida de la mujer o las conversaciones llegan a un punto en el que descartan avances para la resolución pacífica del secuestro, concluyen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario