Más de 650 personas han muerto y más de 3.000 han resultado heridas en un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que ha sacudido el sureste de Turquía esta madrugada cerca de la frontera con Siria. Son unos primeros balances provisionales de ambos países y las cifras aumentarán en gran medida a lo largo del día, puesto que los servicios de emergencia trabajan para encontrar a quienes hayan podido quedar sepultados bajo los escombros de los edificios destruidos por este corrimiento de tierras de enorme magnitud.
Según ha informado la oficina de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el seísmo, que duró unos 30 segundos, tuvo lugar a las 4:17 horas locales, dos horas menos en la Península Ibérica (2:17), en la provincia de Kahramanmaras, y lo han seguido varias réplicas (no menos de 18) de más de 6 grados. Sus efectos han sido sentidos en varias ciudades de gran tamaño cercanas, especialmente en Gaziantep, Diyarbakir o Sanliurfa, muy cerca de la frontera con Siria.
El Servicio Geológico de Estados Unidos ha destacado la virulencia del seísmo y ha señalado que también se ha sentido en países cercanos como Israel, Jordania o la propia Siria. Según este mismo organismo, el terremoto ha tenido la misma fuerza que otro sucedido en el mismo lugar en 1939 y que causó 30.000 fallecidos. Evidentemente, la calidad de las construcciones ahora no tiene nada que ver con la de entonces.
En Siria habrían muerto al menos 237 personas, según medios estatales locales (la agencia Sana), y se cuentan 600 heridos. Las autoridades del país han señalado que hay varias decenas de edificios residenciales, ubicados en varios barrios, que se han derrumbado como consecuencia de los seísmos. El presidente de Siria, Bashar al Assad, dirige una reunión de emergencia del Consejo de Ministros para seguir los daños del terremoto.
A estas cifras hay que sumar cerca de 150 muertos y más de 340 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe, según ha indicado la Defensa Civil de Siria, conocidos como ‘cascos blancos’, a través de su cuenta en Twitter, donde ha lamentado «la catástrofe y la devastación» causada por el seísmo.
En un primer momento en Italia se activó la alerta de tsunami ante posibles efectos y se detuvo la circulación ferroviaria al sur del país pero horas más tarde han desactivado la alerta al descartar esos efectos devastadores.
El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, ha señalado en una primera comparecencia que su Gobierno ha declarado el nivel más alto de alarma, que incluye la solicitud de ayuda internacional, y ha enviado numerosos equipos de búsqueda y rescate a las zonas del terremoto. El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, ha transmitido en su primer mensaje sus «mejores deseos» a todos los ciudadanos que se han «visto afectados por el terremoto y que se ha sentido en muchas partes» del país.
Desde Israel ya se ha ofrecido ayuda de emergencia a Turquía para enfrentarse a esta situación. El ministro de Defensa hebreo Yoav Galant ha explicado que sus «fuerzas de seguridad están listas para ofrecer cualquier asistencia que sea necesaria» ya que «tienen experiencia de sobra tras años lidiando con situaciones de desastre y en misiones de salvar vidas». En Israel también se sintieron los efectos del terremoto, sin que se hayan confirmado víctimas hasta el momento. También desde Azerbaiyán se ha anunciado el envío de un equipo de 370 personas para ayudar en las labores de emergencia.
La ayuda de la UE
La Unión Europea (UE) ha mostrado su «solidaridad» y su disponibilidad a «ayudar» a Turquía y Siria tras el terremoto. «Profundamente entristecido al enterarme del devastador terremoto que ha azotado partes de Turquía y Siria. Mis profundas condolencias a las familias que han perdido vidas y una rápida recuperación a los heridos. La UE muestra su total solidaridad con ustedes», ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un mensaje publicado en su cuenta oficial en la red social Twitter.
En esta línea se ha expresado el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, que ha lamentado que el seísmo ha matado a «cientos» de personas y «ha herido a muchas más». «Nuestros pensamientos están con los pueblos de Turquía y Siria. La UE está dispuesta a ayudar», ha recalcado.
España activa el envío de ayuda
El Gobierno ha activado el envío de ayuda urgente a Turquía y Siria para participar en las tareas de búsqueda y rescate de víctimas. Así lo ha avanzado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mensaje en las redes sociales, en el que ha expresado su solidaridad «ante uno de los mayores terremotos de su historia».
Sánchez ha indicado que, en respuesta a la solicitud del Mecanismo Europeo de Protección Civil, el Ministerio de Interior ha activado la Unidad Militar de Emergencias (UME) y transporte aéreo urgente para apoyo en las tareas de búsqueda.
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