El gobierno municipal destinará a este distrito 180.000 euros de los 5,4 millones recaudados por la tasa turística, algo que el vecindario tacha de "vergonzoso" por ser uno de los más perjudicados
El Ayuntamiento de Barcelona anunció el pasado 17 de marzo que destinará 5,4 millones de euros procedentes del Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) recaudado en 2022 a 39 proyectos de carácter cultural y de promoción internacional para diversificar el turismo en el territorio, con 24 de ellos impulsados desde los distritos. El consistorio recibió en estos últimos cuatro años de mandato 54 millones de euros procedentes de esta tasa y desde la creación del impuesto en 2021 financió 400 proyectos.
Tal como aseguró el concejal de Turismo e Industrias Creativas, Xavier Marcé, de los más de cinco millones de euros, 1,6 estarán destinados a proyectos de distrito con el objetivo de impulsar medidas para "la creación de nuevos imaginarios, la mejora de los productos y la gestión turística, la diversificación del turismo en el territorio y la reducción de impactos en espacio de elevada afluencia turística". Según el gobierno municipal, los recursos a los distritos se destinarán de la siguiente manera:
- Ciutat Vella: 180.000 euros
- Eixample: 200.384 euros
- Sants - Montjuïc: 230.000 euros
- Les Corts: 84.500 euros
- Sarrià - Sant Gervasi: 57.928 euros
- Gràcia: 250.000 euros
- Horta - Guinardó: 77.039 euros
- Nou Barris: 187.465 euros
- Sant Martí: 250.000 euros
- Sant Andreu: 130.000 euros
TURISMO EN CIUTAT VELLA
Aunque esta iniciativa pretende servir de ayuda para los vecinos hartos de la masificación y el ruido de los turistas, además de revertir el problema actual que Barcelona tiene con el turismo, los residentes del distrito de Ciutat Vella --el más afectado por el trasiego de visitantes-- aseguran que se sienten abandonados. "Es vergonzoso que Ciutat Vella, el distrito que sufre la mayor presión turística, sea uno de los distritos menos favorecidos en la repercusión de la tasa turística", señala Maria, vecina del barrio del Raval.
Ls vecinos critican el turismo de "mala calidad" que "masifica el espacio con conductas incívicas". Según asegura Maria a Metrópoli, son conscientes de que viven en el centro de la ciudad y que, como consecuencia, tienen que convivir con ello, pero lamenta que la tasa turística designada al distrito "no repercute en nada al beneficio de los vecinos porque el turismo de borrachera no sale en los proyectos".
DOS PROYECTOS "RIDÍCULOS"
Una de las acciones que el gobierno municipal pretende desarrollar en Ciutat Vella es la transformación en cabina sanitaria una de las paradas de floristas de la Rambla, una zona "que requiere de más aseos públicos". Actualmente, la Rambla cuenta con un baño público situado en la plaza del Teatre. Con la construcción de otra cabina sanitaria serían dos, un número que continuaría siendo realmente bajo para la elevada afluencia de visitantes. "Es ridículo porque no soluciona nada", reprueba la vecina.
El segundo proyecto se trata de una prueba piloto para fomentar una red entre los hoteles del distrito, entidades sociales, comercio de proximidad y equipamientos culturales para hacer llegar el turismo responsable y de proximidad conectando la oferta y la demanda socialmente responsable. En este punto, los vecinos del Gòtic critican que se trate de una "prueba piloto que no da ninguna garantía de que siga adelante". Además, recuerdan que mucho de los comercios de Ciutat Vella son "tiendas cannábicas y de souvenirs" que difícilmente formarán parte de una red de comercio de proximidad.
MÁS RECURSOS A EQUIPAMIENTOS Y LIMPIEZA
Los únicos dos proyectos que se quieren impulsar en Ciutat Vella "no tienen nada que ver con la realidad del distrito", concluye Maria a este digital. El barrio del Raval en concreto es un barrio muy denso y necesitado de equipamientos. Un ejemplo que propone la vecina del Raval es la construcción de otro CUAP, porque el único que tienen, en la calle de Pieyre de Mandiargues 5, "se llena de turistas borrachos con coma etílicos". Ante esta situación, los residentes se ven obligados a esperar largas horas en la sala de espera del centro de salud.
Los vecinos del Raval plantean como idea que una partida del dinero recaudado de la tasa turística vaya destinado a la limpieza de las calles del barrio, muy sucia debido a los botellones. "Estoy harta de ver vómitos de los turistas en el portal de mi casa. En la Plaça dels Àngels por las noches se ponen a hacer botellones. Por no hablar de los robos...", critica Maria. A pesar de que en el ámbito de ordenación y gestión del turismo el Ayuntamiento destaque los programas de los agentes cívicos, los vecinos describen este servicio como "insuficiente".
LA BARCELONETA, AL LÍMITE
Uno de los barrios del distrito que más padece la afluencia de visitantes es la Barceloneta. Durante el periodo estival, los actos incívicos se descontrolan y es necesario incrementar los recursos para frenarlo y evitar la degradación de las calles, según opinan los vecinos. El representante de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta, Manel Martínez, describe la cifra de la tasa turística destinada a Ciutat Vella como "vergonzosa". Del mismo modo que Maria, desde la entidad sostienen que lo recaudado por la tasa debería retornarse a los vecinos en forma de equipamientos o servicios que se ven afectados por el turismo, pero lamentan que no es así.
Entre las reivindicaciones de los vecinos se encuentra la construcción de más equipamiento para hacer frente a la masificación del turismo. Manel pone como ejemplo los buses para ir a la playa o la estación de metro. "En verano, los residentes en el barrio aumentan muchísimo, pero no aumenta el número de buses", reprueban desde la AAVV de la Barceloneta. También la falta de parking es uno de los principales problemas para el vecindario. Desde el Ayuntamiento han puesto más carril bici cerca de la zona de los restaurantes de la playa, por lo que los visitantes aparcan sus coches en las calles del barrio. Como consecuencia, los propios vecinos --que pagan la tasa de residente para poder estacionar su coche-- se quedan sin espacio.
Pasa lo mismo con los baños públicos cerca de las discotecas. La AAVV de la Barceloneta asegura que desde el consistorio apuestan por poner un baño más en la Rambla pero no en una zona, como es cerca de las discotecas o zonas de ocio, donde hay mucha suciedad cuando la gente sale de fiesta. "Estamos indignados. Destinan dinero a cosas que nada tienen que ver con la realidad de la situación y no a equipamientos que necesitamos", critica Manel.
Una de las acciones principales que los vecinos de la Barceloneta pidieron hace más de cinco años al gobierno municipal era crear campañas de sensibilización para los visitantes. De hecho, tal como recuerda el representante de la asociación a este digital, el consistorio les llamó la atención porque decidieron elaborar entre todos los vecinos y los comercios un tríptico, que repartieron entre los turistas. Tras muchos años de reivindicación, los vecinos del barrio lamentan que entre las propuestas "no hay ninguna campaña de sensibilización" y que, además, "son actividades que todavía fomentan más el turismo".
COPA AMÉRICA
El Ayuntamiento también destaca en su programa la promoción de eventos internacionales, como el impulso de la cita deportiva Copa América de Vela, que se celebrará desde finales de agosto hasta finales de octubre de 2024. Los vecinos de la Barceloneta se mantienen a la espera: "Veremos cómo nos afecta y cómo repercute, económicamente, en mejoras para el vecindario", explica Manel, que añade que nada tendrán que ver los turistas que cada año visitan el barrio con los de la Copa América, que serán empresarios o deportistas. Desde la entidad tienen claro que, en cualquier circunstancia, se negarán a que "saquen provecho del barrio a costa de alterar la vida de los vecinos".
Por su parte, fuentes municipales aseguran a Metrópoli que los recursos destinados a Ciutat Vella "son proyectos pensados en clave de mejora en la ordenación, no en la promoción del turismo".
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