El metro es uno de los lugares predilectos de los delincuentes, según los datos de la Encuesta de victimización del Área Metropolitana de Barcelona del año pasado, ocupa la cuarta posición en cuanto a cifras delictivas. El Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB) ha hecho el estudio basándose en 8.308 entrevistas y los resultados muestran que el 16% de los delitos ocurridos en el área metropolitana de la capital catalana han sido en todo el transporte público, incluido tren, tranvía, aeropuerto y autobús.
Esto incluye estaciones, paradas y andenes. La mayoría de ellos son intentos de robos de bolsos y carteras, concretamente en un 26,2%. Los hurtos consumados están en segunda posición con un 23,5%. Los tirones están en el top 3 (10%), seguidos por intimidaciones, coacciones, amenazas e intentos de robo del móvil, siendo los delitos violentos los que tienen menor incidencia.
METRO DE BARCELONA
Del total de transporte público, el metro de Barcelona es el lugar en el que se cometen el 70,2% de los delitos, seguido del autobús, tren y tranvía. No en todas las líneas del suburbano hay la misma incidencia de infracciones penales. El estudio de EVAMB muestra las siete estaciones favoritas de los delincuentes. En el top 7 está la línea 10 Sud, seguida de la 9 Sud, la 2 (morada) y la 4 (amarilla). En tercera posición está la línea 5 (azul), seguida de la 3 (verde) y, en el top 1, la línea 1 (rojo). En esta última se cometen el 21,1% de los delitos.
Las paradas del centro de Barcelona son las que acumulan más delitos y destacan la de Catalunya, Urquinaona, Arc de Triomf, Universitat y Passeig de Gràcia. También destacan estaciones como la de plaza de Espanya, Sants y Sagrada Família que, a pesar de no estar en el corazón de la capital catalana, son paradas con mucha afluencia de gente y los ladrones aprovechan los momentos de distracción para quedarse con los objetos personales de las víctimas.
"También adquieren importancia otros lugares metropolitanos que tienen su propia centralidad territorial, como pueden ser por ejemplo las estaciones que se ubican en Santa Coloma de Gramenet, en L'Hospitalet de Llobregat y en Sant Adrià de Besòs", se explica en la Encuesta de victimización del Área Metropolitana de Barcelona.
EL PERFIL DE LA VÍCTIMA
Las horas en las que se cometen los delitos coinciden con las horas de más afluencia, sobre todo por las tardes (29,8%), seguido de la mañana (22,8%), el mediodía (20,2%) la noche (18,55) y la madrugada (8,3%). Además, suelen atacar más a mujeres, que representan un 66,4% de las víctimas respecto al 33,6% de hombres. Otra variable es la edad: los jóvenes de entre 16 y 29 años y los adultos de entre 45 y 64 son los que sufren una mayor victimización.
A pesar de que los delitos violentos están a la cola de las infracciones penales en el suburbano, son los que más inseguridad crean entre los barceloneses. De hecho, la última muerte violenta de Catalunya ha tenido lugar en el metro, concretamente, en la línea 1, que es donde más delitos se cometen. Una brutal pelea en la parada de Santa Eulàlia culminó con la muerte de un joven en la siguiente parada, en Mercat Nou.
SIN CONTROL
Este suceso sangriento ha puesto de manifiesto la falta de controles de armas blancas en el transporte público. Tal como explicaban fuentes sindicales de ADN sindical seguridad y servicios de Cataluña a Metrópoli, este tipo de agresiones han crecido: "Los delincuentes saben que pueden ir en metro y que no se van a encontrar ningún tipo de control. Necesitamos apoyo policial para que los pasajeros puedan viajar de manera segura".
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