El aumento de las temperaturas de las últimas semanas y la continuada situación de sequía ponen en guardia el cuerpo de Bomberos de Barcelona. A solo dos meses de que llegue el verano de la capital catalana, se prevé que la falta de lluvia y la sequedad forestal sean la combinación perfecta para que grandes zonas verdes de la capital catalana, como es el caso de Collserola, corran un gran riesgo de terminar en llamas. Por ello el consistorio ha asegurado que no se descarta cerrar la montaña de cara a los próximos meses.
Así lo ha asegurado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, quien ha concretado que se trataría de cierres parciales. No es nada nuevo, ya el pasado verano la capital catalana vivió en varios episodios de altas temperaturas un cierre del acceso a varios de los montes circundantes para evitar incendios. "No podemos caer en generar alarmismos", ha dicho Batlle, que sí ha reconocido que "hay que mantener la guardia alta".
El teniente de alcalde ha presentado este viernes la precampaña forestal para el verano de 2023. La posibilidad de cerrar el acceso a las grandes zonas forestales de Barcelona es una medida protagonista, pero también explica que ya se ha prohibido hacer trabajos que produzcan chispas a menos de 500 metros de la vegetación y se está trabajando en un simulacro con los vecinos de los barrios montaña. "Llevamos varios años en los que estamos alerta" cuando llega el verano, ha explicado.
El número de agentes de Collserola no aumentará este año -se mantendrá alrededor del centenar, pero detalla Batlle que en cualquier momento pueden recibir refuerzos de otros parques de la ciudad. En este sentido, la protección del monte se lleva a cabo de forma conjunta entre los parques de bomberos de Sant Andreu y de La Vall d'Hebron. Además, de cara a este próximo año se intrudocirá el uso de drones para la temprana detección del fuego.
GESTIÓN DEL PARQUE
El teniente de alcalde de seguridad ha apelado "al bueno uso de las áreas recreativas y de ocio en el parque de Collserola" por parte de la ciudadanía para no aumentar un riesgo que ya existe. Y es que "desde la pandemia muchos vecinos han redescubierto Collserola, con todo lo bueno que eso implica pero también con lo malo", es decir, la masificación y el uso intensivo del espacio. "Estamos delante de una campaña complicada y no debemos esconder los problemas que se pueden producir".
Asimismo, ha insistido en que se está haciendo un trabajo de gestión del parque de Collserola que pasa, en su mayoría, por la limpieza del monte de la capital catalana. Se trata de la limpieza de matorrales y vegetación seca que podría funcionar como combustible rápido en caso de desatarse un incendio.
Más allá del trabajo del personal de las zonas verdes, el consistorio licita todos los años un contrato para que ganaderos conduzcan varios rebaños que pueden ser de ovejas, cabras e incluso asnos a pastar por las franjas que ejercen de cortafuegos en la sierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario