Se trata de una tradición cristiana que conmemora el descenso del Espíritu Santo y con el paso de los años se ha ido modernizando
Las agrupaciones de la fiesta de los Coros Muts vuelven a llenar las calles de la Barceloneta, una celebración que está muy arraigada en el barrio. Participan una veintena de entidades, entre las que hay corales humorísticas y coros de la Barceloneta y el Raval. Los vecinos se han reunido en las calles para recibir el desfile. Entre los grupos presentes hay indumentarias muy diversas: desde ropa con colores llamativos hasta disfraces rellenos de complementos, comida, ninos o juguetes.
La tradición estipula que los coros pasan un fin de semana de hermandad fuera de la ciudad, donde aprovechan para comer, beber y hacer fiesta. Antiguamente solo participaban hombres y, aunque siguen siendo mayoría, las mujeres se están incorporando poco a poco. Este sábado, 5 de junio, los pasacalles se alargan durante toda la tarde y aglutinan a todo tipo de público: gente de todas las edades, vecinos de toda la vida o turistas que se han encontrado sorprendidos. "Nos emociona mucho", ha admitido una vecina del barrio, que dice que lo lleva "al corazón".


Una tradición centenaria
La fiesta de los Coros Mudos tiene más de 100 años de tradición y, para los cristianos, conmemora el descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos el día de la pentecosta. Antes hacían pasodoble y música tradicional. Hoy en día se mantienen los corazones y las corales, que, a diferencia de lo que estamos acostumbrados popularmente, no se cantan, sino que se bailan. De a poco esta festividad se ha ido modernizado y actualmente se incorporan también batucadas y música más actual adaptada.
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