Numerosos teléfonos sustraídos a turistas o vecinos de toda el área metropolitana coinciden en su paradero actual: la calle Balmes del barrio de Artigues
A mano derecha desde Alfons XIII. La fama le precede, pero lo cierto es que se trata de una de las calles más polémicas de toda Badalona: prostíbulos ilegales, basura amontonada en el exterior de los portales y okupaciones. A día de hoy, varios de los edificios a cada lado de la vía, de cuatro pisos de altura como mucho, refugian en su interior a grupos delictivos que actúan por toda Barcelona y su área metropolitana. Y la mayoría se dedican a uno de los delitos más cometidos y que está a la orden del día: el robo de móviles.
Los vecinos de la calle Balmes del barrio de Artigues, los de toda la vida, saben "lo que se mueve" y conviven con ello en una especie de tregua en la que cada uno "mira por su lado". Quizá por esta suerte de "pacto" los residentes hacen su día a día con normalidad, sin conflictos, pero son sabedores del tipo de gente que frecuenta la zona. Tanto, que señalan a Metrópoli el número 28 de la calle. O el 44, justo en frente de una frutería con cuatro palés de fruta distribuidos en escasos metros cuadrados de lo que parece un garaje reconvertido. Y no se equivocan. Centenares de teléfonos sustraídos, de forma violenta o no, a sus dueños recalan en Balmes. Dispositivos de todas partes de Catalunya que, una vez geolocalizados, aparecen en esta calle de Badalona.
TIENDAS DE TELEFONÍA Y METRO
El lugar es propicio. A lo largo de Alfons XIII se distribuyen decenas de tiendas de telefonía móvil. Pequeños locales apiñados en la que los veteranos llaman la "carretera general", que conecta con Sant Adrià de Besòs. Negocios que, según fuentes policiales, han sido intervenidos en multitud de ocasiones. Los propietarios, en cambio, suelen echar balones fuera. Y los vecinos, en ese sentido, les respaldan: "Ellos no compran cualquier móvil que les lleven porque tampoco quieren mezclarse mucho con toda esta red", explican a este medio los residentes más ancianos que todavía resisten en el barrio.
Los mismos apuntan más bien a otro elemento que hace que Artigues, en concreto la calle Balmes, sea el paraíso idóneo para el asentamiento de carteristas: la cercanía con el metro. Este medio ya lo publicó hace meses: Badalona se había convertido en los últimos años en el hogar de numerosos delincuentes dedicados al hurto de móviles, especialmente en la red de transporte público. La hipótesis se respalda todavía más si se visita Balmes: "Hay de todo. Okupan cada vez un piso distinto y no me extraña que lo que se roba o se pierda acabe apareciendo aquí", opina una de las vecinas cuando sale a comprar el pan.
EL MÓVIL, EL OBJETO MÁS ROBADO
Según datos de los Mossos d'Esquadra, el móvil es el objeto más robado en las calles de Catalunya, con 192 denuncias de media al día. De enero a agosto de este 2023, los datos indican que se denunciaron el robo de 46.089 teléfonos, un 18,8% menos que el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia del coronavirus, pero un 4,4% más comparado con 2022. Este tipo de robos son ya una lacra en toda Barcelona que afecta principalmente a los despistados turistas, pero también a residentes de la ciudad y sus alrededores. Además, los patinetes eléctricos se han convertido en los mejores aliados de los carteristas, que usan el transporte para huir a toda prisa.
La última operación de la policía catalana dentro de este ámbito se saldó con siete detenidos que regentaban tres pisos "guarderías". Domicilios donde se guardaban 224 móviles arrebatados de manera ilegal. Esto es lo que los cuerpos policiales de Badalona sospechan, o saben, sobre los ubicados en la calle Balmes. "Seguro que sí, no me sorprendería", dice una de las vecinas de la misma vía.
"NO LOS BUSQUES SI VAS SOLA"
A pesar del entente que los residentes aseguran tener con los maleantes, hay vecinos que los temen. "Si vienes a recuperar lo que te han quitado, lo llevas mal. Son varios y se reparten por los edificios", alertan dos trabajadoras de un horno de pan ubicado en la misma Balmes. "Sobre todo, si vas sola no los busques porque son capaces de hacerte algo", temen.
Otros también los califican como "rateros" y "descarados": "Saben que tienen inmunidad. Aunque los detengan, a las horas salen libres. Encima se chulean", denuncian los vecinos. "Lo que buscas aquí, lo encuentras", aseguran.
EL "VENTILADOR" DE BARCELONA
Los más veteranos lamentan la degeneración de Artigues, pero irse sería una especie de traición: "Abandonar el barrio sería hacerles un feo a nuestros padres y abuelos que se labraron un futuro aquí", explican. Son grupos que vieron los inicios de una Badalona todavía en desarrollo, cuando en los años 60 "vino gente de las barracas a asentarse aquí y todos nos conocíamos".
De aquello, poco queda y los vecinos lo lamentan: "Ahora somos lo que queda del ventilador que ha puesto Barcelona, a la chita callando", dicen. "De allí están expulsando a mucha gente de la zona. ¿Qué hacen? Pues vienen aquí", aseguran. "También les va bien porque su mercado es Barcelona y así se alejan un poco". Tal vez, insinúan los castigados residentes, con una presencia policial más fuerte y, sobre todo, implicada, no pasaría: "Santa Coloma de Gramenet está muy alerta. Tienen una policía a las órdenes de la alcaldesa", ejemplifican.
Por el momento, lo que comparten las víctimas de estos robos, además de la localización de sus móviles, es un sentimiento de impotencia porque, aseguran, la policía no puede acceder a los domicilios donde se ubican los dispositivos. "Sin una orden judicial no se puede actuar", confirman fuentes policiales, aunque el número de denuncias crece año tras año.
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