El Ayuntamiento de Barcelona ha sancionado con una multa de 420.000 euros al propietario de un edificio del distrito de Ciutat Vella, que alquilaba casi todos los pisos del inmueble como alojamientos turísticos ilegales. La propiedad, situada en la calle Ample, 24, dispone de 15 viviendas, 14 de las cuales eran alquilados sin autorización turística a través de Booking y Airbnb.

La multa llega tras meses de investigación y seguimiento de los inspectores municipales, que han podido constatar que durante años la propiedad iba evitando expedientes y sanciones del consistorio. Alegaba que alquilaba las viviendas aparentemente de manera legal con contratos de larga duración a inquilinos que aparecían como inquilinos de las viviendas. De esta manera, evitaba el expediente finalizando el contrato de alquiler o cambiando el titular.

Una inquilina cómplice

En una de las 15 viviendas residía una inquilina de renta antigua, que es quien gestionaba la recogida de llaves y entradas y salidas de los pisos turísticos del edificio.

El Ayuntamiento sancionó la propiedad tras desgranar toda esta actividad, organizada para esquivar la Administración y utilizar de manera fraudulenta las viviendas. Todo, sin hacer frente a las obligaciones tributarias que se desprenden del uso turístico.

Multa y expediente

Esta actividad se considera una acción muy grave que ha dado lugar al inicio de un procedimiento sancionador con la propuesta de sanción de 420.000 euros, cuantía a la que se llega con el cálculo estimado del beneficio obtenido de la actuación ilegal junto con otras circunstancias agravantes reguladas por la ley de turismo de Cataluña.

Además, el Ayuntamiento de Barcelona hará llegar a la Agencia Tributaria toda la información contenida en el expediente, para que la propiedad responda también, en su caso, ante la Hacienda pública.