Roban por tercera vez en pocos meses en un restaurante histórico del Raval

 Metropolita

Exterior de la Fonda La Palmera del Raval con la persiana reventada CEDIDA

Cuatro ladrones accedieron al interior de la Fonda La Palmera, un negocio familiar instaurado en el barrio desde el 1862, reventando los cristales con una tapa de alcantarilla y se llevaron el dinero de la caja del día anterior

Tristeza y rabia entre los propietarios de negocios del barrio del Raval de Barcelona por la oleada de robos y atracos que los acecha. El pasado sábado, 23 de marzo, fue el turno de la Fonda La Palmera, ubicada en la calle Jerusalem, frente a La Boqueria.

Según relata Marc Bros, uno de los socios del negocio, a Metrópoli, cuatro individuos robaron del interior del local el teléfono del restaurante, un iPad con el que se gestionan las reservas y la recaudación del día anterior: un total de 850 euros en efectivo, más propinas. Una delincuencia que se ha enquistado por la zona y que mantiene en vilo a los comerciantes y restauradores.

Exterior de la Fonda La Palmera del Raval con la persiana reventada CEDIDA

Restaurante centenario

La Fonda La Palmera es de sobras conocida en el Raval. El restaurante ha sido testigo de la transformación y del cambio de todo un barrio: lleva asentado en la misma calle, en el número 30 de Jerusalem, desde el 1862. Un negocio centenario y familiar que ha pasado de generación en generación, pero que en los últimos meses está sufriendo una serie de robos.

Lo cuenta Marc: "Hace unos cuatro meses, a plena luz del día de un domingo, yo me estaba cambiando, poniéndome la ropa de cocina cuando escuché golpes en la puerta". Las persianas estaban abiertas, pero la puerta no. "Me asomé y vi a un tío pegando patadas, intentando entrar. Salí a buscarlo y entonces se fue", recuerda el trabajador, que se llevó un primer susto.

Interior de la Fonda La Palmera del Raval RRSS

Robo de bicicletas y herramientas

No sería el último de estos episodios. Un mes y medio después del suceso, unos ladrones lograron acceder al almacén que el negocio posee en la misma vía: "Se llevaron dos bicicletas, bebidas no alcohólicas y herramientas que utilizamos para reparaciones de todo tipo", enumera la víctima.

Tapa de alcantarilla

El último capítulo tuvo lugar la madrugada del pasado sábado. Las cámaras de seguridad del restaurante pudieron captar a cuatro hombres entre las 05:05 y las 05:15 horas: dos que vigilaban y otros dos que, con la tapa de una alcantarilla, reventaron la persiana y rompieron el cristal.

El botín fue jugoso: el teléfono del restaurante, un iPad con el que los trabajadores gestionan las reservas y 850 euros. "La recaudación del viernes", especifica Marc, que no dejó el dinero a la vista: "Lo dejo dentro, escondido, porque me parece más seguro que llevarlo encima por la noche, cuando cierro el bar. Ya veo que no lo es", lamenta el hombre, al que avisaron de lo ocurrido unos paradistas de La Boqueria que vieron el destrozo a las 06:00 horas, cuando abrieron el puesto.

Negocio histórico

Albert Fité es la quinta generación de la familia que lleva las riendas de la Fonda La Palmera, acompañado ahora por Marc. Antiguamente, el piso superior hacía las veces de hostal para los viajeros que se acercaban a Barcelona. El negocio se traspasó hace unos años, pero Fité lo recuperó en pandemia, continuando con el legado familiar.

La característica centenaria de la fonda la llevó incluso a aparecer en el programa "Joc de cartes".

Más robos

Marc también explica a este medio que hace unos cinco meses, otros delincuentes pusieron en su punto de mira la Fundació Roure, que también fue víctima de un robo. "Una fundación que vende ropa de segunda mano a mujeres que han sufrido maltrato o que ayuda a gente mayor y a familias de Ciutat Vella. Una vergüenza", expresa.

Por si fuera poco, en noviembre del 2023, varios propietarios lo alertaban por las redes sociales: "En las últimas tres semanas, han reventado tres negocios por la noche: una herboristería, una peluquería y la Fleca Els Àngels". Una espiral de delincuencia que no cesa.

Más cámaras

Metrópoli ya se hizo eco hace unas semanas de la oleada de robos que acechaba a los pequeños comercios del Raval. Respecto al modus operandi de los responsables, lo habitual es que los ladrones lancen piedras a los escaparates hasta romperlos y, en pocos segundos, arramblen con lo que puedan cargar. En este último caso, sin embargo, usaron una tapa de alcantarilla.

Por el momento, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha aprobado la instalación de ocho cámaras de videovigilancia y ha intensificado la presencia policial en el barrio.