El núcleo interno de la Tierra está ralentizándose desde 2010: ¿cuáles pueden ser las consecuencias?

 20Minutos

Un equipo de científicos de la Universidad del Sur de California ha revelado en una reciente investigación que el núcleo interno de la Tierra está desacelerándose en relación con la superficie del planeta. El estudio, publicado en la revista científica Nature, proporciona evidencia de que comenzó a disminuir la velocidad en el año 2010, aproximadamente, moviéndose más lento que la superficie de la Tierra.

"Cuando vi por primera vez los sismogramas que insinuaban este cambio, me quedé perplejo", destaca uno de los autores, John Vidale, profesor decano de Ciencias de la Tierra en la Facultad de Letras, Artes y Ciencias Dornsife de la USC. Sin embargo, aclara, "cuando encontramos dos docenas de observaciones más que señalaban el mismo patrón, el resultado fue ineludible".

Qué es el núcleo interno de la Tierra y qué está pasando

"El núcleo interno se había desacelerado por primera vez en muchas décadas", continúa el experto. Y es que consideran que está retrocediendo en relación con la superficie de nuestro planeta porque "se mueve ligeramente más lento en lugar de más rápido que el manto de la Tierra por primera vez en aproximadamente 40 años".

El núcleo interno es "una esfera sólida de hierro y níquel rodeada por el núcleo externo líquido de hierro y níquel". Tiene el tamaño de la Luna y está a más de 3.000 millas bajo nuestros pies. "No se puede visitar ni ver" y los expertos deben utilizar ondas sísmicas de los terremotos para elaborar representaciones del movimiento del núcleo interno.

Qué podría pasar si el núcleo sigue ralentizándose

Las implicaciones de este cambio en el movimiento del núcleo interno para la superficie de la Tierra "solo pueden especularse", recogen los expertos. En este sentido, el retroceso puede alterar la duración de un día en fracciones de segundo. 

"Es muy difícil notarlo, del orden de una milésima de segundo, casi perdido en el ruido de los océanos y la atmósfera agitados". Esta investigación, así como las futuras, tratan de trazar una trayectoria con mayor detalle para conocer las causas exactas de su cambio. "La danza del núcleo interno podría ser incluso más animada de lo que sabemos hasta ahora", concluyen.