LaRazon
Este agua está retenida para proceder a ser bombeada progresivamente a distintas depuradoras de la región para su tratamiento antes de volver a los ríos
Las lluvias torrenciales padecidas en la Comunidad Valenciana y Albacete han provocado un desastre humanitario y económico. En la Comunidad de Madrid se mira de reojo una situación que a muchos puede sorprender. Las tormentas, en muchas ocasiones son bien recibidas, a no ser que por su virulencia y cantidad se conviertan en una ola destructiva. Ahora, con las tormentas del otoño, y tras lo padecido en esas zonas, muchos miran al cielo con la esperanza de llenar más los depósitos de la capital y contener lo que de destructivo puedan tener las borrascas. Con todo, en la región se ha hecho de la necesidad virtud y se ha apostado por aprovechar esas lluvias. Los tanques de tormentas de la Comunidad de Madrid son capaces de retener, en temporada de tormentas, como hemos visto en distintas ocasiones, hasta 816.000 metros cúbicos de agua, un volumen equivalente a casi 15 veces el estanque del Retiro.
Asegura el Canal de Isabel II que este agua está retenida en dichas instalaciones para proceder a ser bombeada progresivamente a distintas depuradoras de la región para su tratamiento antes de volver a los ríos.
Los tanques de tormentas son enormes depósitos subterráneos creados para almacenar las primeras aguas pluviales y regular su paso hacia las depuradoras y así impedir que las estaciones depuradoras de aguas residuales vean sobrepasada su capacidad de depuración y evitan que se vierta el excedente de agua, sin haber sido tratada, a los cauces receptores.
Canal de Isabel II cuenta con una red de 65 tanques de tormenta en la Comunidad de Madrid; treinta y seis de ellos se sitúan en la ciudad de Madrid, y pueden regular más de 1,2 hectómetros cúbicos de agua, convirtiendo así a “la capital en la ciudad con la mayor red de tanques de tormenta del mundo”.
Según explican los responsables del Canal, el agua se dirige a los tanques de tormentas a través de enormes colectores que pueden alcanzar los siete metros de diámetro, casi como los túneles del Metro. Una de las grandes pistas de entrenamiento de golf del Club de Campo de Madrid esconde bajo su extenso terreno una inmensa infraestructura, uno de los tanques de tormentas más grandes del mundo, con una capacidad próxima a los 400.000 metros cúbicos de agua.
Además, antes de llegar a los tanques, el agua pasa por una serie de filtros que permite retener elementos contaminantes. Posteriormente se retiran mediante distintos sistemas de limpieza.
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