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Un estudio de la oenegé apunta a que el coste ha aumentado un 45% desde 2018, a rebufo de la vivienda, con un incremento del 144%, y de la inflación acumulada en los alimentos (25% en dos años)
La entidad reclama la aprobación de una prestación universal por crianza y urge a aumentar el gasto público en vivienda

El coste de criar a un hijo en Catalunya es de 938 euros al mes, una cifra que ha aumentado casi el 45% desde 2018 y que ya roza el salario mínimo interprofesional (1.134 euros). Además, en la geografía de la crianza, despunta como la comunidad donde resulta más caro tener un hijo (frente a 758 euros de media estatal). Según un nuevo estudio de la oenegé Save the Children 'El cost de la criança a Catalunya 2024', el gasto ha escalado a lomos de la inflación acumulada (25% en dos años) y, sobre todo, del aumento del precio de la vivienda (145% más respecto a prepandemia), el factor diferencial, apunta el informe, de esta brecha territorial en cuya escalada le acompañan Madrid y el País Vasco.
La factura a la que apunta la oenegé no sale de encuestas oficiales sobre gastos familiares, sino que el informe elabora una aproximación a partir de las necesidades básicas en función de la edad, de los consumos mínimos los recomendados por los organismos pertinentes y de los datos obtenidos en la 'Enquesta de Pressupostos Familiars'. Cabe decir que también se computa a cada miembro de la familia una parte proporcional del alquiler o la hipoteca y de los suministros del hogar.
Vivienda, educación y alimentación
Así, en esta especie de auditoría de Save the Children, la palma del gasto se lo llevan la vivienda (184 euros), la educación (177 euros: el importe no incluye las eventuales cuotas de la educación concertada, pero sí el comedor escolar, los libros de texto, el material y el transporte) y la alimentación (146 euros). De hecho, 4 de cada 10 euros –contabiliza el informe– van destinados a la casa, el súper y los suministros.
Otras partidas como las atribuidas a la conciliación (133), la ropa y el calzado (59) o los gastos extraordinarios (104) conforman el grueso de una factura que, subraya la entidad, asfixia las oportunidades de un grueso de niños –el 10,3% de los hogares con niños (8,6% antes de la pandemia) sufren privaciones graves en bienes y servicios básicos que repercuten en la alimentación, la salud y el abandono escolar– y empobrece el día a día de los hogares. A la vez, también aporta contexto material al desplome de la fecundidad en Catalunya: 1,1 niños por mujer, el sótano de Europa.
Criar, factor de pobreza
“La crianza representa una carga económica considerable para las familias, especialmente en la adolescencia, y se ha convertido en un factor de riesgo significativo de pobreza”, asegura Ona Lorda Roure, responsable de Políticas de Infancia de Save the Children en Catalunya. “La mitad de las familias con hijas e hijos deben destinar más de la mitad de su renta a estos gastos y la probabilidad de estar bajo el umbral de la pobreza aumenta un 70% para aquellas que tienen menores de edad a su cargo”, añade.
"Una anomalía estructural"
Los datos están ahí: a pesar de la recuperación del contexto económico, el elevado coste de la crianza echa nuevo combustible a la elevada y cronificada pobreza infantil en Catalunya (32,5%, ocho puntos por encima de la media europea) y tiene un impacto directo sobre las dificultades de las familias –especialmente las monoparentales– para hacer frente a las necesidades básicas.
De hecho, el 44% de los hogares admiten sufrir serios problemas para afrontar gastos imprevistos (cifra que ha aumentat cuatro puntos desde 2022). "La pobreza infantil se agrava y se consolida como una anomalía estructural en Catalunya, con costes inasumibles para la sociedad", aseguran desde la oenegé.
Cambio en las políticas
Con los números actualizados del informe en la mano, Save the Children reclama un golpe de timón en las políticas públicas destinadas a la infancia y apretar el acelerador de 'La Estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Catalunya', presentada en abril y pendiente de despliegue.
En su orden del día de las urgencias, la entidad considera apremiante "la creación de una prestación de carácter universal por crianza con el objetivo de reducir la desigualdad entre las familias –apunta el informe–, ayudar a los hogares con una parte de los costes, eliminar barreras burocráticas y proporcionar un apoyo continuo, especialmente para aquellas con menos recursos".
Vivienda
Desde la oenegé también se aboga por ampliar y replantear las prestaciones enfocadas a la infancia dado que, ya sea por barreras idiomáticas, burocráticas o desconocimiento, no llegan donde deberían. Por ejemplo, solo el 25,3% de los niños en situación de pobreza severa son beneficiarios de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC, prestación catalana), porcentaje que desciende al 10,7% si se tienen en cuenta los niños en riesgo de pobreza. "Este hecho pone de manifiesto la limitación de este mecanismo para combatir la pobreza infantil", cuestionan desde la organización.
Más allá de eso, desde Save the Children se reclama un complemento específico de 200 euros mensuales para crianza destinado a las familias en situación de vulnerabilidad y apremian a aumentar el gasto público en vivienda con el objetivo de incrementar el parque público y pasar del 1,7% al 9,3% de media europea. "Asimismo –añade el informe– es fundamental concertar la movilización de viviendas vacías de grandes tenedores como la Sareb para vincularlos al parque público y destinarlos al alquiler social".
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