martes, 3 de diciembre de 2024

¿Qué pasaría si los extraterrestres hicieran algún contacto con la Tierra? Experto lo desvela


El escenario de contacto con una civilización extraterrestre ha sido explorado innumerables veces en la ciencia ficción. Sin embargo, ¿cómo se desarrollaría este evento en la vida real?

Si los extraterrestres alguna vez reciben señales enviadas por la humanidad, como las transmitidas en los años 70 por la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA hacia el satélite Pioneer 10, el contacto podría convertirse en una realidad.

Este acontecimiento tiene el potencial de ocurrir a finales de esta década, y los preparativos para tal eventualidad están marcados por protocolos y procedimientos específicos que involucran a científicos, organizaciones internacionales y gobiernos. ¡Atención!

Primera semana tras la confirmación

En un escenario de contacto, la señal sería probablemente detectada por grandes telescopios terrestres como el FAST en China, el Very Large Array (VLA) en Nuevo México, o el Telescopio Parkes en Australia.

Según el ex experto de la NASA, Sylvester Kaczmarek, en declaraciones al diario inglés Daily Mail, antes de realizar cualquier anuncio al público, los científicos trabajarían arduamente para confirmar la autenticidad de la señal. Esto implica descartar fuentes terrestres de interferencia, como satélites o transmisiones de radio humanas.

El caso del radiotelescopio Parkes en los años 90 es un recordatorio de lo cuidadosos que deben ser: una señal "misteriosa" resultó ser un microondas en el comedor del personal.

Para considerar que una señal es de origen extraterrestre, debe cumplir con criterios estrictos y someterse a múltiples análisis durante semanas o meses. Solo si la señal presenta propiedades incompatibles con fuentes astrofísicas naturales o interferencias humanas, se considerará potencialmente extraterrestre. En este caso, los descubridores notificarían a organizaciones como la Academia Internacional de Astronáutica (IAA) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Aunque instituciones como el SETI tienen sus propios planes para el primer contacto, la participación de agencias espaciales como la NASA y la ESA, así como de gobiernos con capacidades espaciales avanzadas, sería inevitable.

Kaczmarek advierte que es probable que surja confusión e intereses contrapuestos antes de que se logre una estrategia global unificada. Sin embargo, una vez que la autenticidad de la señal esté confirmada, es probable que se comparta públicamente mediante un comunicado de prensa o una publicación científica. No obstante, factores como la seguridad geopolítica podrían retrasar la transparencia inicial.

Segunda semana tras la confirmación

En la segunda semana, uno de los primeros pasos sería proteger la frecuencia en la que se recibió la señal. Esto aseguraría la capacidad de seguir recibiendo información de la fuente extraterrestre. Para ello, los científicos activarían procedimientos de emergencia dentro del Consejo Administrativo Mundial de Radiocomunicaciones de la UIT.

Simultáneamente, las directrices de SETI sugieren la formación de un Grupo de Estudio de Posdetección que analizaría la señal y comenzaría las discusiones sobre cómo proceder.

En este punto, la participación de las Naciones Unidas sería fundamental para coordinar una respuesta global. La Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA) es la entidad más probable para liderar estos esfuerzos, basándose en tratados existentes como el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967, que regula el uso pacífico del espacio.

El análisis de la señal se centraría en determinar su origen y significado, así como en decidir si responder o no. Los gobiernos y científicos trabajarían en conjunto para avanzar en estos temas, enfrentándose a preguntas clave sobre los derechos extraterrestres, las implicaciones de comunicación y la seguridad global.

Tercera semana tras la confirmación

La forma en que se respondería a un contacto extraterrestre dependerá de su naturaleza. Si el contacto implicara la llegada de una nave espacial a la Tierra, sería necesaria una respuesta inmediata y directa. Sin embargo, si el contacto se limitara a una señal desde el espacio profundo, sería esencial una planificación a largo plazo.

Según las directrices internacionales, cualquier respuesta debería ser acordada a nivel global. Esto está establecido en la Declaración de Principios sobre la Conducta en la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, que enfatiza que los descubridores no deben responder sin la orientación y consentimiento de un organismo internacional ampliamente representativo, como las Naciones Unidas.

El proceso de descifrar la señal, determinar su propósito y decidir cómo responder sería extremadamente complejo. Los científicos se esforzarían por entender si la señal contiene algún mensaje codificado o instrucciones específicas. Este análisis podría tardar meses o incluso años, y cualquier comunicación de regreso tendría que considerar el tiempo que tomaría que la señal llegue a su destino.

Un evento de contacto extraterrestre sería un momento decisivo en la historia de la humanidad. Desde la confirmación de la señal hasta la respuesta final, el proceso estaría lleno de desafíos científicos, políticos y sociales. La colaboración global, la transparencia y la preparación serán esenciales para manejar un evento tan extraordinario con responsabilidad y visión a largo plazo.

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