Mientras dormimos, nuestro cerebro activa un sistema de limpieza esencial. Investigadores acaban de descubrir el mecanismo que lo regula, abriendo perspectivas para comprender mejor el impacto de los trastornos del sueño en las enfermedades neurodegenerativas.
Este descubrimiento, resultado de investigaciones realizadas en la Universidad de Copenhague, arroja luz sobre un proceso clave: las ondas cerebrales lentas, orquestadas por la noradrenalina, actúan como una bomba para eliminar los desechos acumulados. Este mecanismo, principalmente activo durante el sueño profundo, podría explicar por qué un mal sueño aumenta el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.
El sistema glinfático: una lavadora cerebral
El cerebro posee un sistema de limpieza llamado sistema glinfático. Durante el sueño, este sistema elimina los desechos metabólicos, incluidas las proteínas tóxicas relacionadas con enfermedades neurodegenerativas. Sin un sueño reparador, este proceso se ve alterado, afectando la memoria y la salud en general.
Los investigadores han buscado durante mucho tiempo comprender qué activa este sistema. Gracias a estudios en ratones, han identificado un mecanismo clave: las oscilaciones lentas de noradrenalina, un neurotransmisor, que provocan pulsaciones en los vasos sanguíneos. Estas pulsaciones actúan como una bomba, facilitando la eliminación de desechos.
El papel de la noradrenalina
La noradrenalina, liberada por el tronco encefálico, desempeña un papel central en este proceso. Durante el sueño profundo, provoca contracciones y dilataciones rítmicas de los vasos sanguíneos. Estos movimientos crean un flujo de líquido cefalorraquídeo que limpia el cerebro al eliminar los...desechos.
Este mecanismo es menos activo durante la vigilia o el sueño REM. Esto explica por qué el sueño profundo es esencial para una buena eliminación de desechos. Los investigadores han descubierto que ciertos somníferos, como el zolpidem, alteran este proceso. Al reducir las oscilaciones de noradrenalina en casi un 50 %, este medicamento también disminuye el flujo de líquido cefalorraquídeo en aproximadamente un 30 %, limitando así la capacidad del cerebro para limpiarse. Estos resultados sugieren que el sueño inducido por este tipo de somnífero podría ser menos reparador que el sueño natural.
Sueño y enfermedades neurodegenerativas
Un mal funcionamiento del sistema glinfático está relacionado con la acumulación de desechos en el cerebro, un factor de riesgo para enfermedades como el Alzheimer. Los investigadores esperan que este descubrimiento permita detectar de manera temprana las disfunciones del sistema y desarrollar tratamientos preventivos.Al comprender mejor este mecanismo, sería posible mejorar la calidad del sueño y reducir los riesgos de enfermedades neurodegenerativas. Esto también abre el camino a estudios sobre el efecto de los somníferos y al diseño de medicamentos más adecuados.
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