Presión arterial alta, dolor en la espalda o somnolencia: son algunos de los síntomas de deficiencia en la vitamina D

 

 La salud es tendencia. Aunque solemos relacionar la vitamina D con el sol o con la salud ósea, lo cierto es que su impacto va mucho más allá. Así lo explica Marcos Meilan Ferreiro, creador de contenido especializado en bienestar, quien en uno de sus vídeos en redes sociales ha compartido una lista de señales que podrían estar advirtiendo que a nuestro cuerpo le falta esta vitamina esencial.

Según ha manifestado Meilan en su cuenta de TikTok, mantener buenos niveles de vitamina D, aproximadamente por encima de los 50 ng/ml, frente a los más habituales 20 o 30, podría ser clave para optimizar funciones tan importantes como la absorción de calcio y el buen funcionamiento del sistema inmune. A continuación, detallamos los síntomas que él mismo ha enumerado.

Entre los síntomas más llamativos de una posible deficiencia se encuentra la presión arterial elevada, un signo que muchas veces no asociamos con un déficit nutricional. A esta señal se suman los problemas para regular la glucosa, algo que podría complicar el control metabólico a largo plazo. Además, el dolor persistente en la parte baja de la espalda es otro indicio al que conviene prestar atención, especialmente si se combina con una sensación general de fatiga.

De hecho, la somnolencia durante el día, es decir, esa necesidad constante de echar una siesta o sentirse sin energía, puede estar relacionada directamente con la falta de vitamina D. La lista continúa con un sistema inmunológico debilitado, que nos hace más vulnerables a infecciones comunes, y con el desarrollo de afecciones autoinmunes, en las que el cuerpo ataca por error a sus propios tejidos.

Por último, no hay que subestimar el impacto emocional: la depresión también aparece entre los signos de alerta. Al hilo de las palabras de este creador de contenido en su publicación, aunque las causas de este trastorno son multifactoriales, una deficiencia de vitamina D puede contribuir al desánimo o la falta de motivación.

Teniendo estos síntomas en cuenta, como siempre indicamos, lo recomendable es consultar con un profesional de la salud antes de sacar conclusiones o iniciar suplementaciones. Sin embargo, hemos querido compartir estas señales puesto que, conocer estos síntomas, puede ser un primer paso para escuchar mejor lo que el cuerpo intenta comunicarnos.