El papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril de 2025 a las 7.35 (5.35 GMT) en su residencia de la Casa Santa Marta, tal y como ha anunciado en un vídeo mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel. Ante esta triste noticia para todos sus fieles y, en general, la Iglesia, son muchos los que se preguntan qué es un cónclave y cómo se elige un nuevo Papa, al igual que qué ocurre con el anillo del pescador que portaba Jorge Mario Bergoglio.
Muchos recordarán las imágenes del Papa Francisco que se viralizaron hace cinco años porque este retiraba la mano antes de que otros besaran su anillo . Unos decían que era por un tema de higiene y otros porque el anillo del pescador es un símbolo de poder y Jorge Mario Bergoglio (el Papa Francisco) quería transmitir otro mensaje. Pasada esa polémica, ahora, se vuelve a hablar de ese anillo porque será destruido en caso de que el actual Papa deje su puesto, por sucesión, como Benedicto XVI, o por muerte del pontífice.
El anillo del pescador lo utilizan todos los papas tras tomar posesión de su cargo y se fabrica con los restos del anillo usado por el anterior pontífice, como símbolo de continuidad. Una tradición que se remonta a 1265, cuando por primera vez su uso apareció en una carta escrita por el papa Clemente V a su sobrino. Posteriormente, también se utilizó para sellar bulas (documentos) papales y besarlo se volvió un signo de respeto al Papa.
Su destrucción es una de las ceremonias que se lleva a cabo nada más fallecer un Papa. Para evitar que el sello que lleva el anillo del pescador se pueda falsificar, se destruye inmediatamente después de confirmar su muerte, pero, en el último caso, el de Benedicto XVI, su anillo papal fue destruido en 2013, cuando anunció su renuncia. En resumen, la destrucción del anillo del pescador significa que su pontificado ha terminado.
Cuando el 19 de marzo de 2013 el entonces Decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le puso el anillo papal al cardenal Bergoglio, elevándolo así al solio pontificio como Papa Francisco, tras la renuncia de Benedicto XVI, no lo hizo utilizando un anillo de oro, sino de plata. La razón es que El Papa Francisco quiso mostrar la austeridad de su pontificado.
En cuanto a Benedicto XVI, cuando renunció al pontificado, no mandó destruir el anillo, sino que solo lo hizo grabar con un cincel para que ya no pudiera ser utilizado, según una práctica llamada rayado. Más concretamente fue machacado en el Vaticano.
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