España está repleta de iglesias monumentales que dejan perplejos a todos los que se adentran en ellas, como la catedral de Segovia, la de Santiago de Compostela o la de Sevilla, aunque en todo el país también se pueden visitar curiosos templos de pequeño tamaño que, a pesar de no tener la majestuosidad de las grandes obras arquitectónicas, también están llenos de encanto. Uno de los más peculiares se encuentra en la provincia de Huesca, pero para muchos es difícil encontrarlo.
La Ermita de San Cristóbal, situada en el término municipal de La Sotonera, es uno de los templos más especiales de Aragón, aunque su singularidad no se debe a ningún elemento arquitectónico, sino a su propia ubicación: se encuentra camuflada en las grandes paredes rocosas de un barranco. A pesar de que no es la única de esta índole que se puede encontrar en la comarca de Hoya de Huesca, la realidad es que es una de las más destacadas, sobre todo por tener que llegar a ella a través de una extraordinaria ruta de senderismo.
La ruta hasta la Ermita de San Cristóbal, en La Sotonera
Aunque 'pertenece' a la villa de Aniés, lo cierto es que tradicionalmente se ha relacionado más con el vecino pueblo de Bolea, desde donde parte un magnífico itinerario que llega a esta escondida ermita escondida (una de las muchas que hay esta parte de Aragón) en las faldas del Pico Gratal. En la localidad se debe andar durante unos minutos por el GR-1 y el Camino Natural de la Hoya de Huesca hasta llegar a otro increíble templo de la comarca como es la Ermita de Santa Quiteria.
En el santuario, hay que continuar por la pista, que va discurriendo por la derecha hasta llegar al barranco en el que se encuentra la ermita. A medida que los senderistas se adentren en el despeñadero, podrán ver curiosas formaciones geológicas según vayan ascendiendo, aunque según se avancen metros el trayecto se va volviendo más abrupto; la subida hasta él es empinada y hay que aumentar las precauciones.
Una vez en las ruinas de la ermita se tienen unas vistas panorámicas que parecen de otro mundo. La enorme vegetación que ha acompañado a los aventureros a lo largo del camino, el río Sotón y los impresionantes picos de la Sierra de Caballera se extienden hasta el horizonte, lo que supone el colofón a una increíble ruta de senderismo de menos de cinco kilómetros que se tarda en completar apenas una hora y media.
Cómo llegar a Bolea y a la Ermita de San Cristóbal
La localidad de Bolea se encuentra a tan solo 23 kilómetros por carretera de la ciudad de Huesca. Los apasionados de la naturaleza que vivan en la urbe oscense deben circular con el coche por la A-132 hasta llegar al pueblo de Esquedas, donde hay que tomar la salida por la A-1206, de la que parte un desvío que lleva a la villa. El trayecto es de solo 25 minutos.
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