Carta de un Vecino
Es inadmisible que, en pleno siglo XXI, los residentes de la Barceloneta tengamos que enfrentarnos a la creciente inseguridad en nuestras calles. A pesar de pagar por el área de residentes, los coches aparcados son blanco fácil para los ladrones. Rompen cristales y se llevan nuestros objetos personales, convirtiendo un acto tan cotidiano como estacionar en nuestro Barrio es de alto riesgo.
Mientras nosotros, los vecinos, cumplimos con nuestras obligaciones fiscales, vemos cómo extranjeros aparcan sin ninguna supervisión en las zonas residentes. ¿Acaso no merecemos el mismo respeto y protección? La situación es aún más alarmante cuando consideramos que los taxistas privados parecen tener un libre albedrío para aparcar y deja su coche sin restricciones en zona residentes , lo cual solo agrava la sensación de abandono que sentimos en nuestro propio barrio.
Las patrullas de policía parecen ser un eco distante; cada vez hay más robos. Nos sentimos desprotegidos, y el creciente número de indigentes en las calles se suma a un panorama desolador. La suciedad y el incivismo se han convertido en compañeros permanentes en nuestra vida diaria. Escuchamos escándalos y ruidos toda la noche causados por turistas que parecen no tener límites, ignorando el impacto que su comportamiento tiene en nuestra convivencia.
Es hora de que los vecinos dejemos de quedarnos sentados en nuestros sofás, esperando que otros tomen acción. La apatía no puede ser nuestra respuesta; debemos unirnos, organizarnos y exigir cambios. Los políticos deben ser conscientes de que su pasividad no solo nos perjudica a nosotros, sino que también afecta la imagen de Barceloneta como un lugar atractivo para vivir y visitar. Si no actuamos, seguiremos perdiendo lo que tanto valoramos en nuestra comunidad. ¡Es momento de levantar la voz y reclamar una solución!
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