sábado, 21 de junio de 2025

Una veintena de mercados de la provincia de Barcelona tienen más paradas cerradas que abiertas

 ElPeriodico


Un nuevo censo de la Diputación realiza por primera vez un exhaustivo balance comercial de los equipamientos municipales

Los datos muestran en la comarca del Maresme una concentración de infraestructuras con más del 50% de negocios inactivos

El Mercat Torner de Badalona, uno de los que más paradas cerradas tiene en la provincia de Barcelona.

Un elocuente dato lleva años midiendo la temperatura comercial de los municipios del área de Barcelona: una de cada tres paradas de mercados municipales de la provincia están cerradas. La proporción equivale a unos 1.100 establecimientos inactivos. EL PERIÓDICO ha accedido a un nuevo censo de la Diputación de Barcelona (DIBA) que, por primera vez, aporta valioso contexto a través de un exhaustivo balance comercial de los 91 mercados de la provincia. Una conclusión significativa del informe es que una veintena de mercados de la demarcación barcelonesa ven lastrado su devenir comercial con más paradas cerradas que abiertas. Los datos, en los que el concepto 'parada' equivale a 'negocio', reflejan una foto fija de las lonjas locales a partir de respuestas de los propios ayuntamientos recabadas por la DIBA durante el pasado año 2024.

El estudio corrobora una brecha entre la vitalidad comercial de los mercados de Barcelona ciudad —no incluidos en el estudio de la DIBA— en relación a los de la provincia en su cómputo global. Mientras la capital únicamente registra un 3% de paradas vacías —63, concretamente—, el dato se decuplica en la provincia hasta alcanzar un 30% de media. El indicador implica que a día de hoy se perpetúen agonías comerciales en algunos mercados, como los de Campoamor —ahora cerrado temporalmente por obras— o Merinalsen Sabadell, o vayan degradándose superficies municipales con hasta nueve de cada diez paradas cerradas, como son los casos de los mercados de Torner (Badalona) o de la Plaça de Vendre (Argentona).

Otros de los mercados de la provincia barcelonesa con más del 50% de paradas cerradas son el de Calella (82%); el de Can Serra en L'Hospitalet de Llobregat (75%); o los de Premià de Dalt y Canet de Mar (más del 65%). De hecho, diversos municipios de la comarca del Maresme —también destacan Arenys de Mar o El Masnou— están entre los que peor coeficiente comercial registran en sus mercados, con cuotas superiores al 50% de negocios clausurados. Luego están las ciudades ausentes del listado por no gozar actualmente de mercados municipales, como Vic o Berga. Sin ir más lejos, fuentes municipales de Calella explican que el mercado municipal se está cerrando estas semanas para transformarse en un futuro centro cívico. Los datos del minucioso censo comercial de la DIBA pueden consultarse en el siguiente mapa.

Consultadas por este diario, fuentes técnicas del área Comercial de la DIBA asumen la preocupación de los ayuntamientos ante un paradigma comercial que ha pillado "a contrapié" a los mercados. "La fuerte competencia de las superficies, centros y cadenas comerciales, que cada vez trabajan más producto fresco de calidad, obligan a los mercados a reinventarse", afirma un responsable comercial de la DIBA.

Aun y los datos, la DIBA prefiere ver el vaso comercial medio lleno. En este sentido se posicionó la diputada provincial de Comercio, Olga Serra (ERC), en la presentación de un estudio sobre hábitos de consumo elaborado por la administración supramunicipal. "La alimentación fresca permite a los mercados municipales resistir", adujo Serra. A día de hoy, son sólo tres de cada diez los consumidores de la provincia que priorizan los mercados en su especialidad, el segmento comercial de la alimentación fresca.

Una parada de embutidos en el Mercat de la Independència de Terrassa.

En cuanto al total de paradas cerradas, los mercados con cifras más sangrantes son los de Torner (Badalona), con 209 negocios inactivos de 225; el de Sant Ildefons (Cornellà de Llobregat), con 43 establecimientos cerrados de 122; y el de Torrent Gornal (L'Hospitalet), con 40 paradas vacías de 86. El presidente de la Federació de Mercats de Badalona, Juan Carlos de Miguel, rememora los tiempos en que el Mercat Torner llegó a las "50 ó 60" paradas a pleno rendimiento, un escenario que dista del que se desprende de los exiguos 16 locales que le quedan en pie hoy. De hecho, tal y como se explicó en estas páginas, la joya arquitectónica badalonesa anduvo al borde del cerrojazo definitivo a finales del pasado año, defunción que no se consumó a la espera de una honda remodelación.

En la DIBA aluden también al problema endémico de la falta de relevo generacional en los mercados, lacra contra la que ha impulsado novedosas formaciones y un programa para facilitar que emprendedores revitalicen paradas abocadas al cierre. "Nos falta cantera: no hay carniceros o charcuteros, y eso frena a muchas paradas que podrían abrir nuevos puntos de venta", señala un responsable comercial de la administración. El técnico acepta que el número de paradas irá disminuyendo, "pero las nuevas tendrán más superficie comercial". He aquí el cambio de paradigma que atisba la DIBA: menos paradas pero más potentes. Cada vez con una oferta comercial más amplia y menos de nicho. Con más variedad de horarios y mayor rotación de trabajadores. "Sostener mercados de 200 paradas es ya totalmente imposible", remachan las fuentes comerciales de la DIBA.

Las 'aldeas galas' comerciales de la provincia de Barcelona

Los datos de la DIBA anidan también la otra cara de la moneda comercial de los mercados: la de la plena ocupación. De los 91 equipamientos de la provincia, son 8 las 'aldeas galas' comerciales que disfrutan de todos sus establecimientos a pleno rendimiento. Se trata de los mercados de Maignon (Badalona); de Onze de Setembre (Barberà del Vallès); el municipal de Caldes d'Estrac; el de la Plaza de Cuba (Mataró); el de Montgat; los de Mira-Sol y Volpelleres (Sant Cugat del Vallès); y el de Sagarra (Santa Coloma de Gramenet). Un matiz importante es que el mercado de Maignon, en Badalona, se ha cronificado desde hace 13 años en una carpa que iba a ser supuestamente provisional.

¿Existe una receta 'paso a paso' para lograr un mercado con buena salud comercial? Desde la DIBA insisten en que cada equipamiento es un mundo, pero sí detectan patrones comunes entre las infraestructuras exitosas. Por ejemplo, paradójicamente algunos mercados consiguen una sinergia valiosa con grandes supermercados próximos, por ejemplo Mercadona, como ocurre en los de Barberà y Mira-Sol (Sant Cugat del Vallès).

También influye positivamente que los ayuntamientos acometan reformas en los equipamientos: hasta un 30% de los mercados de la provincia, según datos de la DIBA, no han sido objeto de obra de mejora alguna desde su construcción. Y marca asimismo la diferencia que exista una gerencia profesionalizada. "Un gerente profesional es muy importante: favorece la competitividad y moderniza, por ejemplo con la digitalización de 'marketplaces' o el uso de redes sociales", apuntan fuentes comerciales de la DIBA. Solo el 22% de los mercados provinciales ha puesto en marcha plataformas de venta en línea. El reparto a domicilio alcanza a un 25% de los mercados.

Entrada del Mercat de Sant Carles, en Granollers.

Una última tendencia que la DIBA tenía identificada pero la cual puede objetivar ahora por primera vez es la de la feminización del sector. Las 2.079 paradas operativas en los mercados de las provincia generan empleo para un total 3.204 personas, de las cuales el 82% son mujeres. Son 12 los mercados que sobrepasan el 50% de trabajadoras sobre el total de empleados: el municipal de Castellar del Vallès; el mercado central de Sabadell; el municipal de El Masnou; el municipal de Sant Carles (Granollers); el de Onze de Setembre (Barberà del Vallès); el del centro de Vilanova i la Geltrú; el Municipal d'Abastaments (Sant Adrià de Besòs); el municipal de Mollet del Vallès; el Mercat Vell de Sant Cugat del Vallès; el de la Plaça de Cuba de Mataró; el municipal de Cardedeu; y el municipal del Prat de Llobregat.

Más allá de la intensa representación femenina —el mercado central de Sabadell es paradigmático: de sus 200 trabajadores, 170 son mujeres—, lo que sigue lastrando al sector es la elevada proporción de trabajadores autónomos. "La precariedad es una debilidad porque, sumada a la gran heterogeidad de los paradistas, dificulta la modernización o el impulso de transformaciones", concluyen fuentes de la DIBA.

Metodología de los datos

Los datos de la DIBA ofrecen una equivalencia entre 'paradas' y 'negocios'. Es decir, cada parada cuenta como un establecimiento comercial. Al contrario que algunos ayuntamientos, que cuentan diversas paradas por cada negocio porque cuantifican cada uno de los números de recintos comerciales integrados en un mismo negocio. Consultadas explícitamente sobre este detalle, fuentes técnicas del área comercial de la DIBA ratifican que cada parada compendiada en los datos hace referencia a un establecimiento comercial de los mercados. Es decir, que no debe entenderse como que un mismo establecimiento pueda incluir más de un puesto. Por otra parte, los datos de la DIBA fueron recabados entre enero y noviembre del 2024, por lo que en la actualidad algún dato de mercados puntuales pueden haber variado levemente sin afectar a las principales tendencias.

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