La cocina aragonesa es un reflejo de la tierra: sobria, ingeniosa y basada en productos de proximidad. Con raíces campesinas y de aprovechamiento, muchas de sus recetas nacieron de la necesidad de sacar el máximo partido a los ingredientes disponibles.
En ese contexto se enmarca una de las elaboraciones más populares y curiosas: los huevos ‘tontos’, también conocidos como 'engañamaridos'. Una fritura humilde que, con muy poco, consigue un resultado sorprendentemente sabroso.
Ingredientes para 4 personas
- 200 g de pan duro del día anterior
- 3 huevos
- 200 ml de leche (aproximadamente, para humedecer el pan)
- 3 dientes de ajo picados finamente
- Un manojo de perejil fresco picado
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra para freír
Variante: en algunos pueblos se añade atún, longaniza, chorizo o jamón picado a la masa para darle más sabor.
Tiempo de preparación
- Preparación: 15 minutos
- Reposo de la masa (opcional): 20 minutos
- Cocinado: 10 minutos
Total: unos 25 minutos (45 minutos si de deja reposar la masa)
Elaboración paso a paso
En primer lugar, trocea el pan duro y colócalo en un bol. Añade poco a poco la leche hasta que quede blando, pero sin llegar a deshacerse y aplástalo ligeramente con un tenedor. Después, incorpora los ajos y el perejil picados finos. Remueve bien para que se repartan los sabores.
Por otro lado, bate los huevos aparte y agrégalos al pan humedecido, salpimienta al gusto y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Puedes dejar la mezcla en la nevera durante 20 minutos para que coja cuerpo. Así será más fácil darle forma. Con la ayuda de dos cucharas, forma pequeñas porciones ovaladas, similares a croquetas.
Una vez dada la forma, calienta abundante aceite de oliva en una sartén y fríe las porciones hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Retira y escurre sobre papel absorbente.
¿Cómo servir los huevos ‘tontos’?
Los huevos ‘tontos’ se pueden disfrutar de muchas formas: como tapa o entrante, servidos calientes con un toque de alioli o en guisos, añadidos a cazuelas con salsa de almendras o de cebolla para absorber todo el sabor del caldo.
Además, pueden sustituir a las albóndigas en versiones más sencillas; o en menús de aprovechamiento, acompañados de una ensalada fresca o unas verduras salteadas, convirtiéndose en un plato completo y económico.
Una receta humilde con mucha historia
Los huevos ‘tontos’ son un ejemplo perfecto de la cocina de aprovechamiento aragonesa, que transforma ingredientes sencillos como el pan duro en platos cargados de sabor. Una receta fácil, rápida y económica que ya puedes preparar en tu cocina.
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