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El archipiélago portugués, compuesto por nueve islas, ofrece un paisaje volcánico con una gran variedad de hábitats, biotopos y más de 300 especies propias

Las Azores reciben cada año más de un millón de visitantes, atraídos por las múltiples opciones de turismo que ofrecen las islas. Visitarlas en otoño e invierno permite descubrir el archipiélago de forma distinta, más tranquila y cercana, donde la naturaleza se muestra en su versión más pura. Lejos de las multitudes de la temporada alta, esta época permite disfrutar de sus paisajes volcánicos, sus aguas termales y sus miradores espectaculares, un verdadero paraíso turístico.
La región portuguesa está formada por nueve islas divididas en tres grupos y cada una de ellas tiene su paisaje, atractivos y particularidades. La naturaleza es el principal activo de todas ellas, al tratarse de un archipiélago volcánico que está situado en medio del océano Atlántico. Además, es una región rica en cultura, porque a pesar de su aislamiento, siempre ha estado en mitad de grandes rutas comerciales.
Senderismo volcánico y paisajes únicos
Las nueve islas ofrecen una serie de rutas espectaculares entre lagos, cráteres y montañas, que permiten descubrir el archipiélago y sus rincones más escondidos. En otoño e invierno, la Lagoa das Sete Cidades o la Lagoa do Fogo son dos destinos ideales para disfrutar del paisaje volcánico, gracias a las temperaturas suaves y a la menor afluencia turística de esta época del año.
Asimismo, el Azores Geopark, reconocido por la Unesco, cuenta con más de 120 geositios que permiten explorar la fuerza volcánica que da forma al archipiélago, desde fumarolas hasta formaciones rocosas únicas.

Canyoning y aventura en cascadas
La abundancia de agua convierte a las Azores en un paraíso para el canyoning. La Ribeira dos Caldeirões (São Miguel), así como zonas de São Jorge o Flores, ofrecen recorridos que combinan saltos, rápel y piscinas naturales rodeadas de vegetación exuberante y bellísimos bosques, una experiencia muy emocionante para esta época del año.
Esta forma de conocer la isla permite llegar a los lugares más alejados y menos explorados del territorio, especialmente para aquellos que buscan la aventura en plena naturaleza.

Aguas termales y relax natural
El clima más fresco invita a disfrutar de las aguas termales volcánicas, una joya natural en medio del océano. El clima más fresco invita a disfrutar de las aguas termales volcánicas, una joya natural en medio del océano.
Desde el famoso Parque Terra Nostra en Furnas hasta Poça da Dona Beija o las Termas do Carapacho en Graciosa, cada espacio combina bienestar y paisajes volcánicos, ofreciendo un descanso reparador en medio de un entorno verde.
Miradores escénicos y temporada baja accesible
El otoño tiñe los paisajes de tonos dorados, ofreciendo vistas espectaculares desde miradores como Vista do Rei (São Miguel) o la Caldeira do Faial. La temporada baja permite disfrutar de estos panoramas con calma, perfecto para quienes buscan desconectar con la naturaleza sin multitudes. El mirador es el más famoso de la isla, enclavado al sur del cráter y ubicado junto al pueblo de Sete Cidades, en el noroeste de la isla.
Viajar en otoño e invierno a las islas y disfrutar de este entorno natural es sencillo gracias a SATA Azores Airlines, una compañía aérea portuguesa que conecta las islas con España y otros destinos europeos. Sus vuelos permiten acceder a este paraíso natural de forma cómoda, para disfrutar de un archipiélago único en el océano Atlántico.
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