En Tenerife hay rincones que no aún no se han descubierto y que mucha gente ni siquiera sabe que existen y, aun así, terminan convirtiéndose en tema entre quienes frecuentan el mar, porque el océano siempre tiene historias para quien las quiere escuchar. Una de ellas se encuentra en la costa de Arona, y lejos de las hamacas y parasoles de la playa de Los Cristianos o Las Vistas, como si ella también hubiera quierido escapar de algo. Ahí, existe uno de esos puntos que se descubre sólo por recomendación, a través de un instructor, de un compañero de inmersión o de una fotografía colgada en algunos de los locales del puerto.
Y es que, entre Los Cristianos y el Palm-Mar, una Virgen del Carmen permanece en silencio sobre el fondo arenoso a unos 33 metros de profundidad. Sin embargo, es imposible llegar nadando, porque la visita requiere certificación, control del aire y experiencia buzeando. La escultura pesa cerca de 800 kilos y, pese a que muchos la conocen como la Virgen submarina, su interés se mantiene por la particular unión de tradición y un entorno marino de los más impresionantes del país.
Una obra ligada al litoral
La imagen se instaló en 2005 y fue realizada por el escultor Juan Carlos Martín Díaz. Es una réplica de la Virgen que se venera en la parroquia de Los Cristianos, un detalle que conecta la devoción marinera que se vive en tierra con el mismo océano que marca la vida de un municipio que siempre ha estado vinculado al mar. Sin embargo, colocarla allí no fue fácil, ya que el traslado exigió de varias embarcaciones y buceadores para lograr que quedara asentada y estable.
Con los años, el lugar fue sumando elementos, como una cruz conmemorativa y un delfín dedicado al oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, referencias que muchos centros utilizan como puntos de orientación durante el briefing, especialmente cuando el grupo incluye buceadores que visitan la zona por primera vez.
Por qué aquí
La elección de su ubicación tiene mucho que ver por cómo se bucea en esta zona de la isla. La Virgen quedó junto a la entrada de la Cueva del Palm-Mar, un espacio conocido también como Cueva del Camarón o Cueva de Juanito. En esa ruta es frecuente ver una inmuerable cantidad de peces de todos los tipos, lo que mantiene la inmersión viva y, a la vez, cambiente. Esa combinación explica que el lugar se haya consolidado como una de las salidas recurrentes en la programación de centros de Los Cristianos, Las Américas o el entorno de Las Galletas.
Cómo llegar
Lo normal es salir en barco desde Los Cristianos hacia la zona de Palm-Mar. Una vez en el agua, se desciende primero a una plataformay, a partir de ahí, se continúa por la pared hasta alcanzar el fondo marino. La Virgen, como si de una recompesa se tratará, aparece en la parte final del recorrido.
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