sábado, 6 de junio de 2020

Horror robos a ancianos

El horror: denuncian robos a ancianos fallecidos por coronavirus


Familiares de una anciana de 72 años que murió con Covid-19 alertan de hurtos a su madre en la residencia donde, teóricamente, estaba cuidada



Giro macabro en las acusaciones por presunto abandono y maltrato de personas mayores en residencias de Cataluña durante la pandemia del virus SARS-CoV-2. Familiares de una anciana de 72 años que falleció con Covid-19 en un geriátrico de Barcelona denuncian que la ciudadana, que padecía demencia, no solo perdió la vida por la enfermedad en el centro sociosanitario, sino que alguien robó objetos personales de la difunta cuando ésta no superó la infección.

Quien lo denuncia no se esconde. Es Ana María García Rodríguez, hija de D.R., residente en el Centro Sociosanitario Frederica Montseny de Viladecans (Barcelona) que falleció con síntomas de Covid-19 el 4 de abril. Es una de las 30 personas mayores que murió en la instalación durante la pandemia. Tras el trágico desenlace de la vida de D., denunciado a Fiscalía por presunta denegación de traslado al hospital, su familia interpondrá ahora otra denuncia. "Alguien robó objetos personales de mi madre cuando murió. Cuando fuimos a recogerlos el 12 de mayo, faltaban muchas cosas", alertan sus allegados.

"Ni el reloj, ni la tele, ni sus pulseras, ni un collar"


En conversación con este medio, Ana María explica que fue ella la que recogió los objetos personales de su difunta madre. "Me los dieron en una bolsa de plástico, como si fuera basura. Pero esto no es lo peor: es que faltaban muchas cosas", critica. ¿Qué objetos? "Al llevar años en el centro, le fuimos trayendo cositas a mi madre, pues era un poco coqueta. Tenía un collar, pulseras y perlitas. También vivía con un reloj conmemorativo del 25 aniversario de casados con mi padre que tenía unas manecillas decoradas.
Tampoco estaba. Para faltar faltaba hasta su tele", enumera.

Según la vecina, la custodia de los bienes personales fue tan negligente que "había pertenencias de otro señor" mezcladas con las de su familiar. "Cuando pregunté a los responsables de la residencia me admitieron que allí no había nada, que habían cosas que habían desaparecido", explica. Pero, ¿quién se pudo llevar estos objetos? "No lo sabemos. Quizá no fue una sustracción, fueron despistes. Pero es sospechoso porque los objetos de valor no estaban. Su bolso, sí", ilustra la denunciante. ¿Qué le dijo la gerencia? "Que lo sentía mucho y que interpusiera una queja, que el centro tenía un seguro", apostilla. "Pero es que no queremos dinero --continúa Ana María-- queremos justicia. Creemos que se ha tratado de forma humillante
a mi madre y sabemos que allí hay casos similares", denuncia.

Silencio de la residencia

Preguntado por si constaban quejas de esta gravedad, que conciernen a presuntos robos a difuntos ancianos con Covid-19, el gestor del Centro Sociosanitario Frederica Montseny no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Quien está al mando del geriátrico es el Consorcio de Salut i Social de Catalunya (60%), una patronal de hospitales y equipamientos sanitarios y sociales que, en teoría, es una entidad pública [ver página web aquí]. Pese a haber nacido del "municipalismo" y tener alma social, el CSSC ha callado durante toda la pandemia del coronavirus, ocultando el brote de Viladecans, primero, tratando de esconder su magnitud, después, amedrentando a la plantilla para que no denunciara la falta de personal y material, a mitad de la epidemia; y dando la espalda a la Coordinadora 5+1 de familiares de residentes fallecidos con Covid-19 en equipamientos residenciales, por último. Esta plataforma ha denunciado este centro y otros 30 a Fiscalía por presunta mala praxis.

Pese a esta opaca gestión, el Govern fichó como asesora contra la pandemia a Lourdes García, exdirectora de equipamiento público. Lo hizo después de dar a concer este medio que la instalación acumulaba 30 muertes vinculadas al coronavirus. Inquirido por la cuestión, la portavocía de prensa de Mossos d'Esquadra del área metropolitana sur ha indicado que no constan denuncias formales por robo de objetos a ancianos muertos en el sociosanitario de Viladecans. La policía catalana, no obstante, ha precisado que si los familiares denunciaron lo habrán hecho --o lo harán-- en loz juzgados de Gavá, que son a los que está adscrito el municipio barcelonés. De hecho, la familia de D. ya ha iniciado los trámites para hacerlo, denunciando telemáticamente con número 159146, escrito que presentarán, 
Preguntado por si constaban quejas de esta gravedad, que conciernen a presuntos robos a difuntos ancianos con Covid-19, el gestor del Centro Sociosanitario Frederica Montseny no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Quien está al mando del geriátrico es el Consorcio de Salut i Social de Catalunya (60%), una patronal de hospitales y equipamientos sanitarios y sociales que, en teoría, es una entidad pública [ver página web aquí]. Pese a haber nacido del "municipalismo" y tener alma social, el CSSC ha callado durante toda la pandemia del coronavirus, ocultando el brote de Viladecans, primero, tratando de esconder su magnitud, después, amedrentando a la plantilla para que no denunciara la falta de personal y material, a mitad de la epidemia; y dando la espalda a la Coordinadora 5+1 de familiares de residentes fallecidos con Covid-19 en equipamientos residenciales, por último. Esta plataforma ha denunciado este centro y otros 30 a Fiscalía por presunta mala praxis.
Pese a esta opaca gestión, el Govern fichó como asesora contra la pandemia a Lourdes García, exdirectora de equipamiento público. Lo hizo después de dar a concer este medio que la instalación acumulaba 30 muertes vinculadas al coronavirus. Inquirido por la cuestión, la portavocía de prensa de Mossos d'Esquadra del área metropolitana sur ha indicado que no constan denuncias formales por robo de objetos a ancianos muertos en el sociosanitario de Viladecans. La policía catalana, no obstante, ha precisado que si los familiares denunciaron lo habrán hecho --o lo harán-- en loz juzgados de Gavá, que son a los que está adscrito el municipio barcelonés. De hecho, la familia de D. ya ha iniciado los trámites para hacerlo, denunciando telemáticamente con número 159146, escrito que presentarán, 
Preguntado por si constaban quejas de esta gravedad, que conciernen a presuntos robos a difuntos ancianos con Covid-19, el gestor del Centro Sociosanitario Frederica Montseny no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Quien está al mando del geriátrico es el Consorcio de Salut i Social de Catalunya (60%), una patronal de hospitales y equipamientos sanitarios y sociales que, en teoría, es una entidad pública [ver página web aquí]. Pese a haber nacido del "municipalismo" y tener alma social, el CSSC ha callado durante toda la pandemia del coronavirus, ocultando el brote de Viladecans, primero, tratando de esconder su magnitud, después, amedrentando a la plantilla para que no denunciara la falta de personal y material, a mitad de la epidemia; y dando la espalda a la Coordinadora 5+1 de familiares de residentes fallecidos con Covid-19 en equipamientos residenciales, por último. Esta plataforma ha denunciado este centro y otros 30 a Fiscalía por presunta mala praxis.
Pese a esta opaca gestión, el Govern fichó como asesora contra la pandemia a Lourdes García, exdirectora de equipamiento público. Lo hizo después de dar a concer este medio que la instalación acumulaba 30 muertes vinculadas al coronavirus. Inquirido por la cuestión, la portavocía de prensa de Mossos d'Esquadra del área metropolitana sur ha indicado que no constan denuncias formales por robo de objetos a ancianos muertos en el sociosanitario de Viladecans. La policía catalana, no obstante, ha precisado que si los familiares denunciaron lo habrán hecho --o lo harán-- en loz juzgados de Gavá, que son a los que está adscrito el municipio barcelonés. De hecho, la familia de D. ya ha iniciado los trámites para hacerlo, denunciando telemáticamente con número 159146, escrito que presentarán, también, de forma física a la oficina judicial .


Atencion Robos en Barcelona

Escalar fachadas: la nueva 'tendencia' de robos en Barcelona


Los Mossos detienen en un mes a 12 ladrones que accedieron a viviendas a través de ventanas y balcones



La protección de las viviendas contra la entrada de ladrones no solo debe tener en cuenta la puerta principal. Durante las semanas del confinamiento, los Mossos d'Esquadra han detectado un número significativo de robos en pisos a los cuales se habría accedido a través de ventanas y balcones.

En un solo mes, la policía catalana ha detenido a 12 personas en Barcelona que habrían escalado las fachadas de edificios para, presuntamente, saquear residencias. Entre todos ellos acumulan 59 antecedentes por delitos contra el patrimonio, según ha informado el cuerpo.

Cuidado con las ventanas abiertas

El acceso a inmuebles mediante la escalada de fachadas "no es una modalidad nueva", reconocen los Mossos, aunque sí han destacado que el aumento de la temperatura y la cercanía del verano puede favorecer este tipo de actuaciones. "Cuando llega el buen tiempo, los delincuentes aprovechan para actuar porque detectan ventanas abiertas y otras situaciones de inseguridad" en las viviendas que, en otros momentos del año, son más reducidas. 
La policía catalana destaca que los ladrones aprovechan "elementos de la fachada, como relieves, salientes o balcones de plantas bajas" para acceder a las viviendas. Contra este tipo de actuaciones, los Mossos han comenzado una campaña de información y concienciación de cara al ciudadano, con el objetivo de "neutralizar" posibles riesgos en un momento en el que los robos sufren un leve repunte respecto a semanas anteriores. 

Seguridad ante todo

Entre otras advertencias, se recomienda cerrar siempre la puerta con llave al salir de casa, cerrar las ventanas o ajustar las persianas, poner elementos de seguridad para impedir que se puedan abrir las ventanas, y comprobar si hay elementos en la fachada faciliten el acceso al piso.
Paralelamente, los agentes activarán patrullas en zonas donde se hayan detectado más robos, y recuerdan que la colaboración ciudadana es determinante a la hora de alertar de posibles hurtos en domicilios.


información

https://beteve.cat/societat/possible-canvi-fase-3-barcelona-abans-previst/

Dejar morir a determinadas poblaciones da dinero

Helena Maleno: "Dejar morir a determinadas poblaciones da dinero"


Periodista, investigadora y defensora de los derechos humanos, publica 'Mujer de frontera' para denunciar que el control del territorio nunca puede estar por encima del derecho a la vida 


Un dosier que la policía española envió a las autoridades marroquíes acusaba a Helena Maleno (El Ejido, Almería, 1970) de tráfico de personas y de fomentar la inmigración ilegal, por las llamadas que hace a Salvamento Marítimo, en las que alerta de pateras a la deriva. Un supuesto delito por el que le pedían cadena perpetua en el país 
norteafricano, donde reside desde hace 18 años. Fue investigada por ambos territorios y, finalmente, la Audiencia Nacional archivó el procedimiento en marzo de 2019, tras 15 meses de pesadilla. Su crimen; defender los derechos humanos en la frontera sur.
Esta periodista, investigadora de los movimientos migratorios y la trata de personas, es fundadora del colectivo Caminando Fronteras. Una mujer valiente y comprometida que dedica su vida a denunciar que “dejar o hacer morir a determinadas poblaciones da dinero: se llama necropolítica”. Advierte así de que “el control de movimiento migratorio es uno de los grandes negocios del mundo”, y subraya que “el control del territorio nunca puede estar por encima del derecho a la vida”. Sus vivencias las ha plasmado en Mujer de frontera
--Pregunta: Llega a Marruecos en 2002, se adentra en los asentamientos provisionales y comienza a denunciar violaciones de derechos humanos contra los que cruzan la frontera que les permite llegar a Europa. Recibe la primera llamada desde una patera --de centenares que vendrían después-- en 2007. ¿Cómo se establece esa red que llega a hasta usted?
--Respuesta: Estar entre la vida y la muerte forma parte de la dinámica de la frontera y, al final, si estás con determinadas comunidades o colectivos, esa es la vida que hay. Una vez decides cruzar, o estás en tránsito, sabes que tienes un 50% de posibilidades de vivir y otro 50% de morir. Cuando estás en esa realidad, para sobrevivir se desarrollan estrategias de resistencia, dejar números de teléfono o información a amigos, dejar el contacto de tus padres por si te pasa algo. Una serie de cosas que ocurren de forma natural. Trabajar en estos contextos te lleva a implicarte de esta forma. Estás o no estás, no hay medias tintas.
-Esa primera llamada le hizo pensar que ojalá no recibiese ninguna más así, pero lleva todos estos años ayudando y recibiéndolas. ¿Cómo convive con ello?
--Pueden llegar a cualquier hora, dependiendo del tipo de ruta. Por ejemplo, con las toys en el estrecho; llamadas mucho más angustiantes porque son embarcaciones nada fiables y cada minuto cuenta para un rescate. No es lo mismo que te llame un familiar y te diga que hay una embarcación desaparecida desde hace dos días a que estés hablando con ellos directamente y te expliquen que se están hundiendo. Luego hay que buscar información para que los servicios de rescate puedan encontrarles, y muchas veces hay que calmarles, porque los datos son básicos: si están o no viendo tierra, por ejemplo. No solo convives con esas llamadas sino con las que llegan después, porque si son rescatadas, ya sea por Marruecos, Argelia o España, sabes que están bien, y ellos ya tienen el contacto con los familiares. Pero si no llegan a ser rescatados o desaparecen, las llamadas continúan por parte de los parientes que quieren recuperar los cuerpos; saber cuáles fueron los últimos momentos de sus seres queridos; buscar justicia. En el caso de que se encuentren los cuerpos, nos toca ver si pueden ser devueltos a su país de origen, si pueden ser enterrados en ese lugar. Un montón de cuestiones que se derivan a través de estas llamadas de auxilio
--¿Se ponen medios suficientes para los rescates?
--Es una convención internacional --sobre búsqueda y salvamento marítimos (Convenio SAR)-- sobre la protección del derecho a la vida en el mar, que tienen tanto Argelia, como Marruecos y España. Y nosotras tenemos que estar muy orgullosas de Salvamento Marítimo. Es un servicio público puntero en el mundo. En medio de esto están las pateras, pero este servicio público tiene que proteger una vida que se encuentra en riesgo, de un náufrago, porque al final cuando estás en el mar no eres un migrante, con o sin papeles, o un pesquero o un yate. Esa convención obliga a que los países se coordinen. De hecho, cuando uno llama a un servicio de rescate, este llama inmediatamente al otro. En nuestro caso, llamamos a los tres si es necesario porque no sabemos donde están las embarcaciones. Y los tres países tienen que colaborar para buscarles y encontrarles lo antes posible para que sus vidas no corran peligro. Ese marco es que al que apelamos.
--¿Qué es lo que falla entonces ?
--Que esos servicios de rescate se han visto atravesados por las políticas de control migratorio. Tenemos un mando único desde 2018, operaciones de Frontex; también la reducción de personal de Salvamento Marítimo que ha sido denunciada por el sindicato CGT; Marruecos no tienen operativos y depende de la marina que no tiene aviones. Una serie de consecuencias por la que existe mayor riesgo de que esas personas mueran, y lo que estamos diciendo es que existe una obligación. Una cosa es la migración, ese control del territorio, y otra cosa es la salvaguarda del derecho a la vida en el mar. Y están obligados todos los países.
--Sigue persistiendo esa idea, que dice, se asentó en 2005, de la impunidad en la frontera; ¿que la protección del territorio parece estar por encima del derecho a la vida?
--Sí, claro, hemos normalizado que eso es así pero no lo es. Se ha normalizado porque ha habido un discurso racista, detrás del que ni si quiera hay una consideración ideológica. Utilizan el racismo y muchas falacias para esconder un negocio. Porque el control del movimiento migratorio es uno de los grandes negocios del mundo. En eso han invertido las principales empresas de venta de armamento europeas. Entonces, la cuestión del territorio no está basada en lo que siempre oímos, lo que les preocupa es el negocio que ellos tienen, donde van los 9 millones de euros que se gastan en las operaciones Índalo y Era en el Mediterráneo cuando lo que tienen es una fragata. ¿Quién se está llevando todo ese dinero? Esa es la transparencia que tiene que importarnos. Y con esas consignas vacías de contenido, lo que hacen es engañar a la ciudadanía. El control del territorio en una democracia nunca puede estar por encima del derecho a la vida. Eso está clarísimo, tú puedes controlar una frontera pero tienes que respetar los derechos humanos. Y todo lo demás, lo que viene después, es simplemente tapar todo ese negocio que viene detrás. Ningún Gobierno europeo, sea cual sea su ideología, tiene una política migratoria diferente. Todos han hecho la misma, para proteger el dinero de esas empresas y lobbys.

Bruselas pedirá a España una investigación sobre el apagón que, apunta, categorizará como máxima gravedad

  Bruselas sigue de cerca la situación sobre el apagón que dejó sin electricidad a España y Portugal en la jornada del lunes. Todo apunta a ...