jueves, 10 de diciembre de 2020

La fuga de enfermeros: "Me voy a Afganistán en mejores condiciones que en el Gregorio Marañón"

 Ángel y Janet se marcharán en los próximos meses a trabajar al extranjero.

Ángel y Janet se marcharán en los próximos meses a trabajar al extranjero.

REPORTAJES

La fuga de enfermeros: "Me voy a Afganistán en mejores condiciones que en el Gregorio Marañón"

El coronavirus y las malas condiciones laborales han llevado a cientos de profesionales a buscar oportunidades en otros países. Nueve meses trabajando en plena pandemia como enfermero en la UCI del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) han sido suficientes para que Ángel Valbuena (39) haya tomado una decisión drástica: marcharse de España y probar suerte en un proyecto a miles de kilómetros de su casa, en Afganistán (Asia). Y no sólo por haber trabajado sin apenas medios materiales y humanos durante las peores semanas de la pandemia, sino por algo que el sistema sanitario lleva arrastrando durante años: la precarización y unas pésimas condiciones laborales. "Lo siento mucho pero tengo cerca de 40 años y aquí no tengo futuro", asegura este sanitario. 

Janet y su hermano Iván también lo tienen bastante claro. Ella es auxiliar y él enfermero. Después de todo lo que ha ocurrido en el último año y de cómo se han visto sistemáticamente maltratados e ignorados por el sistema durante toda su trayectoria, han decidido marcharse en unos meses a trabajar a Estados Unidos. Todavía no tienen el destino elegido, pero se irán sí o sí: "Yo no ejerzo la enfermería aquí", dicen. 

Lo peor, no obstante, es que estos tres sanitarios no han sido los únicos que han tomado esta decisión. Es el camino que muchos otros médicos, enfermeros y auxiliares también han emprendido en los últimos meses a pesar de la crisis sanitaria que vive el país, con el objetivo de encontrar mejores oportunidades y una estabilidad que la sanidad española no les ha brindado nunca ni parece que vaya a hacerlo.

Esta fuga de sanitarios probablemente no sorprenderá a quien lea estas líneas, pues desde la crisis económica de 2008 han sido muchos los profesionales que han decidido marcharse a países como Inglaterra o Alemania, donde los hospitales garantizan mejores condiciones. No obstante, el coronavirus, según cuentan estos enfermeros, ha sido la gota que ha colmado el vaso para que vuelva a ocurrir lo mismo.

Esta coyuntura ha sido reconocida incluso por el propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en una carta que recientemente ha publicado con su equipo en The Lancet sobre la gestión del Covid-19 en España. En ella, además de defender su trabajo durante la pandemia, reconoce que el sistema tiene debilidades como la Atención Primaria y la "poca disponibilidad" para contar con profesionales capacitados. Principalmente porque se marchan fuera. 

"Creí que no salía vivo"

Ángel trabaja como enfermero en el Hospital Gregorio Marañón.

Ángel trabaja como enfermero en el Hospital Gregorio Marañón.

En unos meses, Ángel Valbuena será uno más en la lista. No obstante, no se trata de la primera vez que decide irse, sino la segunda. Poco después de terminar la carrera se marchó a trabajar como enfermero a Ghana, Inglaterra y Malta, donde estuvo siete años. "Volví por temas personales hace un par de años y empecé a trabajar en Madrid durante un año, me trataron muy mal. Los contratos que me daban en comparación con otros países eran muy precarios. Así que dejé la enfermería y me dediqué a la antropología. En marzo me marché a hacer un trabajo sobre genética a Grecia, Turquía e Israel. Y estando en este último país estalla la pandemia y decido volver a Madrid", relata este enfermero. 

Tras coger el último vuelo que salía de Estambul antes de que el país cerrase su frontera aérea, Ángel se instaló en la capital española y a los pocos días, tras recibir una llamada del Hospital Gregorio Marañón, comenzó a trabajar en la UCI Covid con el objetivo de ayudar a su país. "Ha sido muy duro. He trabajado en muchos países, en zonas muy difíciles con grandes situaciones de emergencia y nunca había visto lo que vi trabajando en este centro. El primer día de trabajo fallecieron siete personas. Todos los compañeros eran novatos. Tuvimos que trabajar juntos y cuidarnos en circunstancias muy duras. Llegué a pensar que no saldría vivo de allí. Hoy todavía vivo aislado en un hotel. Me manejo mejor con el virus pero le tengo mucho respeto", recuerda. 

En el año y medio intercalado que este sanitario ha trabajado en Madrid ha firmado un total de 17 contratos. Él último para trabajar en los quirófanos de Urgencias del Gregorio Marañón. "Para una persona con mi experiencia, 10 años en enfermería y más de 20 en servicios de salud, es terrible. Ahora en los quirófanos nadie me enseña, estoy aprendiendo como un niño. Vine para ayudar con la Covid, en un quirófano soy inútil. Así que como no puedo hacer nada más por los españoles, me voy donde sea más útil", insiste.

"Que no abusen de mí"

Iván Cruz trabaja como enfermero en un hospital de Barcelona.

Iván Cruz trabaja como enfermero en un hospital de Barcelona.

Y no se marchará precisamente cerca, sino a decenas de miles de kilómetros. Ha sido propuesto por la ONU para trabajar como enfermero en un proyecto en Afganistán. En unos días, le harán las pruebas y las entrevistas y le dirán si finalmente es elegido. Si no prospera, también tiene otra oferta de la Cruz Roja para trabajar como sanitario de guerra. "En enero dejo el trabajo y empiezo a moverme, ya sea a la ONU, la Cruz Roja o cualquier país europeo para hacer mi trabajo bien". 

Janet e Iván Cruz también lo harán el próximo año. Esta auxiliar (y estudiante de enfermería de tercer año) y este enfermero lo tenían en mente desde hace unos años pero el coronavirus ha decantado finalmente la balanza: se irán a trabajar a Estados Unidos. 

"Después de estar viviendo todo lo que ha pasado en los hospitales con el coronavirus, ves las condiciones que hay en otros países y distan mucho de las que hay en España. Es la dignificación que estoy buscando. Un sueldo digno, descanso entre turno y turno, y que no abusen de mí", cuenta Iván. 

Su hermana tiene plaza fija como auxiliar en su hospital, pero aún así tiene claro que en este país no quiere ejercer la enfermería cuando termine de estudiar. "Le he dicho a mi hermano que se olvide de la plaza. Fuera de aquí hay otro mundo, con otras condiciones. Donde cuidan a los sanitarios como personas y no como máquinas. Irnos va a ser una aventura impresionante. Queremos irnos a Miami, pero todavía tenemos que decidirlo", admite Janet. 

Alemania

Frente a estos tres sanitarios, lo cierto es que la mayoría de los sanitarios que se han marchado en los últimos meses han elegido como destino Alemania. Y es que la carencia de trabajadores y las mejores condiciones laborales y económicas que ofrece este país respecto a España ha provocado un éxodo de todos estos profesionales en busca de una nueva vida. 

Quienes se encargan de contactar a las enfermeras con el sistema alemán son diferentes portales de empleo como, por ejemplo, Enfermeras Alemania. Esta organización, según ha precisado en una entrevista reciente, ha conseguido poner en contacto a 23 murcianos y a otras 14 personas de otras comunidades que estudiaron en la Región de Murcia a trabajar en los principales hospitales públicos alemanas, en su mayoría universitarios.

Esta consultora de empleo ayuda aproximadamente a unos 80 enfermeros cada año a trabajar en los principales centros sanitarios alemanas. Eso sin contar con el resto de plataformas que también ofrecen puestos de trabajo en el país germánico. Y es que cada vez son más los profesionales españoles que copan el sistema sanitario alemán. Según datos de la Agencia de Empleo alemana hay ya más de 3.500 españoles que trabajan allí como médicos, enfermeros o auxiliares. 











El Gobierno disemina en al menos nueve ciudades a cientos de inmigrantes sin informar ni a los alcaldes

 

Jorge Barreno

ESPAÑA CRISIS MIGRATORIA

El Gobierno disemina en al menos nueve ciudades a cientos de inmigrantes sin informar ni a los alcaldes

Por lo menos nueve ciudades han recibido ya el traslado de inmigrantes desde Canarias hasta la Península a lo largo de las últimas semanas. Los envíos en principio fueron negados por el Gobierno. Hace tres semanas, este periódico reveló que ya se habían enviado a más de 1.000 personas a diversas ciudades; hace 15 días EL ESPAÑOL publicó el primer vídeo de estos traslados, y ahora tanto Interior como el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social se niegan a dar los datos de cuándo, dónde y cuántos han sido los traslados.

Según fuentes policiales, los envíos, en todo caso, se están produciendo de manera fluida con el fin de descongestionar la presión migratoria que mantiene en vilo desde hace meses distintas localidades del archipiélago. Tal como ha podido confirmar EL ESPAÑOL a través de numerosas fuentes policiales, estas ciudades serían Valencia, Alicante, Barcelona, Sevilla, Málaga, Granada, Madrid, Huelva y Zaragoza.

Los últimos datos fueron los referentes a Valencia y Alicante, capitales a las que se han trasladado más de 400 personas en situación irregular sólo en los cuatro días del último puente. Granada también ha visto llegar en las últimas horas a su aeropuerto a 200 inmigrantes. Ni siquiera el alcalde de la localidad, Luis Salvador, de Ciudadanos, tenía conocimiento de que se iban a producir esos movimientos.

Pedro Sánchez, entrevistado en Tele 5.

Pedro Sánchez, entrevistado en Tele 5. E.E.

El persidente, Pedro Sánchez, por su parte, justificaba este miércoles estos envíos opacos, en una entrevista en televisión: "Hay que empatizar con Canarias".

Negativas a informar

Este periódico se ha puesto en contacto en reiterados momentos con responsables del Ministerio de Fernando Grande-Marlaska. En las últimas ocasiones, se han negado a dar los datos. "No informamos sobre traslados o reubicaciones", ha sido el mensaje reiterativo. "Interior no gestiona ni organiza los envíos, simplemente autoriza algunos de manera puntual".

¿Cuáles? Los de aquellas personas que "tienen derecho a la protección internacional, o son catalogadas como vulnerables". Y en ese caso, los inmigrantes en esta situación pasan a entrar en la responsabilidad del Ministerio de José Luis Escrivá. Pero sus responsables tampoco dan información: "Nosotros no aportamos información sobre reubicaciones o traslados", explican.

Los portavoces de Inclusión y Seguridad Social añaden que "todos los traslados que se producen se enmarcan dentro de la legalidad", y que "las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están controlando todos los movimientos que se están llevando a cabo". Eso sí, precisamente por ser una cuestión de seguridad, Inclusión remite de nuevo... a Interior. Por supuesto, de vuelta a esa cartera, no se obtiene más información.

Preguntada por esta negativa a informar de los dos ministerios implicados, la portavoz del Gobierno se limitó a poner plantearse en alto si es que "no tienen esa información o si es que no se están realizando esos traslados". María Jesús Montero prometió que cuando el Ejecutivo cuente con los datos "los hará saber".

Los agentes los cuentan

Entretanto, este periódico puede afirmar que cientos de los más de 19.000 migrantes llegados a Canarias en 2020 han sido enviados a la España peninsular días después de sus duras travesías en patera o cayuco a través de la ruta migratoria del Atlántico. Ante la ausencia de información y de protocolos oficiales por parte del Ministerio del Interior, los datos están siendo recopilados a cuentagotas por agentes de Policía Nacional y guardias civiles de todo el país. Solo de ese modo, contándolos a la salida del avión o el ferri en los que llegan a la Península, están descubriéndose sus destinos.  

Las informaciones más recientes que ha podido conocer este periódico apuntan a la llegada a Huelva este pasado martes un ferri procedente de Canarias. En él viajaban 42 inmigrantes que desembarcaron en tierras onubenses en torno a las 7 y media de la mañana.

Otros datos que no se conocían hasta el momento apuntan también a Zaragoza como un destino, vía aérea, al cual ya habrían alcanzado un determinado número de irregulares. Fuentes policiales pueden confirmar unos veinte inmigrantes que llegaron en un vuelo hace quince días procedente de las propias islas.

Otra de las ciudades a las que ya han sido trasladados los inmigrantes desde las islas son Málaga y Sevilla. Sin ir más lejos, hace tan solo unos días, el lunes 23 de noviembre y el martes 24, desembarcaron en sendos vuelos aterrizados en la capital andaluza casi 60 inmigrantes. En el primero de los aviones llegaron 27. Había 30 en el segundo. 

El problema de todo lo que está ocurriendo, según las fuentes consultadas, es que no hay un control, un seguimiento de todos los que llegan a la península. Su gran mayoría quedan libres para moverse con total libertad.

Cuántos y en qué estado

Sindicatos policiales como el SUP han exigido ya conocer la cantidad de inmigrantes trasladados desde las Islas Canarias a la península en los últimos días. En este sentido, en lugares como Madrid o Barcelona solo se está pudiendo conocer la información a través de pasajeros que viajan en esos mismos vuelos, como ocurrió con un viaje que tuvo lugar a principios del pasado mes de noviembre con destino al aeropuerto de Barajas.

Por lo demás, la información es tan confusa como escasa. Se trata de un hecho que se viene repitiendo sin cesar y que contradice los mensajes marcados por el gobierno y por el Ministerio del Interior. Pero los agentes denunciantes quieren saber también en qué estado son enviados los migrantes en los vuelos y barcos que eligen las autoridades para los traslados.

Según las fuentes de Inclusión y Seguridad Social, "cuando se trata de personas migrantes que han llegado por vía irregular, por nuestra parte asegurarte que se les ha hecho PCR en costa, como bien indica nuestro protocolo de atención en costas". Pero esta prueba se les hace "a las pocas horas de su llegada", y ninguna fuente gubernamental ha aclarado si se repite antes del traslado a la Península.

Hace varias semanas, el ministro Fernando Grande-Marlaska no solo descartó el traslado de los inmigrantes hacia la Península. También insistió en desestimarlos con el fin de "luchar contra la emigración irregular, y evitar que se establezcan vías de entrada irregular a Europa". Con la intención, dijo, de disuadir a las mafias y para evitar el efecto llamada.

Contabilizando datos

Ante los recientes traslados que se han producido hacia Valencia -72 el viernes, 64, el sábado, 100 el domingo, 61 el lunes y 16 el martes- y Alicante -24 inmigrantes el 30 de octubre, 60 la semana pasada y 14 este pasado martes-, en la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana se han tomado ya medidas. 

Varios inmigrantes son introducidos en un autobús en en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria), tras ser rescatados por Salvamento Marítimo.

Varios inmigrantes son introducidos en un autobús en en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria), tras ser rescatados por Salvamento Marítimo. Efe

El pasado 3 de diciembre, un oficio distribuido a todas las comisarías provinciales de Valencia, Castellón y Alicante, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, detallaba la orden de cumplimentar una tabla de Excel cada vez que se detecte "la entrada de extranjeros llegados desde las islas Baleares o Canarias".

La orden tiene la intención de realizar un control efectivo de todos esos viajeros "que además de ignorar las prohibiciones sanitarias de confinamiento perimetral pretenden llegar a la Península para establecerse o trasladarse a otros países europeos".

De este modo, desde las altas instancias de la Policía Nacional en la comunidad se pretende llevar una contabilidad de todos y cada uno de los inmigrantes que llegan en los aviones procedentes de las islas.

"Un parche"



"Estas tablas deben completarse también con los datos atrasados de los detectados en días pasados en los aeropuertos de Elche y Manises, así como los que llegaron al Puerto de Valencia para ser recogidos por ONG", reza el enunciado del oficio.

En esa misma orden dictada se exige que una vez contabilizados todos aquellos que llegan a la región, se les realizará los trámites que les corresponda: puesta en libertad, solicitud de CIE "cuando sea posible y procedente, "detención por falsedad documental, etc.".

Desde Jupol, sindicato mayoritario en la Policía Nacional, señalan que se "pretende poner un parche a un problema político, y que ese parche una vez más es la Policía Nacional. No se puede pretender que la policía solucione problemas estructurales que sobrepasan sus límites"














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