Barcelona, lejos de ser una ciudad 'pet-friendly': 82 parques prohíben el acceso a perros
¿Es Barcelona una ciudad pet-friendly? A primera vista la respuesta inicial sería un sí rotundo: en las calles hay cada vez más perros. No obstante, la pregunta va mucho más allá de la presencia de canes en la capital catalana. ¿Tienen los más de 170.000 perros espacios adecuados a sus necesidades?
En los últimos años, son muchas las asociaciones y vecinos propietarios de perros que denuncian el trato del gobierno de Colau a sus mascotas. Hablan de una degradación en los espacios actuales y consideran que son insuficientes. "En 2014 había previstas 35 nuevas áreas de recreo para mascotas y el gobierno actual solo ha hecho 12", denuncian desde la asociación Espai Gos. Pero eso no es todo: también cargan contra la discriminación de los canes en determinados parques y otros espacios públicos de la ciudad: no pueden acceder a 82 parques de la capital catalana.
SIN FACILIDADES
La nueva legislación estatal sobre la tenencia de mascotas ha reabierto el debate sobre la importancia de adaptar la sociedad a las mascotas. Desde el pasado 5 de enero las mascotas son, legalmente, un miembro de la familia. Cuando se difundió la llegada de la Ley de Protección y Derechos de los Animales, Barcelona presumía de que algunos aspectos de la nueva legislación ya se recogían en la Ordenanza municipal.
No obstante, desde Espai Gos denuncian que es incongruente que la Ordenanza municipal –al igual que la nueva legislación– obligue a garantizar el bienestar de las mascotas y no ofrezca las facilidades necesarias para podérselo dar: faltan zonas de ocio que se ajusten de verdad a los canes: "En Barcelona los perros no pueden actuar como perros", remarca Àngela Coll, portavoz de Espai Gos.
EXCLUSIÓN DE LOS PARQUES
Debido a la falta de espacios en condiciones --ya que muchos de ellos no están preparados e incluso se encuentran en condiciones pésimas--, son muchos los propietarios que lamentan que sus mascotas no puedan acceder a 82 parques de la ciudad, ni siquiera atados.
La Ordenanza de Medio Ambiente no prohíbe espacios para personas con perro, pero el Ayuntamiento argumenta que su presencia en determinadas zonas puede afectar a "los elementos vegetales y patrimoniales". El último jardín en el que se vetó la entrada a perros es el de Diagonal Mar. Actualmente, hay cinco parques con esta limitación en Ciutat Vella, 37 en l'Eixample, 10 en Sants-Montjuïc, siete en Les Corts, 11 en Sarrià-Sant Gervasi, cuatro en Horta-Guinardó y ocho en Sant Martí.
Según el consistorio, se limita el acceso en los jardines de carácter histórico o artístico que presentan "especial fragilidad". En el siguiente mapa se pueden consultar todos estos parques:
MEJORA DE ÁREAS DE RECREO
El principal problema recae en que, mientras se prohíbe el acceso a los parques públicos, no se habilitan todos los espacios que necesitaría el elevado número de canes que hay en la ciudad. A pesar de "no haber notado ninguna mejora en los últimos años", la Ordenanza municipal sí habla de un "Programa de mejora de las áreas de recreo para perros". Es aquí donde entra la polémica ZUC: Zonas de usos compartidos en franjas horarias que se debería aprobar por un decreto de Alcaldía.
Con esta medida, los perros podrían pasear sueltos en determinadas horas en diversos parques y jardines públicos de la ciudad. No obstante, se trata de un cambio que se debería aprobar por un decreto de Alcaldía que, a un año vista de las elecciones, todavía no ha llegado.
OTRAS CIUDADES
Desde Espai Gos no entienden por qué las franjas horarias no se aplican en la actualidad como sí hacen otras ciudades como Madrid, Zaragoza, Euskadi o Mallorca. Allí, según relata Coll, en la gran mayoría de los parques los perros pueden ir sueltos desde las 19:00 horas hasta las 22:00 horas.
De esta manera, a su parecer, se garantiza la convivencia entre todos los residentes. "Aquellos vecinos que no quieran estar con los animales no acuden a los parques en esas horas y no hay ningún problema", justifica. En cambio, en Barcelona, las franjas horarias propuestas para el uso de estos espacios son de 6:00 horas a 7:00 horas de la mañana y de 21:00 horas a 23:00 horas de la noche. Una propuesta que, según argumentan muchos propietarios, es "totalmente incompatible con la conciliación familiar".
PROMESAS
De la misma forma que no se han implementado las franjas horarias del ZUC, tampoco han llegado los 34 nuevos espacios que en 2014, durante el mandato de Xavier Trias, se comprometieron a construir. "Hasta la fecha tan solo se han construido 10", aseguran desde Espai Gos. Los espacios actuales se consideran totalmente insuficientes para 171.554 perros con chip–según datos del 31 de diciembre de 2021 del Colegio de Veterinarios de Barcelona–.
En el último programa electoral de los comunes se reafirmaba la creación de estos nuevos espacios y la mejora de muchos otros. De hecho, en el punto 6.1.5 se comprometían a trabajar con los colectivos de tenedores de perros para encontrar las idealizadas zonas de usos compartidos. Aquí entra otra polémica: Coll asegura que la mayoría de novedades en cuanto a espacios de ocio para canes se implementan sin preguntar a colectivos o a propietarios.
CONDUCCIÓN SIN ATAR
Para poder soltar a los perros en las hipotéticas áreas de recreo y zonas de usos compartidos se necesitaría un carné de tenencia cívica responsable que tampoco existe en la actualidad. Hasta que el decreto no esté aprobado, "pueden ir sin atar siempre que obedezcan las órdenes verbales y estén bajo el campo de visión de la persona conductora" –según la ordenanza–.
Por lo tanto, llevar al perro sin atar por la calle es legal en Barcelona. Esto se debe a una moratoria que se arrastra desde 2014, cuando se aprobó la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales.
No obstante, en esta premisa quedan fuera las mascotas consideradas "potencialmente peligrosos", que siempre deben ir atados y con bozal –según la Ley Estatal 10/1999, del 30 de julio sobre perros potencialmente peligrosos– que, pendiente de una modificación, todavía está en vigor.
PLAYA PARA PERROS
Otra de las grandes polémicas en el círculo perruno de Barcelona es el poco espacio que tienen los perros en las playas. De hecho, los canes tan solo cuentan con una especie de "parcela" en la playa de Llevant, donde el aforo es muy limitado. Se habilita cada año durante la temporada alta de baño.
Según el consistorio, este espacio se habilitó porque la ciudad siempre apuesta por "la buena convivencia entre las personas y los animales de compañía y por el derecho de los animales". No obstante, Espai Gos reitera que es un espacio muy "insuficiente" y que no se tiene en cuenta el gran volumen canino en la capital catalana. El espacio es tan solo un 7% de la playa del Llevant: "Es erróneo hablar de una playa para perros, tan solo tiene un área y es ridícula", subrayan desde la asociación.