Polémica desokupación en Murcia: el propietario echa con palos a una docena de okupas y al grito de "¡Fuera!"
- Víctor acudió con dos amigos a recuperar su vivienda, en la que había en torno a 12 personas.
- Un hombre que expulsó a los okupas de su casa: "Si tiene que llorar alguien, que sea el okupa, no el propietario".
"¡Vamos! ¡Fuera! ¡Que no se os ocurra volver!". Un propietario de una casa en Murcia se ha tomado la justicia por su mano y tuvo que desokupar una vivienda con la ayuda de dos amigos. En varios vídeos compartidos en redes sociales se ver cómo los tres llegan a la casa con palos en las manos y tras golpear la puerta logran acceder por la del garaje. Dentro se puede ver a un grupo de personas, algunos niños, bañándose en una piscina.
En cuestión de minutos, según se ve en las grabaciones, van saliendo de la casa en torno a una docena de personas. Antes de expulsarlos, el propietario de la vivienda rompe una parte de la piscina, que empieza a perder agua y después le lanza una toalla a uno de los okupas. Además, tarda poco en sacar los enseres de quienes se encontraban en la casa.
Más allá de algunos gritos, no hay gestos de violencia en ningún momento y los okupas abandonan la casa y van cargando con sus cosas el coche que esta aparcado justo delante de la puerta. Uno de los niños, de hecho, es el primero en salir, aunque todos ellos llevan ropa de baño.
En un momento dado, uno de los okupas se sienta en la acera y habla con el propietario. "La casa es del banco", le dice, a lo que el hombre reacciona enfadado. "La casa es mía, que estoy pagando una hipoteca de 350.000 euros desde hace un año", responde, y tras un intercambio de palabras con otra de las okupas le comenta que "con cien euros también se puede pagar un alquiler".
Víctor, el propietario de la casa, ha sido entrevistado tras esta situación por Espejo Público en Antena 3. "En ningún momento utilizamos ningún insulto ni amenaza. Llevábamos los palos porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar", comentaba. Además, ha explicado que está dispuesto a "asumir las consecuencias legales", pero al menos ya tiene su casa. "Me disculpo, sobre todo, por los niños. Porque a ellos les dicen que vayan a una casa con piscina y van. Más barata será la multa que lo que me gasté la otra vez en abogados", ha sentenciado el hombre.