La Sauna Casanova del Gayxample, en el corazón de Barcelona, está en el punto de mira. Dos de sus clientes están en el hospital en estado crítico después de haber sufrido una intoxicación por consumo de drogas. También hay tres hombres en estado menos grave por el mismo motivo. Después de este incidente, ha salido a la luz el historial de este conflictivo local, estrechamente relacionado con la prostitución, un secuestro y robos de todo tipo.
AMBIENTE CRIMINAL
Uno vecino de la calle de Casanova, que ha querido preservar su anonimato, confirma a Metrópoli que los robos se han convertido en el pan de cada día en la zona: "El ambiente que hay por la noche es criminal. Aquí se llena todo de ladrones. Los clientes de la sauna salen drogados y aprovechan para robarles el móvil, la cartera y la ropa", lamenta el hombre.
Las fuentes consultadas aseguran que, en alguna ocasión, los residentes del bloque han tenido que llamar a la Guardia Urbana alertados por el ruido. Además, en las inmediaciones del local se pueden ver pintadas con la frase "Fuera la Sauna Casanova del barrio". Lo cierto es que este local, además de las drogas y los robos a sus clientes, también está relacionada con un la prostitución y un secuestro surrealista.
SAUNA GAY CASANOVA
Este suceso tuvo lugar en enero de 2020. La víctima era un turista de Estados Unidos que vino a Barcelona a pasar unos días de vacaciones. Lo que tenía que ser una semana de desconexión se acabó convirtiendo en su peor pesadilla, una pesadilla que empezó cuando se aventuró a entrar en la Sauna Gay Casanova. En su interior conoció a su verdugo, un gigoló que, presuntamente, lo secuestró, robó y drogó.
El presunto autor de los hechos lo convenció para ir a su casa para intimar. Su domicilio estaba en Piera, un municipio de Anoia a casi una hora del lugar en el que se conocieron. Se pensaba que estaría a solas con el gigoló, pero para su sorpresa, cuando llegaron a la casa, se encontró con la supuesta hermana y e hijo de él, una situación que incomodó al turista.
UN GIGOLÓ LADRÓN
Según su testimonio, cuando llegaron a la casa, empezó a coaccionarlo para que siguiera bebiendo alcohol e ingiriendo sustancias estupefacientes. El estadounidense se comenzó a asustar y pidió al hombre que lo acercara al hotel de Barcelona, a lo que él se negó. Aprovechándose de su estado de miedo, mezclado con el efecto de las drogas, empezaron a robarle dinero.
Tal como explica El Periódico, primero se quedaron con 300 euros que tenía en efectivo. Luego lo sacó de la habitación y empezó a llevarlo de ruta por los bancos de la localidad, pero él fingió no acordarse de las contraseñas de las tarjetas para evitar que el gigoló se quedara con todo su dinero.
TABACO Y SARTENES
Cuando se hizo de día, lo obligó a hacer todo tipo de compras: primero fueron a un estanco y le tuvo que comprar tabaco valorado en 400 euros. Después se fueron a una tienda de electrodomésticos y lo coaccionó para que le comprara sartenes valoradas en 700 euros.
Por si no fuera poco, también lo extorsionaron para que una familiar de la víctima hiciera una transferencia de 1.500 euros al gigoló. El turista se las ingenió y le dijo al presunto autor de los hechos que si lo acompañaba al hotel, le podría seguir dando dinero. Después de 24 horas secuestrado, consiguió llegar al sitio donde se alojaba e informó al recepcionista de lo que estaba pasando.
SEIS AÑOS DE CÁRCEL
Los Mossos d'Esquadra se hicieron cargo de la investigación y pudieron comprobar que no era la primera vez que engañaba a los clientes de la sauna para quedarse con su dinero. Por este motivo, Fiscalía pide seis años de cárcel para el hombre, al que acusan de un delito de coacciones. El presunto secuestrador alega que tuvo sexo con la víctima a cambio de dinero y que éste le regaló miles de euros.
Tres años después del secuestro, la sauna del Gayxample vuelve a estar en el punto de mira: dos de sus clientes han terminado críticos en el hospital por intoxicación de droga en su interior. Los hechos pasaron el domingo y Emergencias recibió el aviso a las 6:42. Además de estos dos hombres, hay otros tres en estado menos grave, todos ellos de entre 30 y 50 años. Todos los intoxicados evolucionan favorablemente en los hospitales.
Metrópoli se ha puesto en contacto con la Sauna Gay Casanova, pero se ha negado a hacer ningún tipo de declaraciones.