A las 11:30h de la mañana del viernes 12 mayo casi 30 personas esperan a ser atendidas sin cita previa en una oficina de la Seguridad Social en Vallecas (Madrid). Todos necesitan resolver trámites urgentes. Dar de alta a su hijo para que pueda recibir las vacunas correspondientes, conseguir una prestación que les permita cuidar de un familiar enfermo, reclamar un incremento de su pensión por incapacidad o aclarar el estado de su baja laboral para poder reincorporarse al trabajo. Tras media hora, la cola apenas ha avanzado y la atención sin cita finaliza a las 13:00h. Algunos ya dan por hecho que tendrán que volver la semana que viene a probar suerte. Otros, molestos con el caos que vive la Seguridad Socia, se niegan a marcharse sin una solución. «Si no me atienden, que venga la Policía a desalojarme», afirma Eugenio, trabajador de la construcción, en declaraciones a LA RAZÓN.
El ministro José Luis Escrivá tendrá que hacer frente a la primera huelga en la historia de la Seguridad Social por el «abandono y deterioro» de uno de los servicios públicos con mayor demanda de la ciudadanía, según denuncian los sindicatos. CC OO y CSIF han convocado paros todos los viernes de este mes y una huelga el 7 de septiembre para protestar por la falta de efectivos, el envejecimiento de las plantillas, el retraso en la gestión de prestaciones y el «incumplimiento» de leyes y acuerdos en materia de personal.
Un trabajador de una administración de la Tesorería General de la Seguridad Social ubicada en el centro de Madrid explica que pueden atender con premura porque se dedican principalmente a gestionar deudas, pero debido al colapso en la Seguridad Social el número de ciudadanos de todas partes de Madrid que acuden a ellos en busca de atención inmediata se ha disparado. «Nosotros no tenemos la misma carga de trabajo que la de los compañeros de prestaciones, ellos están desbordados. Las citas están colapsadas. Hay mucha gente que para solicitar la pensión se tiene que ir a otra provincia porque aquí es imposible», cuenta. Pero si el atasco para obtener cita previa es monumental, el caos para ser atendido sin ella, algo a lo que animó el ministro Escrivá, no se queda atrás.
Eugenio (59 años) pidió cita la semana pasada y le han dado fecha para el 30 de mayo. Ha estado de baja por un accidente laboral y tiene que reincorporarse ya a su puesto de trabajo, pero ha habido un problema con el alta. «La mutua me ha dado de baja, pero estoy de alta en otro lado. Es una mala gestión de la Seguridad Social y la empresa me pide explicaciones», cuenta. No puede esperar más para resolver esta confusión y ha decidido acudir sin cita a su oficina de la Seguridad Social más cercana, en Vallecas, donde otros muchos están en la misma situación.
«Ya vine ayer a las 13:05h y no me atendieron, porque sin cita sólo atienden hasta las 13:00h. Sin embargo, a las 14:00h estaba la oficina vacía, podían haber ayudado a las dos personas que estábamos aquí esperando, porque abren hasta las 15:00h, pero no quisieron. Les dije que no me movía hasta que no me lo solucionasen, llamaron a la Policía y me echaron Hoy he venido mucho antes y haré lo mismo. Si no me atienden, que venga la Policía a desalojarme», sentencia Eugenio.
«Teníamos cita para la vacuna de los cuatro meses de mi hija y no pudieron atenderla porque no estaba dada de alta». Keyko, madre de 28 años, espera sin cita a ser atendida.
Keyko, una madre de 28 años, espera en la cola junto a su hija de pocos meses. En su caso, aún no ha conseguido dar de alta a su hija, lo que le ha generado problemas para que esta reciba asistencia sanitaria. «El padre intentó darla de alta. Le mandamos los documentos a un gestor y nos dijeron que en 10 días hábiles nos iban a responder, pero ha pasado más de un mes y no tenemos noticias», explica. «Teníamos cita para la vacuna de los cuatro meses y no la pudieron atender porque no estaba dada de alta. Tuvimos que sacar una cita de 24h que nos permitió vacunarla, pero luego la vuelven a dar de baja», añade. En su centro sanitario le recomendaron que acudiera sin cita a la Seguridad Social para pedir una solución, porque «por teléfono ha sido imposible obtener respuesta». Yeimy, otra joven madre, la acompaña en la fila y sufre el mismo problema.
«Necesito gestionar una prestación por atención a la dependencia, porque tengo a mi madre enferma, niños y no puedo trabajar». Marta, parada de 43 años, no consiguió cita por ninguna vía.
Al otro lado de la acera, junto a su madre, Marta (43 años) se resguarda en la sombra mientras espera a que la cola avance sin éxito. «Necesito gestionar una prestación por atención a la dependencia, porque tengo a mi madre enferma, tengo niños y no puedo trabajar. No he conseguido cita. No te cogen el teléfono y he decidido venir, pero no creo que entre», lamenta. Tras enterarse de la huelga convocada por los trabajadores, pide a Escrivá que aumenté el número de empleados, porque considera que ante trámites urgentes los ciudadanos están atados de pies y manos. Rosario, por su parte, lleva un mes llamando a la Seguridad Social para solicitar cita y poder pedir el 20% de incremento de su pensión de incapacidad por tener más de 55 años. Tras decenas de intentos fallidos, decidió acudir sin cita con la esperanza de recibir una solución.
Ante el aumento de la conflictividad en la Seguridad Social, José Luis Escrivá ha pedido «tiempo» a los sindicatos para poder cumplir con los plazos establecidos para el aumento de la plantilla y, de momento, sólo ha ofrecido a los funcionarios como novedad en las negociaciones una mejora del incentivo para trabajar fuera de la jornada laboral, que será de seis euros por consulta gestionada de 16:00h a 18:00h.
Escrivá también indicó que «el servicio se está reforzando con interinos para atender por teléfono, duplicando la cifra hasta los 250 o 300, al tiempo que están en marcha procesos de empleo público con los que se incorporará este año a la Seguridad Social 4.000 personas sobre una plantilla de algo más de 20.000 empleados». «La capacidad de absorber más personal en un año es imposible», enfatizó.
Los representantes sindicales han decidido mantener la huelga tras considerar que la propuesta de Escrivá no les ofrece «garantías suficientes» y reclaman una oferta extraordinaria de empleo para afrontar la sobrecarga de trabajo y para formar a los interinos que se incorporan a la plantilla, porque en el plazo de cinco años se jubilará un tercio del personal de la Seguridad Social (más de 6.000 efectivos) y en 10, dos tercios, ya que el 82% del personal tiene más de 50 años.