Beteve
Más de 200 nombres del mundo de la cultura firman un manifiesto para la reducción de la actividad turística
Una octogenaria de organizaciones sociales y ecologistas han convocado este miércoles en La Rambla una manifestación para el próximo 6 de julio bajo el lema "PROU! – Ponemos límites al turismo". Con esta movilización se quiere denunciar los estragos sociales y medioambientales provocados por la actividad turística y reclamar su reducción.
La convocatoria —a la altura de las Atarazanas— la han hecho, entre otras, las entidades Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico, No a la Copa América, Zeroporte y Resistimos al Gótico.
Los conflictos provocados por el turismo no tienen que ver con la gestión, sino con el volumen"
Manifiesto para la reducción de la actividad turística
En paralelo al anuncio de la movilización, se ha hecho público el Manifiesto para la reducción de la actividad turística firmado por más de 200 nombres del mundo de la cultura y la ciencia, entre ellos los de la antropóloga Yayo Herrero, las comunicadoras Natza Farré y Laura Aznar, las escritoras Anna Pacheco y Blanca Llum Vidal y las músicas Maria Arnal y Clara Peya.
Necesidad de cambio económico y de decrecimiento turístico
Tanto el manifiesto como la manifestación de julio comparten los mismos argumentos centrados en la necesidad de un cambio de modelo económico y de decrecimiento turístico. Para conseguirlo, los convocantes y signatarios del manifiesto piden medidas como el fin de la promoción turística con dinero público y de las subvenciones y exención fiscal al sector.
También exigen el parón de la ampliación de infraestructuras portuarias y aeroportuarias, así como de macro eventos como la Copa América. Igualmente reclaman la reducción la oferta de alojamiento turístico y del tráfico de cruceros hasta su eliminación y mejora de las condiciones laborales del sector turístico.
La expulsión del vecindario y la precarización laboral, principales estragos del turismo
Los organizadores de la manifestación aseguran que la actividad turística genera dependencia económica de una industria altamente volátil, la expulsión del vecindario y el debilitamiento del tejido comercial. También hablan de la pérdida de los espacios comunitarios y de la precarización laboral en el sector. Finalmente destacan el agravamiento de las condiciones ambientales y en la crisis climática.
Las "cortinas de humo" de la clase política
Los organizadores señalan que actualmente se vive "una indignación generalizada" y que las soluciones que propone la clase política —como la gestión del turismo o la del cierre de una terminal de cruceros— son "cortinas de humo" y "maneras de hacer ver que se hacen cargo de los problemas". Aseguran que los conflictos provocados por el turismo "no tienen que ver con la gestión, sino con el volumen