No hacía ni 10 años que había empezado su brillante carrera diplomática como vice cónsul en la colonia portuguesa de Macao (1876) y posteriormente de Hong-Kong , Cantón y Xiang-Hai.
1884 CONSUL GENERAL DE ESPAÑA EN EL CAIRO (de los 29 a los 32 años)
Ahora el destino le depara una estancia de dos años en Egipto, el país más occidentalizado del mundo musulmán. De Alejandría partió en tren hasta El Cairo instalándose en la “Colonia de los Francos” como llamaban los egipcios a la zona de lujo habitada por extranjeros.
VIAJANDO POR EGIPTO
El Cairo le impresionó. Una de sus primeras salidas fue la visita al viejo Museo de Bulak
En Heliópolis admiró el obelisco de Sesostris I y se acercó a la meseta de Guiza para ver, in situ, las míticas pirámides y la semienterrada Esfinge.
En Saquara pudo ver la pirámide escalonada de Djoser y la pirámide de Unis.
Exploró la zona del Delta del Nilo visitando las ruinas de Thinis, Sais, Tanis, Mendes, Bubastis y Atribis…
…el templo de Karnak, los colosos de Memnon y el Valle de los Reyes donde todas las tumbas encontradas hasta la fecha ya habían sido saqueadas.
El viaje continuó por Armant, Esnah, Kom Ombo acabando en Assuan visitando la Isla Elefantina y Philae.
Pero será su visita a Tebas, (invitado por la expedición del gobierno egipcio, dirigida por el profesor Maspero, Director del Servicio de Antiguedades, la que le dará un lugar en la historia de la egiptología:
Participó en el descubrimiento y apertura de la primera tumba intacta encontrada hasta la fecha (en el mes de febrero de 1886). se trataba de la tumba de Sennedyem, en la necrópolis de Deir el-Medina. (La segunda tumba intacta la descubrirá Howard Carter en 1922).
DESTINO: CORCEGA
El 32 cumpleaños de Eduardo Toda lo pasó en su nuevo destino consular, en Cagliari, Cerdeña. Su cargo le deja tiempo libre para viajar por Francia, y la isla de Córcega.
En la isla de Cerdeña descubrirá un pueblo del que ya le había hablado su amigo el filólogo Marià Aguiló: el pueblo de El Alguer.
El nuevo siglo pilló a Toda en Londres, donde dejará sus cargos diplomáticos para dirigir durante 19 años la compañía naviera vasca Sota-Aznar.
Su economía había aumentado considerablemente. Pensando en su vejez se decidió a comprar un antiguo monasterio agustino en ruinas en el Baix Camp: el Castell de Escornalbou (S.XII).
Acabadas las obras, se instaló (1918) e hizo llevar al castillo su valiosa colección de antigüedades y su biblioteca, que ocupaba, nada menos, que 14 salas.
POBLET
Desde que tenía 15 años soñaba con sus amigos de la infancia, Antoni Gaudi y Josep Ribera, que habían hecho juntos la enseñanza primaria, con reconstruir el monasterio de Poblet que había sido arrasado por las revueltas de 1835.
Ahora tenía el tiempo y dinero suficiente para cumplir su sueño.
Eduard Toda vio cómo su capital mermaba rápidamente. Sus estancias en el castillo de Escornalbou eran cada vez menos frecuentes y al final se decidió por venderlo.
EPILOGO
Eduardo Toda había vivido una vida de. Ahora ya era viejo, más que nunca recordaba su niñez. Su madre Francesca Güell, había quedado embarazada a los 18 años del alcalde de Reus, Eudald de Toda que le reconoció como hijo pero no quiso casarse.
Y él había repetido el esquema paterno. Se arrepentía de no haberse ocupado lo suficiente de su esposa y su hijo…
Le debía mucho de lo que había sido a su tío materno, Josep Güell, un escritor progresista con muchos contactos en la política de Madrid que le encauzó en sus estudios.
Sin su apoyo no hubiese sido el diplomático, escritor, historiador de arte, ni licenciado en derecho…ni hubiese publicado tantos libros sobre historia, etnografía o arqueología…
En abril de 1941 cogió un resfriado del que no se recuperó. Tras su muerte los monjes volvieron al monasterio de Poblet, después de tanto tiempo derruido, a habitarlo.