ALBA GIBERT........Metropoli
Los trabajadores de los centros sanitarios se enfrentan a situaciones que ponen en riesgo su integridad física y piden más seguridad y formación
Hace unas semanas hubo una brutal reyerta en el interior del hospital de Can Ruti que se saldó con cuatro detenidos y la incautación de dos armas de fuego. Este suceso ha puesto de manifiesto la situación que se vive en algunos centros sanitarios de Barcelona en relación a las agresiones y amenazas que recibe el personal sanitario. Metrópoli ha podido hablar con enfermeros y fuentes sindicales, que han preferido mantenerse en el anonimato para relatar la falta de protección que padecen día tras día.
El Hospital del Mar es uno de los más conflictivos de la ciudad. Está ubicado a escasos metros de las discotecas de la Vila Olímpica y. --las noches de jueves--, la zona de urgencias suele estar colapsada por personas con comas etílicos o bajo los efectos de las drogas y víctimas de agresiones por arma blanca. Desafortunadamente, los trabajadores se deben enfrentar a situaciones muy desagradables, poniendo en riesgo su integridad física.
AGRESIONES EN LOS HOSPITALES DE BARCELONA
Alejandro es enfermero y lo vive de primera mano. "A veces, los familiares de los pacientes pierden los modales por situaciones de angustia en los tiempos de espera en urgencias", lamenta. Este hombre cree que la formación continuada a todo el personal sanitario es más que necesaria. También considera que los vigilantes de seguridad deberían tener conocimientos en mediación de conflictos.
Sergio Sánchez, representante del sindicato de seguridad privada ADN, discrepa con Alejandro. Tal como relata él mismo a este digital, ellos no son los responsables de mediar con los agresores. "No somos trabajadores sociales, vamos a requerimiento de una alarma o agresión. Estamos muy cansados de que se nos eche la culpa a nosotros", reitera.
LA MEDIACIÓN, UN RECURSO QUE NO SIEMPRE ES EFECTIVO
Sánchez lamenta que, en algunas ocasiones, tienen que actuar para evitar que peguen a los sanitarios: "Entonces somos nosotros los malos". El sindicalista cree que, para según que tipo de enfermo, la mediación no siempre es efectiva. Lo dice en referencia al perfil de personas que acuden al hospital del Mar, ya que al estar tan cerca de zonas de ocio nocturno, algunos de los pacientes están implicados en altercados nocturnos como apuñalamientos y agresiones.
Esteban es enfermero de la unidad de Psiquiatría y ha trabajado en varios centros médicos. Este hombre asegura que las agresiones por parte de los pacientes a los trabajadores son recurrentes. Es por este motivo que disponen de un botón antipánico para alterar al personal de seguridad en caso de que haya problemas.
IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIR EL PROTOCOLO
"Hace poco menos de un año tuvieron que intervenir los Mossos d'Esquadra. Cinco pacientes se atrincheraron durante el cambio de turno de noche a mañana. Solo disponíamos de dos vigilantes y, en este tipo de casos, se necesitan cinco personas. Teniendo en cuenta esto, resulta imposible cumplir con el protocolo", lamenta.
Esteban dice que tanto sus compañeros como él han avisado a sus superiores, pero "la jefatura lo minimiza todo". También echa en falta que se hagan más formaciones para saber cómo actuar en caso de agresiones a los sanitarios. Otra realidad a la que se tienen que enfrentar está relacionada con los familiares de los pacientes.
AGLOMERACIONES DE FAMILIARES EN EL HOSPITAL
"Son episodios que pasan puntualmente, pero generan malestar". Esteban asegura que el perfil de personas que suelen generar más conflictos de este tipo son los de etnia gitana: "Cuando tienen a algún familiar ingresado, hay 40 personas en la sala de urgencias y es un tipo de población con unas características concretas. Tenemos que entenderlos, pero cuando estamos trabajando bajo situaciones de estrés, es complicado".
Tal como explica el representante sindical, las autoridades sanitarias son conscientes de esta realidad y han invertido mucho dinero en mediadores gitanos y de origen árabe, pero "cuando se les necesita, no están". Sánchez también hace referencia a una licitación en el hospital de Can Ruti, donde se pedían mediadores marroquíes, pero muchos de ellos optaban por no presentarse por miedo a que sus compatriotas los acusaran de "traidores".
PACIENTES MUY AGRESIVOS
Representantes de ADN Sindical creen que a pesar de la buena intención de la figura del mediador comunitario hay ocasiones en las que no funciona, sobre todo cuando se encuentran delante de pacientes muy agresivos, como los protagonistas de la agresión de Can Ruti de hace escasas semanas. Tal como avanzó Metrópoli se trataba de una disputa familiar entre dos clanes gitanos que se arrastraba desde hace más de siete años, cuando se produjo un tiroteo que se saldó con tres heridos de bala.
Los problemas no son solo en el Germans Trias i Pujol. Sergio Sánchez señala al hospital del Mar como uno de los hospitales más conflictivos de Barcelona. Las fuentes sindicales lamentan que no haya un Departamento de Seguridad, algo que ya han denunciado a la Generalitat. No obstante, fuentes de este centro sanitario aseguran que tienen un servicio de seguridad para responder a las incidencias que puedan ocurrir en el centro. "También disponemos de una persona formada y acreditada como técnica de seguridad, de acuerdo con lo previsto en la ley de seguridad privada", concluyen.