Tres marroquíes agreden a un compatriota suyo en Torredembarra por "ser cristiano"
El pasado 15 de noviembre, cuando pasaban pocos minutos de las nueve de la noche, un hombre fue atacado en medio de la calle por tres personas en Torredembarra, en Tarragona. El hombre, de 39 años y de nacionalidad marroquí, fue agredido delante de un supermercado de la zona, del paseo de Miramar, tal como adelanta el Diario de Tarragona. Investigan un posible delito de odio contra el hombre por "ser cristiano".
La Policía Local de Torredembarra recibió el aviso de un vecino, que explicó los hechos. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos hablaron con el hombre y aunque iniciaron las diligencias, pidieron al hombre que se presentara en la comisaría para poder seguir con la denuncia y seguir con la investigación. El hombre nunca se presentó.
Tres chicos jóvenes contra el hombre: todos de nacionalidad marroquí
La policía de Torredembarra, sin embargo, ha seguido las investigaciones y ha podido aclarar que los tres agresores del hombre eran también de nacionalidad marroquí y muy jóvenes. Los tres agresores, que todavía no han podido ser identificados, dieron golpes al hombre, le robaron un bolso y el pasaporte, lo insultaron y le arrancaron una cruz que llevaba al cuello.
Una cruz en el cuello
Este detalle alertó a la policía. Intentando aclarar qué pasó y hablando con varios testigos, la policía de Torredembarra cree que el hombre fue agredido por tres compatriotas que le querían recriminar que se hubiera convertido al cristianismo, por eso le robaron la cruz que llevaba al cuello. La policía cree que la agresión está relacionada con un delito de odio religioso.
Según creen a los investigadores, el hombre agredido, a pesar de ser de nacionalidad marroquí, profesa la religión cristiana y cuando fue agredido había acabado de salir de una iglesia, de participar en un oficio religioso. Los tres jóvenes siguieron al hombre profiriéndole varios insultos por su cambio de religión y finalmente lo agredieron y le robaron el pasaporte y un bolso que llevaba. Por miedo a nuevas agresiones, el hombre no ha querido denunciar ni la agresión ni el robo.
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