sábado, 30 de enero de 2021

Canal Historia Barcelona : EL MANICOMIO DE NOU BARRIS

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EL MANICOMIO DE NOU BARRIS


El Ayuntamiento después de varias inspecciones sanitarias al Hospital de la Santa Creu, decidió que debían acometerse muchas mejoras, sobre todo en su sección de dementes. Presionada por el Ayuntamiento la dirección del Hospital de la Santa Creu, la Muy Ilustre Administración (MIA) (1857) encargó a Emili Pi i Molist las reformas necesarias y la creación de un nuevo hospital. Pero… ¿Quién era Pi i Molist? Era hijo del arqueólogo e historiador Andreu Avel‐lí Pi i Arimon. Vivía en la calle Rull número 4 con su esposa Antònia Bacigalupi i Maymó, la prima hermana de Eusebi Güell, uno de los catalanes más ricos de su tiempo. Pi i Molist fue uno de los pioneros en el tratamiento de las enfermedades mentales en España y experto en el uso del cloroformo como sustancia anestésica en el ámbito de la cirugía. El Ayuntamiento decidió que Pi i Molist y el arquitecto Josep Oriol visitasen los manicomios más modernos de Europa (1846) con el objetivo de proponer las reformas necesarias para mejorar la asistencia psiquiátrica y emprender la creación de un nuevo hospital exclusivamente para los enfermos mentales. Josep Oriol Bernadet (1811- 1860) fue el arquitecto elegido para construir el nuevo hospital. Había trabajado en la restitución del perímetro de la muralla romana de Tarragona. EL HOSPITAL El manicomio estaba a 5 km de Barcelona, no había ningún edificio en un radio de 1 km En 1889 Pi i Molist inauguró el nuevo manicomio como primer director del centro. El complejo no estaba acabado. Se concluirá en 1915. El complejo fue el edificio más grande de la ciudad después del Castillo de Montjuïc. Sus dimensiones se acercaban a las del Palacio de Versalles. Tenía 12 pabellones y entre ellos 12 patios con una parte central ajardinada y porches en sus lados para fomentar los paseos de los internos. Podía albergar hasta 700 enfermos que se distribuían según sexo, categoría social y enfermedad. Parte de las obras fueron sufragadas por Pi i Molist y su esposa, Antonia Bacigalupi, que morirían sin tener hijos. El Ayuntamiento, en reconocimiento (1913) puso el nombre del doctor a una calle del barrio. Los enfermos se dividían según sus aportaciones económicas. En 1929 el Instituto Mental acogía a un número de pacientes por encima de sus límites y estaba siendo afectado por una grave crisis aumentada por el crack económico de ese año. La MIA decidió amortizar los terrenos de la granja y alquilar parcelas para recaudar fondos. Se contrataron médicos jóvenes bien preparados, se abrió una enfermería para casos infecciosos, un gabinete dedicado a análisis clínicos, se crearon historiales individualizados para personalizar los tratamientos, se instaló una línea telefónica, un equipo de electroterapia y masaje, una biblioteca y una sala de juegos. La Guerra Civil fue un mazazo para el manicomio. El equipo médico se vio reducido y los enfermos de pago de primera clase disminuyeron alarmantemente mientras que aumentaron exponencialmente los enfermos sin recursos económicos. La postguerra no fue mejor. Faltaba presupuesto y la organización del centro era pésima. En el año 1957 se comenzó a redactar el Plan Parcial del nuevo barrio de la Guineueta, Algunos terrenos del Mental fueron expropiados por parte del Ayuntamiento. Se aprobó el Plan Parcial para el nuevo barrio de Canyelles (1964) para el cual se expropiaron todas las tierras de la zona más cercana al Collcerola. Y el Ayuntamiento aprobó la segunda fase del Plan Parcial de Can Ensenya (1968), que permitía el derribo de parte del manicomio. Se vendieron 62.000 metros cuadrados del terreno a la constructora (CALIPSA) a cambio de que ésta financiase la construcción de un nuevo manicomio en los terrenos de Can Masdeu, también propiedad del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau… pero finalmente se desestimó el plan. Se propusieron nuevas ubicaciones para el manicomio, que debía construir CALIPSA, pero la MIA se negó en redondo por su falta de fondos. Se vendieron unos 43.000 metros cuadrados y otros 4350 metros cuadrados los expropió la Comisión Provincial de Urbanismo con lo que desaparecieron 3 de los 12 cuerpos principales del manicomio (1970). A partir de 1972 se sustituyó al personal religioso por médicos especializados que empezaron a modernizar sus terapias permitiendo a los internos salir del centro y hacer excursiones... pero ya no entraban suficientes enfermos para mantener el centro, que era deficitario… También se pusieron en práctica nuevos tratamientos con los neurolépticos desterrando los tratamientos agresivos como las inyecciones de insulina, de trementina o azufre, las duchas de agua fría a presión o las lobotomías. El Ayuntamiento decidió el cierre definitivo del centro (1985) que se hizo efectivo el 30 de setiembre de 1987, después de un siglo de existencia.. Ahora, el instituto mental ya sólo existe en la memoria de los que lo conocieron…


https://youtu.be/ciL62dJFnkY

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